Anonymous

altAnonymous especula sobre un asunto que durante siglos ha intrigado a académicos y brillantes mentes, desde Mark Twain y Charles Dickens, hasta Henry James y Sigmund Freud, esto es: ¿quién fue el autor de las obras de teatro atribuidas a William Shakespeare?

William Shakespeare es uno de los escritores mejor documentados de su época, aunque aun así se sabe poco de su vida, pero esto no fue un problema para que entre sus coetáneos o en los dos siglos siguientes nadie pusiese en duda su autoría sobre su maravillosa obra. Eso sí, en el siglo XIX a Shakespeare se le comenzó a considerar unánimente el mejor escritor en lengua inglesa de todos los tiempos. Fue entonces cuando comenzaron las dudas sobre si el hijo de un zapatero pudo haber escrito 'Hamlet', 'Romeo y Julieta' y demás obras inmortales. La lista de posibles sospechosos de ser los verdaderos autores es enorme, siendo los nombres de Francis Bacon, Christopher Marlowe y Edward de Vere, 17º duque de Oxford los más repetidos.

El mundo de Anonymous resulta profundo, peligroso y perturbador. Es la primera vez que Roland Emmerich aborda este género hecho de historia y literatura, pero a la vista del brillante resultado, da la sensación de que lleva frecuentándolo mucho tiempo. 

La película se abre con un prólogo teatral protagonizado por Derek Jacobi. A partir de ese inteligente recurso, entramos de lleno en la acción. Pese a la importancia que Emmerich le concede a DeVere, el relato se vuelve coral gracias a la intervención de personalidades tan poderosas como el consejero de la reina, William Cecil, barón de Burghley (magnífico David Thewlis), Henry Wriothesley, duque de Southampton (Xavier Samuel) y el propio Shakespeare (un desmedido y simpático Rafe Spall).

Según esa antigua teoría revisionista, Edward de Vere es el verdadero autor de las obras de Shakespeare. El primero en atreverse a sostener la sacrílega idea fue J. Thomas Looney en su libro Shakespeare Identified (1920). De ahí en adelante, personalidades como Sigmund Freud, el premio Nobel John Galsworthy, Sir John Gielgud, Orson Welles y Mark Rylance, director del Globe Theatre entre 1995 y 2005, apoyaron la sugestiva propuesta, cuyos puntos flacos e inconsistencias no han hecho decaer a sus prestigiosos seguidores.

Anonymous refleja con madurez e inteligencia las intrigas cortesanas y los secretos literarios y familiares que las sostienen. Se trata de un relato espeluznante en el que la ambición y el arte prosperan en un territorio amoral.

Emmerich abandona su estilo grandilocuente y nos entrega un relato filmado con corrección, sobriedad y momentos de grato academicismo. Para filmar Anonymous el director marcha a Alemania para rodar con un magnífico elenco de actores británicos, entre los que destacan, sin duda, Rhys Ifans y Vanessa Redgrave, que sostienen el peso de la función. 

Anonymous presenta una lectura interesante, quizás habrá un día en el que nadie se acuerde de Sir Francis Walsingham, de los Cecil ni de los condes que trataron de traicionar a la reina Isabel I, pero siempre se recordarán obras como Hamlet, Macbeth o El rey Lear.  En definitiva el público cambia en las diferentes épocas históricas pero las tramas de la humanidad representadas en un escenario parecen permanecer vigentes e intactas.


· Más leídos ·

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos