Seis

| Escrito por Ianai Silberstein

Números son números. Tendemos a asignarles valores simbólicos ajenos al fin para el cual fueron creados: representar una realidad concreta. Un número, una cifra, sola y aislada, abre un abanico de connotaciones que excede su fin original. Baste preguntarse “qué es Uno, qué es dos” como hacemos la noche de Pesaj para asomarnos a ese abanico de significados.

 

 

¿Qué es “seis”? En este caso son seis años desde que TuMeser subió a la web para quedarse allí, ininterrumpidamente, hasta el día de hoy. Pero, ¿qué es seis? Seis precede al siete: seis es la creación, siete es el descanso. Para TuMeser también, ha llegado el tiempo de descansar. Tal vez sea muy pretencioso e inexacto llamarlo “sabático”: supondría la certeza de volver cuando esa certeza no existe; supondría que nos tomamos un descanso para focalizar y renovar el proyecto, cuando tampoco sabemos qué nos depara el año que se inicia hoy, 13 de noviembre de 2015. Lo único cierto es que hemos llegado hasta este día. Merece un “shejeianu”. En forma más que virtual, confiamos en que nuestros lectores y nosotros cantemos esa bendición celebrando el proyecto y su cierre.

 

Los proyectos como TuMeser son producto de la idea de alguno(s), el esfuerzo de unos pocos, y la interacción sumada de muchos. Con el correr del tiempo, el proyecto es mucho más que la suma de sus partes. En anteriores aniversarios hemos hecho hincapié en colaboradores y gestores; hoy TuMeser está casi solo, existe por sí mismo, ocupa un espacio ganado a fuerza de propuesta y material original y disruptivo (siempre que fue posible). Sucede que esta imagen no deja de ser eso, una imagen; la realidad es que TuMeser necesita ser cuidado y alimentado día a día, semana a semana. Llegado el sexto año, es tiempo de descansar. El proceso creativo que uno volcó en él ya encontrará otros cauces; es de esperar.

 

El material de TuMeser estará al alcance de todos pero ya no se renovará semana a semana. El espíritu de TuMeser buscará caminos menos formales y demandantes para seguir proponiendo un discurso alternativo y fecundo al judaísmo.

 

En el mundo hispanoparlante, TuMeser fue un intento personal y urgente de hablar de otra cosa cuando hablamos de judaísmo. Shoá, Halajá, Antisemitismo, Heroísmo, Denominaciones, Vida Comunitaria, son todos temas suficientemente cubiertos. El desafío fue encontrar las rendijas, los pequeños espacios, donde introducir un discurso que confronte, reflexione, actualice, el enorme bagaje que traemos con nosotros como judíos. A la luz de los grandes dilemas de nuestro tiempo, la propuesta fue construir judaísmo desde dentro y desde ahora, no desde el otro o desde el pasado. Si el desafío es combatir la asimilación, la respuesta que tímidamente ha propuesto TuMeser es contar la historia, una vez más, pero de modo que nos enamore.

 

Seguramente ha sido poco. Sabemos que podíamos, debíamos, llegar a mayor cantidad de lectores. Al mismo tiempo, sabemos que los varios cientos que sí nos han seguido y leído han valorado nuestro esfuerzo; si ellos extrañaran el sitio, nosotros por cierto los extrañaremos a ellos, sus comentarios, sus opiniones. TuMeser nunca pretendió ser masivo por el tipo de contenidos que privilegió, pero la idea era difundir ese otro discurso que sabemos escaso, que creemos que pocos hablamos cuando hablamos de judaísmo.

 

Está hecho el esfuerzo y el intento. Sólo el tiempo dirá si ha dado sus frutos o no. De aquí en más, en forma tal vez más aleatoria, seguiremos proponiendo alternativas, lecturas, reflexiones; pero será desde una postura más personal. Por un tiempo al menos dejaremos de lado la pretensión (ambiciosa y difícil por cierto) de buscar y traer ese discurso a ustedes. Cuando se nos cruce en el camino, lo compartiremos; cuando pensemos alguna idea que merece ser compartida, la compartiremos. No nos vamos muy lejos, pero como en todo esfuerzo, el séptimo es el tiempo del descanso.

 

Gracias por acompañarnos estos seis fecundos y creativos años.

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