Iamim Noraim 5773

Y le dijo el Eterno a Moisés: Diles a los hijos de Israel: el día primero del mes séptimo será para vosotros día de descanso, de convocación santa, y lo conmemoraréis al son de trompetas». (Lev. XXIII, 23-24)… «Y le dijo el Eterno a Moisés: Y el día diez de ese mes séptimo será día de expiación (Yom Kipur), de santa convocación para vosotros». (Vv.26-27).

Lo que se ordena en Levítico - en el mismo capítulo donde se detallan las otras fechas centrales del calendario: Pesaj, Shavuot y Sucot - es lo que posteriormente quedará identificado como Iamim Noraim, los «Diez Días Terribles». Todas, fechas que serán «Ley eterna para vuestras generaciones».

Curiosamente, la convocatoria de lo que habrá de ser Rosh Hashaná se indica para «el primer día del mes séptimo», o sea, no al comienzo del año, sino bastante avanzado su curso. De ahí que el sentido de la fecha no pueda extraerse de un tiempo-calendario, sino de otro aspecto del tiempo.

Lo que parece decir el texto es que lo santo puede ingresar en medio de la temporalidad, en el centro mismo del desarrollo de la vida, cuando estamos ocupados con las tareas diarias y con las demandas cotidianas.

Ahí, precisamente, se hace imperioso parar: como en el séptimo día, es en el séptimo mes - realizada ya buena parte de la obra del ciclo anual - el momento en que urge evaluar, sopesar, medir los propios actos, rever las decisiones y advertir los errores, tanto como los aciertos.

Es que las cosas humanas no son creatio ex nihilo, no partimos de cero. Estamos, siempre, en el tiempo. Ahí es donde cobra su sentido la teshuvá, el retorno.

Reconducir los pasos estando ya en el camino: oportunidad que nos libera de las falsas determinaciones, nos releva de la idea de destinos ya decididos y nos abre a la escucha de esa trompeta, el shofar, que no es otra cosa que el llamado de y a la libertad.

Leer más...

El “No reconocimiento” y sus implicancias

En el año 1948 nació el Estado de Israel. Rebelión contra el destino histórico. Luego de dos mil años de pasividad, el Movimiento Sionista consideró que no había que esperar más algo o alguien que queremos que venga –el judaísmo quiere, en lo personal también quiero- pero no sabemos ni cuando, ni cómo, ni donde. El Movimiento Sionista sentó y consolidó las bases del Estado de Israel. Para muchos, contradiciendo aparentemente lo anterior, “el comienzo de nuestra redención”.

En 1948 nació el Estado de Israel a pesar de que no fue reconocido por el mundo árabe en general (tampoco por los ultra ortodoxos, pero eso nos llevaría a otro tema, insinuado al principio, el cual trataremos en otro momento).
Ese no reconocimiento por parte del mundo árabe ha sido –de acuerdo al criterio de quien esto escribe- la raíz de lo que conocemos como el “Conflicto del Medio Oriente”.

Para reafirmar esto, en el año 1967 luego de la guerra de los Seis Días, en lugar de flexibilizar su posición, en una Conferencia realizada en la ciudad de Khartoum (Sudán) los países árabes declararon los tres conocidos “NO”: no reconocimiento a Israel, no negociaciones y no paz con Israel.

Dicha negativa –aunque con ciertos matices- permanece en buena parte del mundo árabe hasta hoy. Inclusive la amplia mayoría de los así llamados palestinos “moderados” no reconocen a Israel. Más allá de las diferencias que tienen –en cuanto a tácticas y/o estrategias- con los grupos terroristas.
Por otra parte, la mayoría de los israelíes en general y sus gobiernos en particular, ya desde hace bastante tiempo -con buena dosis de realismo- reconocen la existencia del así llamado “pueblo palestino” y el derecho  a tener su propio Estado. Independientemente de errores -que en relación a este tema- han cometido gobiernos israelíes en varias ocasiones.

Pero el no reconocimiento se da también en otro plano. Entre nosotros mismos. Unilateralmente.
Entre corrientes del judaísmo. Ortodoxos que no reconocen a las corrientes conservadoras (masorti), reconstruccionistas y reformistas. Este no reconocimiento significaría que –aunque no lo digan explícitamente- habría judíos clase “a” y judíos clase “b”.

Leer más...

Entre desafíos y esperanzas

Hace años que cuando se está por cambiar de dígito anunciamos que llega «el año de las grandes decisiones». Parecería que la frase no se gasta nunca. Y el 5773, para no perder la costumbre, también es uno de esos.

El tema de Irán, un país que llama a la destrucción de Israel e intenta armarse con poderío atómico, es por cierto la mayor amenaza estratégica para el Estado hebreo. La esperanza es que se pueda frenar su plan nuclear sin operativos militares de consecuencias y derivaciones incalculable y que el Gobierno israelí, que presiona constantemente aclarando que «el tiempo se está acabando», logre canalizar las justificadas presiones al mundo hacia mayores sanciones que puedan convencer al régimen de los ayatolás que podría desaparecer si continúa con su proyecto y no hacia un enfrentamiento diplomático con Estados Unidos, con quien la relación es clave para Israel.

Si la cúpula de seguridad israelí dice que no ha llegado aún el momento de la «hora cero», seguramente hay razones para que el premier Netanyahu considere que un ataque a las instalaciones nucleares de Irán no es, todavía, la única opción.

Una explicación muy interesante al respecto la dio esta semana el General (retirado) Amós Yadlin, ex jefe del Servicio de Inteligencia de Israel y hoy Director del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, al aclarar que si bien en la ecuación «bomba o bombardeo» lo más peligroso es que Irán llegue a tener la bomba atómica, hay que tener en cuenta la posibilidad que un ataque masivo israelí no termine con los planes de Teherán sino que cree nuevos escenarios con los que será complejo lidiar.

Esto, aunque dijo no tener dudas de que Israel es fuerte no sólo militarmente sino también económica y socialmente, para enfrentar todo tipo de desafíos.

Al hablar de esperanzas para el nuevo año, fue aleccionador escuchar estos días a Yadlin en el marco de un congreso del Instituto de Política Anti Terrorista al analizar lo que está ocurriendo en el entorno árabe de Israel. Yadlin afirmó que a corto plazo, los escenarios no parecen traer aparejadas muchas buenas noticias, pero estima que, a largo plazo, lo que está sucediendo puede encerrar grandes posibilidades para Israel.

«Democracia, libertad, igualdad, derechos de las mujeres, gobierno de ley, trabajo para jóvenes; valores por los que piden manifestantes ahora en algunos países árabes, son nuestros valores», recordó Yadlin. «Si bien los jóvenes que protestaron en la plaza Tahrir de El Cairo no son los que están hoy en el poder en Egipto, si los mencionados valores serán, en 10 ó 20 años, los que guíen a ese país, eso es alentador», afirmó. Y agregó: «Otro elemento alentador en la así llamada 'primavera árabe'; es que por primera vez los pueblos miran hacia adentro y ven el problema en el régimen, en la educación, la corrupción, la falta de empleo. Entienden que los problemas no son por los sionistas o los imperialistas y dicen que son «por nosotros mismos», y eso es positivo».

Leer más...

Una reflexión posmoderna sobre Rosh Hashana

Un paisaje dislocado

Nuestro tiempo está signado por la velocidad creciente y la aceleración sin pausa. Comidas instantáneas, gratificaciones inmediatas, el vértigo de las carreteras, comunicaciones satelitales en millonésimas de segundo; la ambición inagotable por superar logros anteriores propios y ajenos; la turbación provocativa de los videoclips; la irrupción creciente, paralizante y encandilante de la autopista informática; la pasmosa invasión de los medios masivos de comunicación y las tecnologías de saturación social. Hemos superado y olvidado ampliamente los ritmos naturales, los ciclos cósmicos y los tiempos biológicos, que fueron el marco de la vida humana por milenios; reemplazándolos por veloces estructuras de producción y consumo, diversión masiva y control social, alimentados con cambiantes tecnologías de punta. Nuevas organizaciones sociales y empresariales, conocimientos pragmáticos y eficientes, reingenierías sorprendentes, el anonimato poderoso de las bolsas de comercio y el tráfico universal de “comodities” y servicios, dan lugar y retroalimentan una economía de mercado cada vez más agresiva, globalizante e insaciable. Este sistema triunfante genera una concentración de riqueza sin precedentes y una explosión exponencial de la marginalidad y la exclusión.
El paisaje urbano de nuestras grandes ciudades pierde su fisonomía secular, reemplazado rápidamente por las luces y marquesinas de las mismas marcas internacionales de zapatillas, bebidas cola, cigarrillos, hamburguesas, libros de autoayuda y alimentos "plásticos", incorporados de la mano de un marketing inescrupuloso y una publicidad audaz, pero sin alma.
La velocidad, el frenesí, la rápida traslación de bienes y bites, de escenarios y personas, produce la dislocación de nuestra percepción del tiempo y de nuestro sentido de la identidad.
El zapping pasa a ser el modelo dominante de la sintaxis y la percepción de la realidad del ser humano contemporáneo. Su correlato psíquico se traduce en la fugacidad de nuestros saberes y en la fragilidad impiadosa de nuestra memoria.
Porque como lo señala muy provocativamente, Milan Kundera en su obra La Lenlitud, "el grado de lentitud es directamente proporcional a la memoria; el grado de la velocidad es directamente proporcional a la intensidad del olvido". Y la pregunta que debemos hacernos es obviamente si olvidamos porque vivimos aceleradamente o estamos obsesionados por el deseo de olvidar y por eso nos entregamos "al demonio de la velocidad" queriendo "apagar la temblorosa llamita de la memoria"...

Leer más...

Irán: Teshuva por los pecados aún no cometidos

Al llegar el Año Nuevo, se me hace difícil concentrarme en mis propios fracasos y deficiencias, las cuales han sido ampliamente demostradas durante el último año. Esto no es resultado ni de hipocresía ni de falta de voluntad. Mi dificultad surge del hecho de que me veo envuelto en el temor por el año que empieza. Particularmente, siento ansiedad por un potencial ataque israelí a objetivos nucleares iraníes. 
 
Como la mayoría de nosotros, no tengo conocimiento interno sobre la capacidad de Israel de llevar a cabo tal ataque, ni de si el éxito del mismo podría retrasar u obstaculizar permanentemente a un Irán nuclear.  No tengo mi posesión los papeles secretos que analizan las consecuencias a corto y largo plazo de un ataque exitoso o de un Irán nuclear. Ni siquiera sé si el consiguiente bombardeo de las ciudades israelíes resultará en “solo” 500 civiles atacados, como el Ministro de Defensa Ehud Barak ha establecido según reportes, o si las consecuencias en vidas y bienestar serán mucho más significativas. Dado el hecho de que no sé mucho, he dudado por meses si escribir sobre Irán, dejándole el lugar a otros- que tampoco saben.
 
Al llegar el Año Nuevo, sin embargo, me han recordado que el objetivo de la teshuvah no es solo arrepentirse de los errores del pasado, sino también reflexionar sobre el futuro y comprometerse a no cometer nuevos errores. En este contexto el silencio también es una posición, una con la que estoy cada vez más incómodo. 
 
Hay mucho que yo no sé, pero también hay mucho que sé. Sé que un Irán nuclear presenta un grave peligro para gran parte del mundo, para sus intereses en el Medio Oriente, sean políticos, morales o económicos. Sé que un Irán nuclear es peligroso para Israel y aumenta significativamente las amenazas que debemos enfrentar. Sé que el Primer Ministro Benjamin Netanyahu y los ministros de su gobierno son personas serias que al final siempre van a priorizar el bienestar de Israel por sobre sus futuros políticos e intereses personales. Sé que Israel solo elegirá atacar cuando se sienta suficientemente amenazada y tras la confirmación militar de que tal ataque tendría éxito.  
 
Mientras que sé todo lo anterior, no solo aumenta el miedo, sino también las preguntas sobre la legitimidad de tal ataque, porque hay otras cosas que también sé. Sé que la fe ciega y la confianza en cualquier institución humana es un error, un error al que los israelíes nos hemos inclinado en el pasado, en particular cuando se trata de la institución militar y de nuestro gobierno, cuando la seguridad está en riesgo. Hemos descubierto ya que nuestro ejército tiene fallas y que los individuos al liderar pueden tomar decisiones incorrectas, a pesar de tener buenas intenciones. La sangre de los miembros de nuestra familia nos ha enseñado que somos más leales y cariñosos cuando desafiamos nuestro liderazgo y tenemos una sana dosis de escepticismo con respecto al ejército israelí.  

Leer más...

Giro equivocado de Mursi

Considero que es profundamente perturbador que uno de los primeros viajes de quien acaba de ser elegido presidente de Egipto, Mohammed Mursi, haya sido para asistir a la reunión cumbre del Movimiento de Países No Alineados en Irán.

Discúlpeme, presidente Mursi, pero existe una sola razón por la que el régimen iraní efectuó la reunión en Teherán y llevó a que asistan jefes de Estado como usted. Es para indicarle al pueblo iraní que el mundo aprueba a la dirigencia clerical de su país y por tanto ellos nunca, nunca jamás, deberán pensar de nuevo en lanzar un movimiento por la democracia; exactamente del mismo tipo de movimiento por la democracia que lo llevó  a usted, Sr. Mursi, al poder en Egipto.

En 2009, este régimen iraní literalmente asesinó a la Revolución Verde. Acribilló a balazos a cientos y encarceló a miles de iraníes que deseaban lo único que no desean los egipcios: hacer que sus votos fueran contados honestamente y que se respetaran los resultados.

Mursi, quien fue llevado al poder por una valerosa revolución por la democracia que ni él ni su partido de los Hermanos Musulmanes lanzaron - pero que salieron beneficiados de las elecciones libres y justas que siguieron a ella - le está dando legitimidad a un régimen iraní que aplastó brutalmente a un movimiento de esa naturaleza en Teherán. Esto no es buen augurio para la presidencia de Mursi. De hecho, él debería estar avergonzado.

«El régimen iraní le ha ofrecido a Morsi un recorrido blanqueado de sus instalaciones nucleares», notó Karim Sadyapour, el experto en Irán por la Fundación Carnegie. «Como ex prisionero político del Egipto de Mubarak, Mursi también debió solicitar una visita a la notoria prisión Evin. Eso le recordaría su propio pasado y le ofrecería un atisbo del futuro de Irán».
Funcionarios egipcios dicen que Mursi sólo se detuvo en Teherán durante unas cuantas horas para entregarle la presidencia del Movimiento de Países No Alineados de Egipto a Irán. ¿En serio? Él podría haber hecho eso por correo. Habría enviado un potente mensaje por la democracia. Dicho sea de paso, ¿qué es el Movimiento de Países No Alineados?

«¿No alineados en contra de qué y entre quién», preguntó Mijael Mandelbaum, especialista en política exterior de la Universidad Johns Hopkins.

El Movimiento de Países No Alineados fue concebido en la reunión cumbre de Bandung en 1955, pero había cierta lógica en esa época. El mundo estaba dividido entre capitalistas democráticos de Occidente y comunistas de Oriente, en tanto estados en desarrollo como Egipto, Yugoslavia e Indonesia se declararon «no-alineados» con estos dos bloques. Sin embargo, «actualmente ya no hay bloque comunista», agregó Mandelbaum. «La principal división en el mundo es entre países democráticos y no-democráticos».

Leer más...

Entrevista con el Dr. Jorge Orrico

PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

En favor del ingreso de Venezuela al Mercosur, pero no de la situación en la que este se concretó.
Consciente de la problemática que supone la presidencia de Hugo Chávez, pero respetuoso de sus prerrogativas y estilo.
Terminante en la condena al terrorismo. Impactado por el aniversario del atentado contra la AMIA, habiendo sido parte de la delegación uruguaya a Buenos Aires.
Preocupado no sólo por la presencia fundamentalista de Irán en América Latina sino por el significado de un régimen fundamentalista como el de Teherán.

VENEZUELA EN EL MERCOSUR

P: Dr. Orrico,usted es miembro del Frente Amplio, el partido de gobierno, que no es secreto está compuesto por una variedad de grupos que tienen no sólo estilos diferentes  sino a veces también posturas distintas en temas claves. En uno de los temas que han ocupado a la opinión pública uruguaya, el ingreso de Venezuela al Mercosur, las diferencias han sido tales que el propio Vicepresidente de la República, el Cr. Danilo Astori- a cuyo sector usted pertenece- se ha manifestado en forma crítica.  ¿Con qué espíritu ve usted  la incorporación de Venezuela al Mercosur, con toda la polémica que ha habido de fondo?
R: En primer lugar debo decir que el sector al que pertenezco, Asamblea Uruguay, que es en efecto el del Vicepresidente de la República, está de acuerdo con que Venezuela tiene que ingresar al Mercosur. Nos parece que políticamente no fue un buen mensaje que en el momento en que tenemos las dificultades que  tuvimos en Paraguay-donde quiero aclarar que para mi tuvimos un golpe de Estado-, no era el momento adecuado para que eso se produjera. Pero el tema de fondo es que Venezuela sí  tiene que formar parte del Mercosur y tal vez debiéramos empezar  a abrir nuestras cabezas buscando alianzas cada vez más grandes desde el punto de vista regional.

Leer más...

Rosh Hashana

Decir infinidad de saludos gratos es menester en tan magnas fechas. Mucho más magnas que mi tocayo Alejandro, aquel que en fieras batallas supo arremeter contra el enemigo (que es un migo elevado a la ene potencia. Doy unos segundos para que entiendan el chiste, que es muy malo, pero es matemático).

Son magnas y  mangas, ya que en estás fechas se sale a pedir tzedaká para causas muy nobles (así que colaboren ¡che!).
Dado que en estas fiestas hay que reflexionar, aquí un par de ellas:
(Nota: Reflexiones: Dícese de las flexiones que hace la materia gris para sacarle músculo a las ideas del cerebro)


REFLEXIÓN ACERCA DE LA COMIDA Y EL LUGAR DE LA FIESTA

Todo es redondo en el judaísmo en estos días de Rosh Hashana. El ciclo de la vida es redondo,  la jala es redonda, la tía está redonda (de tanto comer jala). El menú de Rosh Hashana promete deliciosas calorías y dolor de estómago. No hay organismo que pueda aguantar tanta cebolla frita. TODO LLEVA CEBOLLA FRITA. En la cocina judía parece que en el mundo no hay otros condimentos para la comida. Es que cuando surgieron estas recetas, el contexto era de una pobreza infame y había que cocinar con lo que había a mano. Hoy disfrutamos de platos que abundan en harinas, papas, cebolla. Harina, pescado, cebolla. Harina, zanahoria y cebolla. Berenjena, morrón y cebolla. Cebolla y cebolla. Todo lo cual recibe el plus de la miel y la manzana, ingredientes que no pueden faltar en una mesa de rosh hashana que se precie. Lo que se precia bastante es la cuenta del supermercado, que aunque los platos son de origen humilde hoy hay que pedir un préstamo al Bank Leumi para comprar todo para la cena.  Las abuelas se toman esto de las celebraciones muy en serio. Una semana antes inician el circuito de llamadas para coordinar el lugar de la celebración. Entre los hijos comienzan las discusiones (no por donde será, sino por donde no será). “El año pasado lo hicimos en casa de Sarita, este año le toca a Lea”. “El año pasado la casa me quedó echa un asco y nadie me ayudó, este año que limpie otro”. “El año pasado compré todo y nadie me pagó su parte; este año que cada uno lleve algo y listo”.  La abuela escucha todo y suspira. Suspira con un gran oi vey (o con un oh dio dio)  y dice:” El año que viene espero estar en Jerusalén”. La bobe ofrece su casa, comprar todo y cocinar.  Así se resuelve la negociación de la locación del festejo y todos contentos.

Leer más...

Cosas que aprendí en Sociología: el cuerpo moderno y el cuerpo posmoderno.

El pensamiento racionalista de Descartes reduce al cuerpo a ser un objeto más, otra sustancia regida por las leyes naturales y que, por ocupar un lugar en el espacio es objeto de mensura e intervención humana. Este dualismo del cuerpo y la mente funda otras dicotomías semejantes como ser la de la cultura y la naturaleza, lo material y lo espiritual. Sus marcas se pueden ver en las diferentes corrientes filosóficas contemporáneas. El cuerpo se vuelve entonces una materia que no sólo puede corromperse sino que está sometida a este proceso incólume de degradación. Mientras que el pensamiento es elevado a la más alta jerarquía y considerado como puro e inagotable, el cuerpo es la materia que se puede intervenir, modificar, disciplinar.

El primer cambio que acontece en la posmodernidad es una consecuencia inevitable de la mayor individuación. Ante el nuevo predominio de la realización individual, este foco súbito e intenso sobre la persona, el cuerpo pasa a ser la medida del límite, la materia que posibilita la separación entre el yo y los otros. La subjetividad posmoderna es típicamente narcisista, surgida de los procesos de personalización y estetización del yo. En términos ideológicos, las grandes causas modernas son reemplazadas por una microingeniería de la vida cotidiana donde el sujeto se propone alcanzar el bienestar y la felicidad a través de la realización individual (el éxito profesional, la práctica deportiva, terapias alternativas, la autoayuda etc.). Esto conlleva a una enorme apatía en términos políticos, un descreimiento del sistema de partidos y falta de interés por todo tipo de asociaciones colectivas que trasciendan la ética individual.

Generar un culto del cuidado y la estética corporal es casi una consecuencia directa del individualismo. La búsqueda obsesiva de la juventud es también una huida ciega de la inevitable e inquebrantable muerte. Se persigue la evitación de la dolorosa idea de la descomposición de la materia corporal, sustentado por un auge descomunal de la vida cibernética en donde la degradación de los material parecería no tener sitio. La fantasía de escaparle a la ruin y corrompible materia está apuntalada por promesas provenientes del campo tecnológico.

Leer más...

Marcos Aguinis

El hecho de que haya que labrar durante toda una vida para valerse de un nombre honroso y que solo haya que cometer un mínimo exabrupto para desprestigiar ese nombre completamente, no responde más que al sádico canibalismo con el que los seres humanos se humedecen la boca esperando a que personas con cierta prestancia puedan caer para escuchar el retumbar del golpe. No tiene, de hecho, nada que ver con el verdadero valor de una persona, sino con la hipocresía de un mercado moral/intelectual que se vuelve sospechosamente intransigente a conveniencia.

Insinuar que Aguinis podría llegar a justificar la Shoá es el equivalente a caer en uno de dos errores: la ignorancia o la perversidad. Y en ambos casos, la responsabilidad es toda del lector que así decida interpretarlo.

El ignorante desconoce la trayectoria del autor y  su lucha (quizás a veces extrema, quizás a veces demodé) por el derecho del pueblo judío a su dignidad, a su seguridad y, más importante, a su Estado. El ignorante desconoce el lugar de referente que Aguinis ocupa en la comunidad como intelectual judío.

El perverso DECIDE desconocer todos los datos mencionados y utilizar la desafortunada frase de su artículo para perseguir sus objetivos ideológicos.

Es un fenómeno natural el de ubicar la mente cerca del corazón y orientar los razonamientos hacia donde los sentimientos encuentren confort. Por lo que quienes se sientan emocionalmente golpeados por la crítica que Aguinis hace al Gobierno actual, permitirán la ridícula teoría en la que el autor justifica la Shoá, porque les traerá confort saber que una vez más un opositor es denostado. De la misma forma, quienes critican constantemente al Gobierno también encuentran confort en interpretar cada movimiento de la Presidente como un acto soberbio, fascista, como un nuevo intento de perpetuar el poder y la corrupción, más allá de lo que verdaderamente esté ocurriendo.

Leer más...

· Más leídos ·

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos