Kasztner fue un judío húngaro, doctor en derecho, conocedor y admirador de lo mejor de la cultura alemana, que formaba parte de un pequeñísimo pero activo grupo de resistencia antinazi, "Vaada" (Comité de ayuda y rescate). Hacia mediados de 1944 Alemania claramente perdería la guerra, no obstante lo cual ocupó Hungría y se proponía exterminar a los judíos que allí había. En ese contexto, primero un miembro de la Vaada intentó una compleja negociación que involucraba a los nazis, aliados occidentales, organizaciones judías y otros para salvar a todos los judíos húngaros a cambio de 10.000 camiones, alimentos y dinero, fracasando por rechazo de los judíos y aliados. Gaylen Roos realizó un documental en base a esta historia que se exibió en el Festival de Cine Judío de Montevideo. En esta entrevista Gaylen nos cuenta cómo fue el proceso de armado de este documental de temática tan controversial. ¿Cómo la idea de este documental nació? Alrededor de 1997, estaba produciendo y escribiendo un documental sobre los bancos suizos y las cuentas del Holocausto (dinero de sangre: ORO NAZI DE SUIZA), y había una mujer, Alice Fisher, que llegó a Suiza, dijo, "en el tren Kasztner". Yo no sabía de qué estaba hablando. Le pregunté: "¿Qué es este tren, y qué fue Kasztner?" Y pensé: "¡Esto es increíble!" Había oído hablar de no-judios que rescataron a judios (como Schindler y Wallenberg) y todas las historias más pequeñas pero igualmente valiente (ocultando judios en los establos y en los áticos), sino que la idea de que era un Judio que rescató a miles de Judios durante la guerra, y no es ni siquiera una conversación, fue increíble para mí. Yo no sabía lo suficiente como para decir: "¿Es este hombre un héroe o no?" Yo ni siquiera entiendo el nivel de complejidad y controversia, que pronto me di cuenta, tenía esta historia. Pero pensé: "¿Cómo es que no está ni siquiera discutido? ¿Cómo es que no está en nuestros libros? ¿Por qué no lo gritan a los cuatro vientos? " Había un Judio, Rezso Kasztner, que negoció por miles. Y el hecho de que fue borrado de las enseñanzas de nuestro Holocausto fue increíble para mí. Fue entonces cuando me puse a investigar, y los que sabían algo de la historia dijeron: "No hagas esto. No vayas allí. Es demasiado controversial. Es muy difícil ". Y entonces dijeron: "Bueno, si vas a hacerlo, habla con el profesor Egon Mayer". Ya falleció, pero trabajó conmigo en la película. Su madre estaba embarazada de él en el tren Kasztner. Él era un profesor. Su especialidad era la sociología, no la historia, pero como su vocación, él era el que en los EE.UU. se convirtió en el guardián de la llama. Mayer fue moderador de un simposio en el Museo del Patrimonio Judío en Manhattan en junio de 2001, justo antes del World Trade Center. Hemos filmado, y ese fue el primer y único simposio sobre Kasztner en Estados Unidos. |
El Primer Ministro de Israel sorprendió recientemente a sus ministros en una de las sesiones del gabinete, al declarar que lo más importante es “preservar la mayoría judía dentro de Israel”. En un debate sobre los cambios demográficos que pueden llevar a que en unos años haya mayoría árabe entre “el Mediterráneo y el Río Jordán” ( o sea tomando al Israel soberano y a Judea y Samaria, o sea Cisjordania, que están en disputa, como a una unidad), Netanyahu dijo: “No me importa si hay medio millón más o menos de palestinos porque no tengo ningún deseo de anexarlos a Israel. Quiero separarme de ellos para que no sean ciudadanos israelíes. Mi interés es que haya una mayoría judía sólida dentro del Estado de Israel. Dentro de sus fronteras...y estas serán definidas”. El patético intento de algunos de sus ministros de esconder la cabeza como una avestruz, pidiendo que otros expertos les proporcionen otros datos (no hay peor ciego que el que no quiere ver), no cambiará la realidad. Fue bueno oir al Primer Ministro dejando en claro su visión de futuro. Seguirá sin duda presentando posturas que la oposición le criticará en distintos puntos de la discusión pública israelí sobre cómo proceder con los palestinos y cómo actuar en cada etapa del camino hacia un acuerdo o qué hacer si el acuerdo no llega. Pero la frase que le citamos de esa reciente reunión de gabinete, es la clave. Pero nosotros iríamos un paso más adelante todavía, precisamente porque hay todavía quien no quiere ver, y no comprende cómo afectará eso el futuro de Israel. Está bien, a nuestro criterio, que Netanyahu no quiera anexar a la población palestina que reside en los territorios en disputa. Nos parece muestra de inteligencia. Pero el Primer Ministro también debe tener claro que sí importa si son “medio millón más o menos”, porque es cuestión de clara demografía. Y ese elemento debe ser clave en la discusión interna. Debería bastar ese argumento para comprender por qué es mejor separarse, sin que eso signifique en absoluto que se quita valor a las consideraciones históricas y bíblicas. Pero al fin y al cabo, lo principal, es todo lo que el pueblo de Israel tiene todavía por vivir en el futuro y cómo lo hará. En el Israel soberano , hay algo más de 5.800.000 habitantes judíos y más de 1 millón y medio de ciudadanos árabes. En la Franja de Gaza, hay 1 millón y medio de palestinos y en Cisjordania algo más de 2 millones y medio. Según el Profesor Arnon Sofer, uno de los más preocupados expertos en la materia -porque estudia el tema a fondo y hace un seguimiento del proceso- en el año 2030, por simple cuestión de crecimiento vegetativo, el 40% de los habitantes en la unidad compuesta por el Estado de Israel y los territorios en disputa serán judíos y el 60% árabes. Esta consideración tendría que ser suficiente para que se halle con urgencia una fórmula de solución al conflicto en la zona, que incluya retiradas que permitan que la población palestina esté en su Estado propio, separado de Israel. Dado que resulta imposible concebir a cualquier gobierno israelí aceptando un retorno a las líneas del '67 , o sea una retirada total de los territorios en cuestión, podría aplicarse el modelo de los “bloques”, que dejaría en manos de Israel la enorme mayoría de los israelíes que viven hoy en asentamientos (aproximadamente el 80%) pero no a los palestinos. “Eso sí cambiaría radicalmente la situación”, dice el Profesor Sofer. |
“El amor es la mejor música en la partitura de la vida. Sin él, serás un eterno desafinado, en el inmenso coro de la humanidad." (R. Schneider) No existe ser humano que no quiera amar, que no desee entregar su corazón a sus familiares o pareja; pero la realidad es, que no siempre sabemos cómo hacerlo. Hay multitud de referencias literarias que hablan sobre las relaciones interpersonales, porque todo lo concerniente con nuestro entorno está basado en alternar con otras personas, sea con los compañeros de trabajo o estudios, amigos, pareja, […]. Al ir creciendo y desarrollándose el deseo de amar, el individuo aprende que le conviene cooperar y crear lazos de amor con su entorno, para ganar así lo que no puede conseguir por sus propios medios. Mientras más crece el deseo del hombre, más disfruta aprovechándose del prójimo, pensando que será más feliz si domina al resto de las personas por su propio bien. Pero al alcanzar la última etapa de su desarrollo, descubre que lo que más le falta es la capacidad de amar y otorgar ilimitadamente. Una relación nos puede llevar desde un estado de completa felicidad, pasión, amor y demás sensaciones placenteras, a hacernos sentir plenamente vulnerable y desmembrados. Realmente podemos decir, que las relaciones son fuente de reacciones, ya que es una de las cosas más difíciles de controlar y comprender. La filosofía cabalística puede ser contradictoria a lo que normalmente tenemos concebido en lo referente a las relaciones interpersonales en el sentido amplio del concepto. En las relaciones de pareja, muchas veces nos lleva la deficiencia de nuestra autoestima a buscar “personas ideales” o “amores perfectos”, porque como no valoramos debidamente nuestra autoestima, queremos validarnos logrando amores “inalcanzables”, dejando en cambio pasar a personas que sí nos aman, porque no están de acuerdo con esos ideales. Esta dinámica interna, que está basada en el desconocimiento y la falta de autoaceptacion, puede conducir a desarrollar relaciones inmaduras. Cuando en una relación hablamos de las “almas gemelas”, hacemos referencia a que el alma que conecta con la pareja del alma permanece constantemente centrada e inalterablemente en equilibrio, más allá de todos los acontecimientos exteriores que se puedan producir. Para entender a la otra persona debemos salir de nuestra zona de confort para introducirnos en el mundo de la otra alma. Este método no suele ser habitual a la hora de establecer una relación, sino más bien nos dejamos influir por el exterior de la persona. Los cabalistas definen, que el amor más básico está infundido por la atracción física, ya que es lo primero que nos suele llamar la atención por motivos obvios. Este tipo de relaciones se basa, generalmente, en la admiración por el otro y el sometimiento o distorsión de nuestra propia personalidad para mantener el vínculo. Las relaciones basadas en la atracción física pueden resultar engañosas, haciéndonos creer que estamos enamorados. Las relaciones sin una conexión espiritual no pueden sobrevivir. Hoy en día es prácticamente imposible que dos personas mantengan una relación a largo plazo, a no ser que exista una conexión espiritual entre ellos. Tener una conexión de este tipo significa, que ambas partes saben cuál es el propósito de su existencia: el embarcarse en la jornada espiritual y alcanzar el objetivo espiritual de la vida. Entonces la pareja tendrá algo que realmente los conecta, y estarán en una "célula" mutua juntos. Cuando las personas se enamoran ponen en marcha un mecanismo psicológico, que unido a los cambios bioquímicos, cambian de inmediato la manera de percibir al otro y lo que se relaciona con él. Uno de esos mecanismos es el de la protección de la personalidad que consiste en atribuir al otro, sin fundamento suficiente, cualidades, deseos o sentimientos que producen ansiedad. En el enamoramiento lo que se proyecta sobre el otro no es lo “negativo”, sino ideales y aspectos que todavía no hemos desarrollados en nosotros mismos. Un cabalista preguntaría en este caso, ¿qué es lo que me enamora de esa otra persona? |
Es iz shver tsu zain a Id ¡Qué difícil ser judío! (proverbio idish) Contemplar el edificio de la AMIA es experimentar de manera patente el efecto del pasado sobre la arquitectura presente. Un predio que con sus homenajes y memoriales se esfuerza de manera sostenida por impedir el olvido del horror, debe prestar su materialidad al desarrollo de las rutinas propias de la institución. Increíblemente los cambios más notorios que dejó el atentado del año 1994 en el paisaje de la calle Pasteur son árboles y bloques de cemento. Elementos de naturaleza muy distinta. Para llegar a la AMIA recorro las hileras de árboles que recuerdan a las víctimas, a sus pies las placas de mármol en donde se tallan los nombres, desplegados desde Córdoba hasta Corrientes. Es imposible no leer en el follaje la metáfora inevitable de la persistencia, la constancia insuperable de la vida. De repente, las filas arbóreas son interrumpidas por los pilotes antiexplosivos. Bloques rígidos, inertes e incoloros, a cuya visión, más propia de un emplazamiento militar que de un sitio dedicado entre otras cosas a la cultura, nos han acostumbrado demasiado fácil los dos atentados. Los pilotes se han esparcido por la mayoría de las instituciones judías (escuelas, sinagogas, clubes etc.), haciendo que todas ellas participen de una referencia no disimulada a este punto central, la AMIA, dotando de una imagen homogénea a la noción bastante más abstracta de “comunidad”. A nivel funcional, la tranquilidad que brindan los bloques es tanta como la amenaza que presagian. En la dimensión comunicacional, los pilotes me anticipan, en mi carácter de visitante, los restantes dispositivos de seguridad que deberé atravesar para ingresar a la entidad. Primero me enfrento a un bitajon (seguridad en hebreo) apostado del lado de afuera, y en compañía tiempo completo de un oficial de la Federal. Me interroga si he estado antes en la AMIA. Le contesto que sí y quiere saber los motivos. Vine a recitales de klezmer, a ver películas, a conferencias (como ese mismo día), y mi respuesta lo contenta. Los bitajon interpelan con una expresión solemne y grávida que parece un homenaje lejano a los jaialim, los soldados israelíes, adolescentes tardíos que viven su destino militar con melancólica resignación. |
Sobre la mesa está la jalá: el pan simbólico de la cultura judía. Es metáfora del maná que, en el desierto, Hhvh da a su Pueblo. Para que el año que entra sea dulce, se le ponen pasas y nueces y se la moja en miel. Para que sea fértil, se le agregan semillas. Para que sea vínculo con lo siempre continuo, con lo eterno, con el D´s innombrable, en Año Nuevo, a la jalá se le da forma de espiral. Así, el ciclo de la vida y la plenitud del universo se representan con el cuerpo espiralado de ese pan. La espiral en las matemáticas En su obra "Lógica y misticismo", Betrand Russell compara a las matemáticas con la más alta poesía. Según Russell, ambas dan al ser humano la sensación o el sentido de trascender su humanidad. Desde las matemáticas, la espiral se define como una curva que emana de un punto central, ampliándose progresivamente a medida que gira sobre su eje. Ese curvo viaje proporciona lo que, desde la perspectiva psicoanalítica, Carl Jung llama la función trascendental de la psique. Así, representa el encaminarse que lleva hacia la completa realización de nuestro ser individual. En la naturaleza Como un eterno poder generador, las espirales existen en nuestro cuerpo físico: cerebro, oídos, huellas digitales. En su obra "Del crecimiento y de la forma", el biólogo y matemático D’Arcy Wentworth Thomson describe cómo la concha del caracol se forma rotando alrededor de un eje. Aunque éste permanece fijo, la curva crece en progresión geométrica. La metáfora de la concha sugiere la forma espiralada del sexo femenino, nuestra puerta hacia la vida. Hasta la molécula de ADN es una espiral de doble hélice. Y, cuando se mira hacia arriba y en derredor, la vemos girar en las galaxias y en la forma de las rosas, las margaritas y los girasoles. Inspirándose en caracoles, en la nervadura de las hojas, en las flores que, a través de sus pétalos, viajan a un punto, el arquitecto Antoni Gaudí diseña sus casas, su parque y catedral. Como una metáfora de la vida orgánica, como una difusa analogía entre el arte, las bestias y las plantas, en Nueva York, Frank Lloyd Wright presenta el Museo Guggenheim. Se trata de una sinuosa galería creciente, alusiva a las relaciones entre la naturaleza y la cultura. De modo análogo a estas formas arquitectónicas, muchos animales tienen cuernos espiralados. A través de uno de esos cuernos, el sonido gira en la sinagoga para Rosh Hashana y Yom Kipur. |
Toda jerarquía es un edificio endeble, con frecuencia lleno de grietas que se ocultan a la vista mediante diversos procedimientos cosméticos. Toda pirámide jerárquica tiene en la punta, en el vértice, un ángulo agudo, filoso, seco, donde se sienta - muchas veces no durante mucho tiempo- el Mandamás de turno. Hay personas a las que les encanta dar órdenes, verse en lo alto de la pirámide imaginaria pero tan real y tangible como las egipcias, infinitamente más débil, menos firme, más tosca. La piedra con que se construyen los diversos y más variados modelos de edificios y monumentos evidentes del Poder es una piedra erosionable, se consume con facilidad por el paso del tiempo, por las indignidades disfrazadas de virtudes, por el hablar en voz baja y continuo de la gente: murmullos, rumores, habladurías, vientos o brisas que van y vienen sobre la superficie pétrea, que la deforman o deteriorían, que acaban por descubrir, en la superficie cutánea que cubre su intimidad, el primer signo de sus fallas más hondas, de sus sarcomas venéreos. LA CÓLERA DE HITLER Cuando se enfrentaba a sus generales, ante la menor sugerencia de contradicción, Adolf Hitler entraba en trance. Era un trance súbito, rabioso, incontenible: golpeaba la mesa donde se extendían los diversos mapas y cartas de guerra (en una ocasión llegó a aplastar un modelo en miniatura de un tanque "Panzer" que se encontraba sobre el campo imaginario de maniobras), echaba espuma por la boca, todas las glándulas de su epidermis se ponían al unísono a transpirar, a destilar un helado sudor cuya composición sólo Goebles y Mengele conocían. Gruesas gotitas de este líquido funeral le cubrían de pronto el cuerpo, la voz se le hacía más fina, más aguda, como si la garganta se cerrara un poco, como si en los distintos músculos y tendones que controlan el movimiento de la laringe sobreviniera un calambre atroz y prolongado. -Atchtung! Atención: el Fürher tiene un deseo, y los deseos son órdenes. Al menos el deseo del mandatario suele ser una orden, un ronquido, un golpe. Alejado de la ola de la caricia y más cercano a la condición crespa y erizada de los desfiladeros, el deseo de un dictador hiela la sangre y la agria. Pero siempre hay alguien, más cerca o más lejos, que se burla de estos deseos omnipotentes: miles de bufones y otros integrantes de las cortes, a lo largo y lo ancho de la extensa historia universal, han sido mandados decapitar por eso. Un oficial de pequeña estatura llamado Günter se mofaba en secreto de Hitler, de su furia, de sus gestos. En la clandestinidad, pero metido en el corazón mismo del alto mando alemán, el cabo Günter se las arreglaba para componer cuartillas satíricas, al mejor estilo picaresco de Leipzig, y las hacía circular no sin precaución entre los adustos generales y asesores de confianza del número uno. |
Como judíos estamos acostumbrados a estar solos. Desde nuestra concepción, recorrimos un camino como extranjeros respecto a identidades religiosas, culturales, y nacionales más grandes. Nuestra tradición nos enseñó que ese era, o que ese debía ser, según algunos, nuestro destino. Siglos de antisemitismo han hecho de la soledad parte de nuestra naturaleza. La creciente desligimitización de Israel en varias partes del mundo nos resulta familiar y encaja con lo que hemos aprendido a esperar de los otros. Estar solo tiene sus ventajas. Ha creado una cultura judía en torno a aspiraciones morales y espirituales que fija nuestros propios estándares y no esta satisfecha con lo que hacen otros, con ser simplemente una nación como el resto. Del lado negativo, más allá del precio psicológico de la soledad, ésta puede crear una profecía auto-cumplida de desesperación que en sí misma sabotea cualquier aspiración que involucre a otros. Cuando todo el mundo es tu enemigo, uno difícilmente trata de hacer amigos. Al generar una suerte de sordera hacia las palabras, críticas, o sugerencias de otros, estamos saboteando nuestra aspiración a la excelencia moral y espiritual. Dos hechos notables sucedieron recientemente que, dada nuestra mentalidad solitaria, han pasado sin demasiada repercusión. El primero fueron las acciones del gobierno griego, y hasta cierto punto de los gobiernos francés y turco, para prevenir la partida de la flotilla a Gaza, que más allá de su resultado, hubiera aislado aun más a Israel a los ojos del mundo. El segundo hecho fue la cooperación hacia Israel en ciudades europeas para evitar que activistas pro palestinos embarcaran en aviones hacia Israel y generaran una pesadilla en cuanto a relaciones públicas, que hubiera aislado a nuestro país nuevamente. Cuando el mundo actua en contra nuestro frecuentemente asentimos unos con otros y decimos “¿qué más esperabas? Estuvimos solos, estamos solos, y estaremos siempre solos”. Sin embargo, cuando ocurre lo contrario, parecería que carecemos de las categorías mentales para absorber el hecho. Nuestra capacidad de sintonía parece no programada para captar esa frecuencia. Como resultado tanto perdemos una oportunidad como dejamos de aprender para el futuro. |
Los Beatles siguen sonando fuerte. Dejaron de existir como grupo hace cuatro décadas, pero siguen siendo nuestros contemporáneos. El Cirque du Soleil representa sus canciones desde hace cinco años en Las Vegas. The Beatles:Rock Band es uno de los videojuegos más exitosos de la década. A punto de cumplir 71 años, Ringo todavía ofrece shows por el mundo y Paul sigue sumando logros: en mayo, protagonizó la primera transmisión on line en alta definición de uno de sus conciertos, en vivo desde Río de Janeiro. Nada mal para alguien que acaba de cumplir 69. Cuarenta y un años después de su separación, la historia de los Beatles se las sigue arreglando para formar parte del presente. Un presente que atraviesa generaciones y fronteras y que, contra todo olvido, ha construido incluso su propio mapa literario. A favor y en contra, con vitalismo o nostalgia, también en la literatura las resonancias de "los cuatro de Liverpool" siguen vigentes. "Sé que a usted, en general, no le interesa la música. Pero los Beatles son grandes músicos", le dijo Sabato a Borges el 21 de diciembre de 1974, durante una de las conversaciones recopiladas en Diálogos. Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato . "Creo que sí. Mi sobrino me dijo una vez: vas a oír un disco. Lo oí y quedé muy enternecido. Eran los Beatles", cuenta Borges, para sorpresa de su interlocutor y de quienes jamás hubieran sospechado que el gusto borgeano por la cultura anglosajona tenía un rincón para el rock'n roll . Por supuesto que "enternecido", en boca de Borges, puede sonar ambiguo y, a veces, casi acusatorio. En definitiva, se trata del mismo oído que registraba en Gardel un "sentimentalismo barato". Alejado de los detallados juicios estéticos y más preocupado por la dimensión filosófica, por la misma época Woody Allen, en Nueva York, hacía de Lennon, McCartney, Harrison y Starr uno de los grandes hitos existenciales del hombre moderno. ¿Qué era el "hombre moderno" sino "toda persona nacida después del edicto de Nietzsche ?Dios ha muerto' y antes del éxito pop ?I Wanna Hold Your Hand'"?, escribe en Perfiles (1975). Es probable que un título como "Quiero tomarte de la mano" no sonara exactamente como la garantía más sólida para la fundación de un nuevo imaginario, pero ¿quién podría decir que ese hito del pop no tiene hoy un verdadero carácter historiográfico? "El pelo largo de The Beatles, que hoy nos parece una banalidad, en realidad no lo fue. Más bien todo lo contrario: yo creo que fue un hecho decisivo para el rock, porque creó un sentimiento de identidad totalmente distinto del capitalismo", parece contestarle a Woody Allen el español Enrique Vila-Matas desde su novela París no se acaba nunca (2003). Aun así, no son pocos quienes han intentado una y otra vez recriminarles a los Beatles el supuesto estigma de la banalidad. En su última novela, Solar (2010), el inglés Ian McEwan, por ejemplo, hace caminar a su patético e insensible científico Michael Beard a través de un desierto en el que una banda militar improvisa algunos temas de los Beatles. En ese momento, Tarpin, un viejo enemigo mortal, surge de la nada: |
Santiago Kovadloff (Buenos Aires, 14 de diciembre de 1942) es ensayista, poeta, traductor de literatura de lengua portuguesa y autor de relatos para niños. Se graduó en Filosofía en la Universidad de Buenos Aires. Es Doctor Honoris Causa por la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) y profesor honorario de la Universidad Autónoma de Madrid. Es miembro correspondiente de la Real Academia Española, miembro de número de la Academia Argentina de Letras y de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. Se desempeña profesionalmente como profesor privado de Filosofía y conferencista. Es colaborador permanente del diario La Nación de Buenos Aires. Su obra literaria incluye los siguientes títulos: Ensayos: El silencio primordial, 1993; Lo irremediable, 1996; Sentido y riesgo de la vida cotidiana, 1998; La nueva ignorancia, 2001; Ensayos de intimidad, 2002; Una biografía de la lluvia, 2004; Los apremios del día, 2007; El enigma del sufrimiento, 2008 y El miedo a la política, 2010. Poesía: Zonas e indagaciones, 1978; Canto abierto, 1979; Ciertos Hechos, 1985; Ben David, 1988; El fondo de los días, 1992; Hombre en la tarde, 1997 y Ruinas de lo diáfano, 2009. Relatos para niños: República de evidencia, 1993; El tobillo abandonado, 1994; Agustina y cada cosa, 2001; Natalia y los que luces, 2005 y La vida es siempre más o menos, 2005. Traducciones: es suya la primera versión completa al castellano del Libro del desasosiego, de Fernando Pessoa (2000). Asimismo, es autor de la traducción de Ficciones del Interludio (2004), del citado Fernando Pessoa. También tradujo textos de los poetas brasileños Carlos Drummond de Andrade, Manuel Bandeira, Ferreira Gullar, João Cabral de Melo Neto y Murilo Mendes, entre otros. Ha vertido al portugués canciones de Joan Manuel Serrat y uno de los espectáculos del conjunto argentino Les Luthiers. Con Marcelo Moguilevsky y César Lerner integra un Trío de Música y Poesía. Obras suyas han sido vertidas al portugués, al francés, al alemán, al italiano y al hebreo. En 2010 la Academia Argentina de Periodismo le otorgó su Pluma de Honor por la tarea que desarrolla en la prensa escrita. La diáspora en la lectura de Levinas Después de la creación del Estado de Israel uno de los interrogantes filosóficos y sociales más interesantes que surgieron en el mundo judío es el significado de la diáspora. Históricamente la diáspora fue una fatalidad si exceptuamos la lectura judeo-ortodoza para la cual la diáspora es una necesidad. Para quienes no nos identificamos con una lectura ortodoxa estricta la diáspora fue una necesidad impuesta por circunstancias históricas tan eminentes como las religiosas. Es decir que las religiosas no fueron las dominantes en esta lectura no ortodoxa. En consecuencia la creación del Estado de Israel introdujo una variable inédita en la historia del judaísmo que es la de terminar con la diáspora, es decir escapemos al terreno de lo ineludible por la vía de la adopción de la identidad israelí. Israel recibió inmenso y entusiasta apoyo de la diáspora, pero mucho más apoyo entusiasta que inmigrantes. Es decir que los judíos en su inmensa mayoría optaron por vivir fuera de Israel. La fatalidad o lo ineludible de la dispersión había perdido sentido en la medida que existía la opción de la libertad de ganar una identidad nacional judía. Si se puede elegir ya no se está obligado a estar en la diáspora. Esta tiene sentido como una instancia de lo ineludible. De manera que esta instancia desaparece en la medida que Israel existe. Aún cuando no se opte por la identidad israelí, desaparece la noción de lo diásporico como identidad de lo ineludible. ¿Dónde están los judíos que no están en Israel y a mi entender ya no están en la diáspora? Uno de los pensadores contemporáneos que intentó abordar el significado de identidad judía tras la creación del Estado de Israel sin renegar del concepto de lo diásporico fue Emanuel Levinas que está entre los primeros pensadores de la diáspora que tras la creación del Estado judío se pregunta por el porvenir del judaísmo, tanto en Israel como fuera de Israel. El diagnostico, en primer lugar muy exigente, el dice que fuera de Israel el judaísmo no tendrá porvenir si no se reaprende hebreo y se vuelve a estudiar lo judío desde la lengua hebrea. El estima que esto difícilmente ocurrirá. Por lo tanto implícitamente nos dice que el porvenir del judaísmo en lo que él llama la diáspora está muy comprometido. A Israel el le exige que reconcilie la política con la religión para que la política sea un ejercicio del mandato religioso judío fundamental que es la justicia. El entiende que Israel no puede ser un Estado como los demás en la medida que debe permitir que la vida privada y la vida pública de los judíos se reconcilie en Israel en el marco de la tradición judía, cosa que en el mundo occidental y en la diáspora en general ya no era posible porque a partir de la revolución francesa lo público y lo privado quedaron escindidos. Se podía ser judío en la vida privada pero en la vida pública se es un citoyen. Él le pide al judaísmo Israel que reconcilie lo privado y lo público haciendo del judaísmo el eje vertebrador de la realidad israelí en términos del cumplimiento de un mandato profético. El empieza a escribir sobre estas cuestiones aproxidamente en 1951, tres años después de la fundación del estado de Israel y a lo largo de 15 años el sigue escribiendo distintos ensayos y notas sobre la cuestión judía en la diáspora de Israel. Todos esos textos están reunidos posteriormente en lo que se llama "La difícil libertad". "El otro" en el pensamiento de Levinas En lo que refiere a Israel la idea del rostro y del otro están muy presentes porque entiende el que la política en Israel debe ser el despliegue y el cumplimiento de un acto de solidaridad con el prójimo que está en la base de la práctica política. El advierte que Israel se va desviando de este sustrato ontológicamente judío para convertirse en una sociedad secular. El exige religiosidad y más aún firma siguiendo a Martin Buber, Israel no puede ser un estado como los demás. EL concepto de "trascendencia" en Levinas Para Levinas la trascendencia se cumpliría en la diáspora mediante un acceso básico a la lengua hebrea que es la que permitiría salir de lugar de fuerte secularización. En el caso de Israel mediante la reconciliación de la vida pública y privada sobre los momentos religiosos de la tradición judía. El destino de las religiones, más específicamente de la religión judía En Levinas el porvenir del judaísmo es indisoluble de la religiosidad, así como en Buber, pero por religiosidad ellos no entienden una práctica litúrgica determinada sino una práctica intelectual determinada. Tiene que ver con el lugar del estudio en la construcción de una identidad judía. La tarea del judío es ser un exegeta. Se entiende entonces que el porvenir del judaísmo está muy comprometido, que los judíos afectados por una fuerte secularización se han ido inclinando hacia el gerenciamiento del judaísmo y no hacia el estudio. Hoy al frente de las entidades judías hay empresarios y no rabinos e intelectuales. La adaptación a estos tiempos implica una agonía que lleva al exterminio. La creencia Ninguno de los dos es un creyente en el sentido de la práctica litúrgica convencional, me refiero a Buber y Levinas. Los dos entienden que ser judío es consagrarse al prójimo, tanto en el orden comunitario como en el orden dialógico. Fuera de ese espacio de judaísmo tienen una subsistencia retórica. El futuro Yo creo que ante todo la diáspora ha dejado de existir, es una teoría personal con cuyas consecuencias estoy dispuesto a cargar. Yo creo que no hay judaísmo, sino judaísmos, que uno de ellos es el argentino o el rioplatense, porque es muy difícil distinguir entre la práctica judía argentina-uruguaya. Me parece a mí que hay judaísmo, que Israel es una de las configuraciones posibles de los judíos y que su centralidad sólo tiene relieve si hablamos de lo político, en lo cultural no tiene centralidad, sólo tiene protagonismo. También creo que el judaísmo argentino en particular es un judaísmo de gran riqueza intelectual, desoídas por las instituciones judías centradas en otras temáticas como el antisemitismo. Nuestras instituciones no estudian a nuestros pensadores. La vitalidad del judaísmo se puso de manifiesto en muchos momentos. Se puso de manifiesto en los años de dictadura militar, se puso de manifiesto a través de la producción literaria musical y científica muy interesante con fuerte participación judía y con un rasgo judío que es la capacidad de explorar lo problemático. Eso ha vitalizado mucho a la política argentina, creo que en este momento hay indicios de esto. Personalmente no creo que estemos condenados a desaparecer mientras el judaísmo sea una pasión y no simplemente una práctica ciega. El riesgo más profundo que amenaza al judaísmo es el riesgo a la indiferencia. |
Hace pocos días se encendió una luz roja en Jerusalem. No fue la primera vez…pero fue especialmente fuerte y explícita. A raíz de la detención por unas horas del Rabino Dov Lior de Kiriat Arba, bajo sospecha de incitación a la violencia al haber apoyado un polémico libro de reglas religiosas sobre comportamiento en guerra contra no judíos, numerosos jóvenes lanzaron una preocupante protesta en la capital. Si bien el bloquear calles de Jerusalem sentándose sobre el asfalto es molesto-e ilegal, ya no que no era una manifestación autorizada- eso fue sólo una expresión original del fenómeno de fondo,verdaderamente preocupante. Cientos de jóvenes, en su mayoría identificados con el sector más conservador del sionismo religioso que ve en el rabino Lior a su líder-algunos observadores les tildarán de los más “extremistas” en el mapa político israelí- se lanzaron a una protesta abierta no sólo contra la detención del rabino, que consideraron una ofensa a su condición de figura religiosa, sino también contra el gobierno de Derecho en Israel. Se agolparon frente a la Suprema ´Corte de Justicia de Israel, tratando de irrumpir a su interior, insultando a los jueces y la policía y aclarándoles que no tienen derecho a detener a un rabino como Dov Lior, quien dicho sea de paso había sido detenido para ser llevado a investigación, ya que se negó durante mucho tiempo a presentarse, y fue luego puesto en libertad. Cabe preguntarse si era sabio y necesario detener a un rabino en relación al tema de un libro considerado de carácter religioso, por más polémico que sea su contenido, que no fue él quien lo escribió aunque sí le dio su aval explícito. Pero ese no es el tema. El problema de fondo es que un determinado sector de la población considera que el Gobierno de ley no es el que cuenta en un Estado independiente, en el Estado judío y democrático de israel, y que la superioridad la tiene la religión. “La Torá no necesita la aprobación de nadie”, dijeron en forma efectista los manifestantes y lo dijo el propio Rabino Lior. Pero no fue la Torá la detenida por la policía de Israel sino un rabino cuyas posturas se consideró importante verificar, por temer que se corría el riesgo de que conduzcan a la violencia. A decir verdad, nos parece que inclusive a aquellos habitantes de Israel que rigen sus vidas de acuerdo a los 613 preceptos de la Torá, tendría que chocarles que Lior u otros rabinos se coloquen casi como sinónimo de los mismísimos primeros cinco libros sagrados de la Biblia….Es un manipuleo peligroso poner a la Torá de víctima, cuando alguien, una persona, es interrogado por el gobierno de Ley. Y es peligroso para el país que un sector de la población considere que es inaceptable que se detenga a un rabino….Nadie debe estar por sobre la ley. Ni los rabinos ni nadie. ¿Dónde quedó el “Dina De Maljuta Dina”, de la época del Talmud, que recordaba claramente que “La Ley del reino es la Ley”, en referencia a la ley del Estado? Eso no debe ser tomado como una afrenta y ofensa a la religión. En realidad, consideramos que especialmente el sionismo religioso, que toma parte activa en la construcción diaria del Estado y aporta en varias áreas de actividad nacional, también en la defensa del país, debería ser el primero en pedir que se respete la estructura del Estado judío, que hace tan solo poco más de 60 años estaba lejos de ser algo que podía darse por sentado. |