Insomnio
En Israel amanece y acá todavía no es medianoche y estoy desvelado. No me durmió la música ni el aceprax; me asaltaron los pensamientos erráticos entre mis miedos personales e íntimos y mis miedos personales y colectivos. Allá tal vez ya no serán ni cientos ni decenas de miles sino algunos pocos que todavía deambulan