Traduciendo a Hartman

En el primer cuatrimestre de 2021, todavía sumidos en pandemia pero con mejores perspectivas en el horizonte, Donniel Hartman nos concedió una entrevista vía zoom para conversar sobre algunos temas que para nosotros eran especialmente relevantes. Conocíamos bien a Donniel siendo que desde 2009 hemos asistido casi cada “verano” (junio) a sus Programas para Líderes Comunitarios (CLP) en Jerusalém, en “su” instituto, el Shalom Hartman Institute (SHI).

Sabíamos bien cuáles eran, y aún son, sus desvelos y cometidos desde su función, tal como él la define, de rabino-maestro. Yo agregaría que su mayor logro, además, ha sido hacernos pensar bajo nuevos paradigmas. Nunca más cierto que hoy, a 145 días de la guerra desatada en Gaza y cuyas consecuencias son más que inciertas. Antes del próximo Pesaj se cumplirá un semestre y todavía no sabemos cómo saldremos de este Egipto que nos oprime. Y por “Egipto”, “Mitzraim”, estrecheces, túneles, laberintos políticos, me refiero a las múltiples coyunturas en juego.

Aquella entrevista, tan vigente como entonces, se puede ver en el siguiente link: https://youtu.be/E-eTME3QdXs?si=asnY5b34YQgpSLH9

Precisamente por este trasfondo nos complació mucho saber que desde San Pablo, Brasil, habían convocado a Donniel para una entrevista on-line en relación a la situación actual de Israel y el mundo judío. Lamentablemente, y a pesar de nuestros modestos esfuerzos desde www.tumeser.com y en forma personal (charlas, prédicas), el pensamiento “Hartman” todavía no es muy conocido en estas latitudes. Precisamente por su cualidad de pensar bajo nuevos paradigmas, celebré esta iniciativa y espero que haya tenido la repercusión esperada por sus organizadores. Su influencia se verá con el tiempo.

Esta entrevista se puede ver en el siguiente link tanto en su versión en inglés como en portugués:  https://www.youtube.com/live/xpJOoWuzFy0?si=Jqtwd6y2uqFqoAiS

Dicho esto, quiero rescatar una parte de aquel diálogo que mantuvimos en 2021 en relación al mundo judío y la influencia que el SHI podía tener, o no, más allá de los EEUU y Canadá. Desde nuestra primera participación en 2009 comenzamos a traducir a Donniel al español desde sus publicaciones en diferentes medios israelíes en inglés. Como principio quieren las cosas, por ahí había que empezar. En la medida que el mundo de las redes sociales cambian la comunicación deja de ser tanto escrita como para ser audiovisual; más difícil traducir. O mejor dicho, se pierden más matices en el camino.

En aquella entrevista Donniel habló de su desconocimiento del mundo judío más allá de Israel y América del Norte y del rol de algunos como nosotros (somos absoluta e insignificante minoría durante los CLP) podíamos o debíamos cumplir como “traductores” de sus ideas y las de sus colegas en el SHI (figuras como Micah Goodman, Mijal Bitton, Yossi Klein-Halevi y muchos otros). No traductores en un sentido literal sino como interpretantes de esas ideas en el contexto de las realidades de las diferentes comunidades. Supone recoger durante la semana del CLP y durante todo el año a través de las redes del SHI (www.hartman.org.il) posteos, podcasts, hoy TikTok, y todo lo que vaya surgiendo.

No ha sido tarea sencilla, ni especialmente exitosa. Por eso celebro la iniciativa paulista. La realidad es que en Uruguay, por ejemplo, los temas judíos giran en torno al antisemitismo, las denominaciones y, consecuentemente, el cumplimiento de la halajá. Ninguno de esos temas ocupa a Hartman. El pluralismo no sólo se predica sino que se practica: siendo un instituto ortodoxo en su estilo de vida, no celebra rezos ni ceremonias en forma oficial ni discute temas halájicos en sus cursos. Hacer tfilá antes de entrar a clase, o la sinagoga que uno elige para Shabat, no son resorte del instituto sino la elección del participante.

La preocupación del SHI, tal como la resume Donniel al final de la entrevista con los paulistas, es más sobre los valores que nos guían y el rol que nos toca cumplir en el concierto de las naciones. “Ser un pueblo santo y un reino de sacerdotes”, cita con la que cierra la entrevista, además de la anécdota acerca de Hillel y Shamai en “El horno de Ajnai” (Baba Metzia 59b), resumen de una manera muy básica pero elocuente el pensamiento “Hartman”. La cuestión no está en el detalle sino en el espíritu. Es por eso que Donniel se atreve a hablar del rol humanitario que Israel deberá cumplir en Gaza al tiempo que defiende el uso del poder y la fuerza como uno de los grandes logros del sionismo.

Acerca de la situación actual publicamos junto a este editorial un reciente artículo de Donniel Hartman en The Forward que seguramente ilustre mejor que nosotros su filosofía y curso de acción. Mientras tanto, seguimos comprometidos desde este rincón del mundo con el “discurso-Hartman”, con la “conversación judía” que desde allí, en Ierushalaim, ellos proponen, y nos sumaremos a toda iniciativa en esta dirección. Después de todo, “de Sión saldrá la Torá”. Y no, no está en los cielos. Tenemos que seguir escribiéndola.