Profecías
En la apertura del libro 2 Samuel el futuro Rey David entona algunos de los versículos más hermosos de la Torá: “Tu belleza oh Israel, perece en las alturas. ¡Cómo can los poderosos! No lo refiráis en Gat ni lo enunciéis en las calles de Ashkelón…” (1:19-20). David, niño prodigio de la estrategia militar (véase