100 años de presencia institucional judía en Uruguay III

Artículo cedido por el Departamento de Estudios Judaicos de Universidad ORT.

La integración social.


Vista en perspectiva histórica, no cabe duda que la inmigración judía en el Uruguay tuvo una integración exitosa, no obstante su persistente preocupación por mantener sus características étnicas particulares.

La primer mitad del siglo XX ofreció a los habitantes de este suelo, oportunidades de crecimiento material y humano que los judíos, en líneas generales, aprovecharon en buena forma, amparados también en una solidaridad comunitaria muy bien desarrollada, en el marco de una sociedad uruguaya abierta, liberal e integradora.

La colectividad judía comenzó a llegar a nuestro país con los primeros años del siglo XX (sobre 1904 habría llegado el primer judío), en una mezcla de aquellos que, ya llegados al continente, cruzaban la frontera desde Brasil o Argentina en busca de un lugar de asentamiento definitivo, y los que venían directamente de sus países de origen, sean estos de Europa Central, Oriental, el norte Africano o el Oriente Medio.

Asentándose primero por conjuntos caracterizados por esos orígenes – acusando el mismo comportamiento que el resto de la inmigración del momento – en zonas como Ciudad Vieja o Villa Muñoz al principio, Barrio Sur, Centro, Parque Rodó y Pocitos en años posteriores, mientras vivía al mismo tiempo su proceso de consolidación y auto-reconocimiento interno y de integración a la sociedad receptora que, sobre la última década del siglo y, más aún con el comienzo del siglo XXI, los encontrará asentados a lo largo y ancho de la ciudad.

El trabajo fue sin duda el primer y más importante elemento de integración. Lo que más suelen recordar las  memorias de la época, es al judío cuentapropista – el cuentenik – que usualmente vendía mercadería puerta por puerta. Ofrecía el pago en plazos, y su mercadería era sumamente diversa.

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Iom Hashoa

“No todas las víctimas fueron judíos. Pero todos los judíos fueron víctimas.” Elie Wiesel

Hace pocos días las comunidades judías del mundo conmemoraron nuevamente Iom Hashoa Vehagevura, Día del Holocausto y del Heroísmo. Un día de dolor que marca el calendario judío señalando la tragedia colectiva sin parangón que a nuestro pueblo le tocó vivir.
Muy importante recalcar también el heroísmo. Muchas veces cuando recordamos este día o este tema enfatizamos, sí, la Shoá pero no le damos justo énfasis a la Gevura (heroísmo, valentía, resistencia). La hubo ya sea pasiva o activa, espiritual o armada, aunque la armada recién comienza como sabemos a partir del año 1943-en los pocos casos en los que ello fue posible- siendo su momento culminante la rebelión del Ghetto de Varsovia.
Una vez más el pueblo judío, como en Pesaj –y la rebelión del Ghetto de Varsovia comenzó en Pesaj –luchando por su libertad. Una vez más intentando salir de la esclavitud. Pero esta vez, más que esclavitud fue lisa y llanamente exterminio.

Un acto muy digno y emotivo tuvo lugar recientemente en nuestro Ishuv organizado por la Comunidad Israelita del Uruguay conjuntamente con el Centro Recordatorio del Holocausto y la Federación Juvenil Sionista. Multitudinario. Que convoca a la colectividad judía como pocos eventos lo hacen posible. Todos los años hay un tema distinto. Este año fue el de  “Los niños en la Shoá”.
Este acto muy bien organizado por un equipo creativo de alto nivel, en el cual además de profesionales muy capacitados y especializados destacan exalumnos de los colegios judíos de la colectividad (Integral y Ariel que hoy son uno solo), incluye entre otros aspectos: escenografía, coreografía, musicalización, parte litúrgica, participación artística (también exalumnos y alumnos), encendido de velas por parte de sobrevivientes y testimonios “en vivo”. El de este año, lo brindó la sobreviviente Gisa A. de Goldfarb, quién relató cómo se había reencontrado recientemente con la familia polaco-cristiana que la rescató, es decir que la salvó del horror durante los años de la guerra, en un testimonio sumamente emotivo.

Uno de los puntos de apoyo del acto mencionado es el Centro Recordatorio del Holocausto, organización que existe desde hace más de cuatro décadas; agrupa por sobre todo, aunque no solo a los sobrevivientes de la Shoá, teniendo como objetivo, desde su fundación perpetuar el recuerdo, la memoria, el no olvido. Lo que abarca pasado presente y futuro. Integrar esta organización, como es el caso de quien esto escribe es al mismo tiempo un privilegio, necesidad y un deber moral. Una Mitzva en el más amplio sentido del término.

La Organización, que tiene hoy en día en Rita Vinocur –hija de esa extraordinaria mujer sobreviviente que fue Ana Vinocur(Z’’L), su alma mater siendo actualmente presidida por nuestro muy querido sobreviviente Jacobo Turim- ha desempeñado y desempeña múltiples actividades y tareas entre las cuales: el proyecto “Toda persona tiene un nombre” basado en las Hojas de Testimonio que ya muchos han recibido y completado; entrevistas para la Fundación de Shoá que dirige Steven Spielberg; visitas de sobrevivientes a escuelas e instituciones no judías y judías; ayuda a sobrevivientes en distintas circunstancias; publicaciones y libros escritos por ellos mismos; eventos con motivo de Iom Haatzmaut, Rosh Hashana y Januca; la coparticipación ya mencionada en el acto de Iom Hashoa y podríamos seguir. Consideramos fundamental el Museo de Shoá que funciona en la sede de la Comunidad Israelita del Uruguay, uno de los primeros en su género en el continente. Visitado frecuentemente, en visitas guiadas, por alumnos de escuelas y liceos del país y personas en general. Ha sido habilitado hace años para ser visitado en el Día del Patrimonio Nacional pues en realidad, conjuntamente con su significado moral es parte del patrimonio nacional. El objetivo del museo en particular, del Centro Recordatorio del Holocausto en general es como ya ha sido expresado perpetuar el recuerdo, la memoria, el no olvido.

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Se trata de Jerusalén

Cortesía de Guysen

La periodista Jana Beris comenta: "Que no me guste Netanyahu, a quien no he votado, no cambia la historia". Se refiere a la historia de Jerusalén, tan cercana y, por lo que parece leyendo la prensa, tan lejana. Ciertamente, cualquier tratado de historia obliga a recordar algunas cosas. Por ejemplo, que la tan manoseada resolución 181 de la ONU de 1947, que determinaba la partición de la llamada Palestina entre un "Estado judío y otro árabe", saltó por los aires cuando los árabes declararon la guerra contra Israel. Y con la guerra se cargaron el carácter internacional que Jerusalén tenía en ella.

La conquista de Jerusalén por parte de Jordania, el éxodo de todos los judíos de la parte antigua, la destrucción de las sinagogas, entre ellas la prestigiosa sinagoga Hurva, y la larga ocupación jordana de la única capital histórica, cultural, religiosa y social que han tenido nunca los judíos. El armisticio del 49 marcó la frontera de la Jerusalén ocupada y fue entonces cuando nació el concepto de "Jerusalén oriental", hasta entonces desconocido. A partir de la guerra del 67, los israelíes recuperaron la parte de Jerusalén ocupada por Jordania (cuya voluntad de dotar a Jerusalén de "capital palestina" brilló por su ausencia), y con ello cerraron la brutal herida que durante más de 17 años estuvo abierta en su mítica ciudad.

La Jerusalén actual, pues, no sólo es la plasmación de miles de años de historia, sino el resultado de las guerras que los árabes provocaron y perdieron. Lo que los árabes llaman, pues, la "ocupación" de Jerusalén, fue para los israelíes la "liberación" de su única capital. Y, como recuerda Florentino Portero cuando publicó en GEES, "Netanyahu tiene razón cuando afirma que construir asentamientos ya existentes en el entorno inmediato de Jerusalén no es una provocación, ni una ilegalidad, porque esos enclaves son parte de Israel, de la misma forma que la antigua ciudad de Koënisberg, donde se escribieron algunas de las páginas más trascendentales del pensamiento alemán, es hoy la ciudad rusa de Kaliningrado. Los alemanes han asumido el coste de sus derrotas, y gracias a ello Europa se ha reconstruido. Los palestinos no y de ahí los problemas que padecemos". A pesar de ello, y a pesar de la unidad que existe en la población judía respecto a Jerusalén –recuerden la indestructible posición de Rabin al respecto–, Ehud Barak llegó a plantear en el 2000, en Camp David, el tema tabú de la división, por considerar un bien superior la posibilidad de un tratado de paz con los palestinos. Y Arafat, como siempre, dijo que no. Después, llegaría la segunda intifada, el error más sangrante y destructivo de los muchos que acumula la causa palestina. Jerusalén, pues, no es una cuestión baladí, ni la obsesión fanática del duro Netanyahu, ni la enésima maldad de los israelíes. Es una cuestión fundamental del ser judío, ganado a pulso de luchas y tragedias, y cuyo estatus actual parte de las guerras vencidas por quienes no las provocaron. Si hablamos, pues, de Jerusalén, no lo hagamos sin leer historia.

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Es pasado es un animal grotesco

Una estructura circular que gira en su propio eje una y otra vez durante los 135 minutos, el relato durante un período de diez años en la vida de cuatro personajes entre sus 25 y 35 años de edad en forma breve y alternativa, y un ocasional marco de fondo de cambios sociales y económicos que sustentan el entorno de estos personajes son parte de la propuesta narrativa y visual de "El pasado es un animal grotesto" de Mariano Pensotti en el Teatro sarmiento de Bs As.

La obra comienza en el mismo momento que la estructura redonda comienza a girar, podemos ver como esta armada y y podemos ver todos los trucos en su giro que nos hacen tomar conciencia que estamos viendo un espectáculo al mejor estilo del teatro brechtiano. Alegoría al mundo que gira, a las horas que pasan, a los días que pasan, al tiempo que pasa. Los personajes comienzan a aparecer poco a poco dentro de esta estructura, que nunca durante toda la obra, deja de girar. Sus vidas no son presentadas por ellos mismos, sino que existe un narrador que relata lo que estamos viendo. Otra vez el teatro brechtiano hace su aparición, un narrador que nos relata una historia que estamos presenciando, un distanciamiento de la acción dramática y en esta caso, si vamos una poquito más allá, una forma de transmitir qué pasaría si por un momento nos abstrajeramos de nuestras propias historias y fueramos narradores, como si nuestras propias vidas pudieran ser ficción, una especie de relato autobiográfico que puede escenificarse en cualquier teatro, en este caso el Sarmiento.

Sin embaro "El pasado es un animal grotesco" también tiene como estructura narrativa una forma de relato como nos tenían acostumbrados Balzar o Tolstoi en el siglo XIX, donde una ficción ambiciosa y destacada es contenida por un marco histórico y temporal preciso. Los cuatro actores estan encargados de narrar esta historia y representar esa multiplicidad de historias, dando vida a docenas de personas y situaciones.

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¿Qué libertad? o algunas notas sobre Pesaj.*

I.

El 26 de marzo, en su comentario a la parashá de aquel shabat previo al comienzo de Pesaj, el Rabino Daniel Goldman relató la historia de una familia de inmigrantes bolivianos que, en la Argentina de estos años, trabaja en un taller de costura bajo condiciones de explotación, hacinamiento y esclavitud. Al finalizar el relato se preguntaba qué clase de libertad es la que estamos celebrando hoy en Pesaj.
¿Debemos celebrar la libertad en un contexto que aún reproduce prácticas esclavistas? En una comunidad que reproduce estás prácticas cuando compramos, por ejemplo, camisas o trajes de firmas que confeccionan sus prendas en talleres clandestinos. Qué significa la libertad para el pueblo judío y para el resto de los pueblos. Cómo transmitir una liberación que no es tan sólo una ruptura de lazos, sino un instante de captura, una transmisión, un ideal a seguir, un pasaje, una esperanza de futuro.

II.

La festividad de la liberación presenta en su lectura bíblica el vínculo del sacrificio, la sangre y la herencia de Israel. La conexión entre la muerte de los primogénitos egipcios y la santificación de los hijos del pueblo hebreo. La sangre que es espíritu. La conexión de la salida de Egipto con la vida de nuestro primer Patriarca y el sacrificio de Isaac. Los dos pactos de Dios con su pueblo que vuelven a unirse, que nos habitan y atraviesan. El pacto de reconocimiento, en el que Dios se revela a Abraham, y el pacto de herencia y la promesa de redención a través del que Dios, a través de Moisés, constituye a su pueblo, lo libera y le da la ley. Porque Dios mismo pasará entre las casas de Egipto con el castigo de muerte, y Dios mismo salteará –pasará– por alto y no permitirá que el ángel de la muerte entre en las casas de los dinteles y marcos señalados con sangre. Es así que: “cuando entren a la tierra que Adonai les dará deberán celebrar este culto. Y cuando los hijos pregunten: Qué es para ustedes esta ceremonia, les responderán: es la ofrenda de Pesaj a Adonai, que salteó las casas de los hijos de Israel en Egipto cuando castigó a los egipcios y salvó a nuestras casas y a nuestro pueblo.” (Éxodo 12: 25-27).

Dios hace suyos a los hijos de Israel al impedir el asesinato de Isaac y lo reafirma con la muerte de los primogénitos egipcios. Es en la muerte de los segundos que afirma la santidad de los primeros, la santidad de todo el pueblo. “Adonai le habló a Moisés y le dijo: Conságrame a Mí todo primogénito. Todo hijo mayor de los hijos de Israel… Moisés le dijo al pueblo: Acuérdense de éste día en que salieron de la esclavitud en Egipto pues con mano poderosa Adonai los sacó de aquí. Y no se comerá jametz… Siete días comerás matzot y al séptimo día será festividad en honor de Adonai. Se debe comer matzot durante siete días; no se deben ver jametz ni se debe ver levadura en ninguna de tus propiedades. En ese día le deberás decir a tu hijo: A causa de esto Adonai obró en mi favor cuando salí de Egipto. Estas palabras estarán como señal en tu brazo y como recordatorio en tus ojos para que la Torá de Adonai esté en tu boca pues con mano fuerte Adonai te sacó de Egipto.” (Éxodo 13:1-3, 6-9).
Dios santifica y consagra al primer hijo. Símbolo de herencia. Y esta consagración vincula la pertenencia al pueblo, la ley y su observancia con la celebración de Pesaj. Pero la metáfora de Isaac es el paradigma de esta posesión. Con él los primogénitos del pueblo de Israel, desde Isaac, pertenecen a Dios. Abraham a través de su gesto conforma este pacto que es cerrado con su antítesis, la muerte de los primogénitos egipcios. Y se renueva el pacto con todo el pueblo una vez salidos de la tierra de Egipto.

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Ecología, medio ambiente y energías renovables: hechos y no sólo palabras

Una tradición protocolar de larga estirpe establece que, durante la ceremonia en la que un nuevo embajador hace entrega de sus cartas credenciales a la Reina de Inglaterra, el diplomático departirá con Su Alteza Real solamente sobre el clima. Cabe imaginarse la pericia con que habrán debido manejarse generaciones de embajadores y monarcas a lo largo de los siglos, para administrar con sabiduría esos pocos y consabidos "el clima se ha vuelto loco" o "lo que mata es la humedad", estirándolos con maestría hasta alcanzar una respetable conversación de etiqueta.

Hoy en día, en cambio, el clima ya no es lo que era antes. El medio ambiente se ha convertido en un amplio abanico que comprende multitud de subtemas e infinidad de tópicos, que abarcan un sinfín de variaciones, sobre los que todo el mundo tiene una opinión formada. El calentamiento global, el agujero en la capa de ozono, el derretimiento de los polos y el "efecto invernadero". El ascenso del nivel de los mares, el efecto "El Niño”, el fenómeno "La Niña”, la escasez de agua y la crisis energética. La tala indiscriminada de árboles, el retroceso de los glaciares, el calentamiento de los océanos, el protocolo de Kyoto y la conferencia de Copenhague: todos los temas están en boca de todos. Parecería no haber político, medio de prensa o conversación de sobremesa que se precien de sí mismos, que no se embarquen en una sesuda disquisición sobre el cambio climático. Mucho se habla y se discute, todos debaten y vaticinan, todo está en tela de juicio. Pero excepto promesas no vinculantes de reducir la emisión de gases contaminantes en algún futuro lejano, "pateando la pelota" al campo de las generaciones venideras, no es mucho lo que se hace en concreto.

A continuación quisiera presentar la experiencia de Israel en lo referente a ecología y conservación del medio ambiente, por medio de tres aspectos en los que Israel va a la vanguardia: el aprovechamiento del agua, la producción de electricidad limpia, y el proyecto de un transporte automotor verde y amigo de la naturaleza.

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Sergio Gorzy

Sergio Gorzy: periodista y uruguayo

Sergio Gorzy es uno de los periodistas más reconocidos y polémicos de Uruguay, pero por sobre todas las cosas un showman televisivo. Se define como una buena personas, un buen amigo y un buen trabajador. Es judío, su socio en todos sus negocios es árabe libanés, y su ex-esposa y su actual pareja son católicas.

¿Quiénes son los ídolos de Sergio Gorzy?


No se si tengo uno en especial. He tenido muchos a lo largo de mi vida por distintas razones.
Cuando era chico en la parte futbolistica tenía ídolos deportivos, por ejemplo Alberto Spencer que era un jugado ecuatoriano que jugaba en Peñarol y que sigue siendo uno de los jugadores más grande que hubo.

Después políticamente no tengo un ídolo definido. Si tengo gente que me llama la atención y que me gusta estudiar sobre sus biografías.En el caso de Uruguay  José Batlle y Ordóñez. También me atrae la vida y obra de otros personajes como Wilson Ferreira o Liber Seregni.

Culturalmente, voy rotando. Un rubro que me gusta es el tango, me parece muy interesante. Horacio Ferrer, Julio Sosa, Matos Rodriguez y ni hablar la biografía de Carlos Gardel que no tengo dudas que fue uruguayo pero reconozco que su gran triunfo fue por haber sido un porteño más.


Es inevitable preguntarte si sentis esa misma clase de atracción biográfica por nuestro actual presidente, el Pepe Mujica.

Creo que esta en otro nivel. Es un caso con un final de telenovela, como el mismo lo definió supo definir. Hay gente que compara lo que hizo Mandela con Mujica. Pueden llegar a haber puntos en común en cuanto lo que les toco vivir. Madela sufrió porque era negro, Mujica sufrió porque se meió en una lucha en la que perdió y le tocó sufrir. Fue horrible pero de alguna manera el sabía en qué baile se metía, aunque discrepo completamente con los 14 años de carcel.
De todas maneras me hago cada vez más hincha de Mujica, me encanta las cosas que dice, la poca bola que le da a todo el mundo. Creo que dentro de 50 años va a quedar en la historia y seguramente estaré leyendo su biografía.


¿Qué significa el futbol en tu vida?

Era mi pasión. Ahora puedo vivir sin el futbol. Me plantee en alguna época de estudiante el ir a vivir fuera de Uruguay y no podía, era imposible para mi no ir a ver a Peñarol los domingos. Era absolutamente impensable. Llegué a sentir el síndrome de abstinencia. Cuando empece como periodista deportivo pude unir mi pasión y mi hobby con mi profesión.En el año 86, en pleno mundial de fútbol, yo tenía una fe bárbara que Uruguay iba a salir campeón y convencí a mi padre que tenía que viajar a ver ese mundial. No salimos campeones, aunque para mi no estuvimos tan lejos. Cuando perdió el partido tuve una sensación de vació muy fuerte. Recién hace unos pocos años que me puedo dar el lujo de no ver un partido, de no ira la cancha y ni siquiera verlo por la tele, siempre y cuando no sea de una trasendencia importante.


¿Cómo fueron tus primeros pasos en el periodismo deportivo?

De chico me apasionaba el futbol, era tan enfermo por la materia que sabia mucho de todo lo que pasaba y tenía mucha memoria. Nunca soñe con ser jugador de futbol, era malo, yo sabía que no iba poder jugar. Mi verdadera vocación era ser periodista. aunque yo no me daba cuenta en aquella época. Saber mucho, tener memoria y pasión equivalía a tener un espacio en el ambiente del periodismo deportivo porque de hecho, aún hoy, casi que no hay una exigencia curricular, es más por la experiencia. Mi padre detectó todo esto y a través de un amigo me consiguió un laburito en radio Rural, esto fue en el año 74. Yo estaba en esa época en primero de preparatorio. Iba una vez por semana a la radio y los fines de semana tenía que ver un partido que después tenía que comentar. Después me siguió gustando tanto que estaba siempre buscando ese tipo de oporutnidades. De hecho no buscaba ninguna oportunidad en la que me prueben como jugador. Los regalos que me hacía mi padre en esa época eran por ejemplo una máquina de escribir, un grabador, de los primeros grabadores más o menos portátiles que eran bien grandes, cronómetros, radios y ese tipo de cosas.
A mi me daba cierta verguenza decir el trabajar como periodista  en una radio que no se escuchaba mucho cuando arranqué. Un compañero mío de la Escual Integral, que era el único que me escuchaba, después de unos meses lo comentó en la clase de historia dictada por el profesor Mena Segarra. El profesor escuchó el comentario y preguntó irónicamente: "Un judío en radio Rural" y comenzó a reirse. Era la época de dictadura y todo lo que tenía que ver con la parte rural era un tanto antisemita porque eran muy de derecha. En ese momento lo único que quería es que la tierra me tragara, estaba muerto de la verguenza.

¿Qué diferencias hay entre aquel periodismo y el de hoy en día?

Hay cosas buenas y malas. Antes el periodismo en el caso deportivo tenía la posiblidad de tener un espacio con más peso dentro de los medios. No había mucha televisión. Todo se centraba en los diarios y la radio. No somos un país tan futbolero, el futbol es la mayoría menor y eso los medios lo tienen claro.

¿Cómo te recibe el público?

El líneas generales creo que tengo muy buena aceptación. Además creo que estoy muy expuesto. En primer lugar, durante diez años tuve un programa de radio que la gente me llamaba y hablaba dos horas conmigo al aire y en directo. El programa era polémico y generaba debate. Yo estaba expuesto a que me dijeran cualquier disparate y eso no era lo común. Yo debo de ser el único periodista que va a la tribuna con los hinchas. Puede pasar que desde el anonimato de una barra muy grande en la cancha puedan decirme algo disparatado, pero me lo tomo con humor o como una provocación con humor de parte de ellos. Yo hacía exactamente lo mismo cuando iba a la cancha, les gritaba a los periodistas famosos cosas sólo para saber qué cara ponían. Aparte cuando me dicen algo les sigo el juego y pongo cara como que me cayó  mal. Es parte de un show. Yo soy polémico pero más que nada con mis colegas. Con la gente tengo muy buena onda.

¿Sos un poco trasngresor en ese sentido?

Creo que sí. Yo no me hago el guapo, cuando siento que algo me va a pasar lo evito. Pero en general estoy confiado que nada va a pasar.


Mundial de Futbol Sudáfrica 2010, ¿cómo sale Uruguay?

Creo que Uruguay en este campeonato del mundo tiene nivel como para ser uno de los que este animando el campeonato. Estamos a 6 partidos de la final del mundo. Van a jugar 3, pase lo que pase, van a faltar 3. Si clasificamos entre los dos mejores del grupo que nos tocó, tenemos muchas chances. Uruguay donde agarre un poco de viento en la camiseta es de esos países que pueden andar, de repente no es el favorito para ganar el mundial, pero últimamente los favoritos no lo han ganado. Pero está en el grupo de los equipos que donde te le distraigas gana dos o tres partidos y se coloca bien. Yo creo que Uruguay puede jugar la final, pero también creo que el nivel de Uruguay es para estar entre los 8 primeros del mundo.


¿Porqué el vuelco en tu carrera de un periodismo deportivo a un periodismo televisivo con programas como Buscadores y Verano a la Carta?

Buscadores nació porque yo ya había perdido esa adicción por el futbol. Me di cuenta que había un mundo más allá. Cuando hice ese click surgieron las ganas de hacer algo más y quería hacer un programa que no fuera de futbol. Es más durante mucho tiempo estaba prohibido en Buscadores hablar de futbol. Verano a la carta es más desde el lado de la frivolidad. Me contrataron para conducir un programa que ya había conducido Sergio Puglia. Se ve que en los canales en donde estoy notaron que tengo cierta facilidad con la conducción televisiva. Yo de hecho ni voy a la playa, me molestan las aguavivas, el agua fría, tomar sol por horas.La gente piensa que  yo vivo del futbol, pero yo vivo del periodismo.

El área de producción televisiva también te gusta mucho. ¿Te interesaría desarrollarla a futuro?


Mi verdadero sueño sería el poder producir cosas que yo no tenga que estar al aire. Generar productos o programas donde otros lo conduzcan. Como por ejemplo la Hora de los Deportes. Ese es el único programa que le encontré la vuelta que alguien lo produzca y no se sienta demasiado mi ausencia

¿Cuáles son los puntos en tu vida personal y profesional que te muestran como judío?

Es un tema muy complejo. Todavía no está muy claro qué es ser judío y quién es judío.
Para el judío hay diferente clases de judíos, no así para los no judíos que ven a todos como judíos. 
En general se controla si fue a la sinagoga, sino fue, si estudió en un colegio judío, eso me parece bastante perverso y lamentable.
Yo no hago nada diferente, por lo menos creo yo. Las situaciones que he defendido públicamente como periodista el estado de Israel fue porque yo estaba justo ahí como periodista. Yo creo que para mucha gente del entorno no soy tan judío, es más no estoy casado con una chica judía.

¿En qué te marcó haber estudiado en la Escuela Integral o haber ido a la NCI?

Si uno queria ser judío judío uno iba al Yavne. Creo que tanto la Escuela Integral como la NCI estaban más emparatendas con el sionismo. Me acuerdo que cuando yo iba a la NCI la gente se preguntaba si se podía ser sionista sin irse a vivir a Israel.  Creo que hoy eso ya ni se discute.

¿Cómo te ves de aca a unos años?

Yo creo que siempre trabajando. Tal vez un poco menos expuesto. Teniendo más días libres de los que tengo hoy. Pero no me veo muy diferente, tengo los mismos amigos de cuando chico. Mi grupo de amigos los conozco a casi todos desde los 5 o 6 años.


Muchas gracias Sergio!


De la Web a la Jupá

Hace más de 150 años el habitante de un Shtetl -pequeño pueblo de la Europa del siglo XIX con mayoría judía- que quisiera formar pareja debía atenerse a la voluntad de sus padres (y de los padres de la novia), quienes solían contratar los servicios del shadjn o casamentero.  

Las vías para formar pareja, casarse o simplemente conocer gente de la colectividad se transformaron al compás de los cambios sociales en general. Y uno de esos cambios los facilitó la tecnología, concretamente Internet.

Existen diversos canales de conexión: desde las páginas y aplicaciones en Facebook, el msn, los listados, hasta los pioneros portales de contactos. Basta con crear un perfil, subir una foto e intercambiar mensajes con los demás internautas.  

En 1999 el argentino Diego Arcusin detectó la falta de espacios de vinculación dentro de la Comunidad y creó Delacole.com (http://www.delacole.com), “un espacio absolutamente libre con el fin de brindar un punto de contacto para que la gente se conozca dentro de un marco de libertad, respeto al prójimo y apertura mental” que cuenta con un promedio de 5 mil visitantes diarios y 43 mil usuarios activos de Latinoamérica, Israel y Estados Unidos.

“Los usuarios, entre 20 y 70 años, se conectan con diversos objetivos, desde formar pareja hasta encontrar amigos, independientemente del sexo al que pertenezcan. A su vez, tienen creencias y convicciones muy disímiles. Buscamos que crezcan y se enriquezcan con el intercambio. Sólo pedimos respeto por el otro y usar los espacios del sitio sólo para los objetivos para los que fueron creados. En general el perfil socioeconómico se alinea con el de los internautas:  50% hombres y 50% mujeres, pertenecientes al segmento ABC1”, revela Arcusin.

Otros sitios apuntan exclusivamente a formar pareja, tal es el caso de Cupido Jai (http://www.cupidojai.com). “Tenemos como uno de los objetivos principales, la lucha contra la asimilación en países hispano-parlantes”, afirma Aharon Galer, director general del sitio gracias al cual 253 parejas llegaron al altar.

Galer asegura que la mayoría de los que se conectan a Cupido Jai, hombres y mujeres entre 35 y 40 años, busca pareja estable. Sin embargo admite que “algunos, generalmente hombres, buscan aventuras.” El sitio sólo permite el contacto entre hombres y mujeres. 

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Locas

"...Hacer penitencia en manicomios. Tras apoderarse de mi obra, me obligan a cumplir los años de prisión que tanto merecían ellos..."
Camille Claudel (1864-1943).

Camille claudel era una jóven con un talento artístico que igualaba su belleza física. Sin embargo pasó la mayoría de sus años de vida recluida en un manicomio donde muere luego de 30 años. Fue amante de su profesor y mentor Augusto Rodian. Camille desarrolló un tipo de retrato sensual e inapropiado para mostrar en público para la época. Fue justamente por este motivo que sus obras le fueron expropiadas, la internaron en el asilo para alienados de Montdevergues por órden de la familia y no la dejaron esculpir nunca más. En sus cartas, la jóven artista denuncia el horror y la desesperación de la situación absurda en la que se encuentra.

Sandra Masera retoma esta historia para escribir Locas, proyecto premiado por Fondos Concursables para la Cultura, MEC. Esta vez con la dirección de Lila García y una excelente actuación de Gabriela Irribarren.

Locas narra esta basada en la vida de Camille, pero el único personaje que se presenta en escena se llama Pilar. A través de un único personaje queda planteado el paralelismos entre la vida de Camille y la de muchas mujeres más de la época que por hacer un tipo de arte "diferente" al de la convención fueron recluidas y alejadas del mismo hasta sus muertes. Quizás este sea el motivo evidente de la utilización del plurar en el título, Locas.

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Los salvajes nuestro hermanos. Parte III

Diferencia y repetición

Si practicamos por un rato un juego de semejanzas y diferencias, es interesante verificar que, a pesar de que la sociedad moderna occidental tiene una estructura económica que se aleja en mucho –y no precisamente para mejor- de la “primitiva”, en ciertos aspectos mantiene, sin embargo, rasgos asombrosamente similares. Por más “desarrollada” que esté una sociedad, no desaparece el temor de que su identidad se disuelva al contacto con los otros. En ese sentido, Oriente y Occidente pelean por lo mismo: el predominio de su respectivo paradigma, de su modo de vida, de sus valores que –se llamen así o no- consideran sagrados.
Es en este punto donde podemos retomar la consideración de la terminología que nos convoca: choque de culturas, pero atendiendo ahora a la otra acepción posible, la que habla de “choque” en términos médicos, shock. Impacto, físico o emocional; trauma, golpe que marca de modo indeleble el desarrollo posterior de la vida. Una cultura resulta chocada, en efecto, cuando se confronta con la alteridad que la conmueve, que le hace saber que no es única, que comparte la tierra con otras miradas, otras voces, otras lenguas. Ante ello, se ponen en acción varios recursos que van desde ignorar al otro, profesar una indiferencia rayana en la negación –se sabe: no hay peor ciego que el que no quiere ver-, es decir anularlo simbólicamente hasta anularlo, aniquilarlo, física y tácticamente; hacerlo desaparecer ya que, con él, desaparecerá aquello que me cuestiona o conmueve mi propia identidad. Entre ambos extremos, claro, un amplio abanico. Sin embargo la historia dice que es en los extremos donde por lo general se ubica la cuestión. ¿Es posible pensar, entonces, que a más modernidad más salvajismo?
Para decirlo de otro modo: los tiempos postmodernos hablan una y otra vez del fin de los grandes relatos, el fin de la historia, la muerte del sujeto, la disolución de las identidades, la liquidación –en el sentido de lo que se vuelve líquido- de todo lo que hasta ayer era sólido, compacto, consistente. Daría la impresión, pues, de que a mayor inconsistencia mayor desesperación, más urgencia de recuperar un gramo de dureza y solidez, un punto firme sobre el que pararse en el tembladeral de los tiempos. Como diría Hamlet, the time is out of joint, pero en un sentido fuerte: los tiempos que corren -¡y cómo corren!- están desquiciados porque ya nada es lo que era, los nombres y las cosas no se corresponden, todo parece haberse convertido en fantasma, sombra o reflejo en el agua. ¡Ah, la vieja solidez de los mandatos, el añejo durar de los valores! Hay, junto a los gritos alborozados que celebran el derrumbe de todos los muros y todos los sistemas, un nostalgioso canto que duela y añora lo perdido.

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