La Novela de Washington

alt¡Señoras y señores, lo ha hecho nuevamente!

En 1996, Shimon Peres tenía una importante ventaja sobre su oponente, Binyamin Netanyahu, en las elecciones para Primer Ministro. Luego del asesinato de Rabin, las elecciones parecían un simple trámite y Peres sería el próximo líder del país. Luego del trauma nacional provocado por la campaña de intimidación de la derecha, de la cual Netanyahu era uno de sus líderes, y el asesinato de Rabin, parecía que nada podría sacar al laborismo del gobierno. Pero dos hechos ocurrieron.

Primero, Hamas, con la autorización de Arafat, lanzó una serie de atentados suicidas que golpearon al público israelí y lo empujaron hacia la derecha. Lo segundo es considerado hasta el día de hoy como un truco de campaña brillante por parte de Netanyahu y su asesor, Arthur Finkelstein. A ellos se les ocurrió una frase simple para el público israelí: "Peres va a dividir Jerusalem."

Esta frase brillante ganó las elecciones. Netanyahu llevó el foco de la campaña hacia un asunto inexistente. Peres nunca había hablado sobre Jerusalem, pero de repente tuvo que probar que no iba a hacer algo que nunca dijo que iba a hacer. Ahora debía probar "que no tenía una hermana". Netanyahu repetía una y otra vez la misma frase, la hizo parte central de su campaña electoral y ganó a partir del miedo del público.

Quince años después, Netanyahu lo vuelve a hacer. El Presidente Obama decidió establecer su visión sobre el Medio Oriente en un discurso corajudo, expresando lo mismo que los políticos de centro y la izquierda moderada vienen diciendo en Israel hace años. Netanyahu y su gente estaban desesperados, debían hacer algo rápido. Y allí estaba, justo enfrente, otra frase mágica: "las fronteras del '67 son indefendibles", tan simple como esto, un hermoso slogan para la nueva campaña.

Como podemos apreciar aquí en Israel, la gente ha comprado la frase como pan caliente. Netanyahu obtuvo el slogan deseado. Todos lo repiten como si fuera una  verdad científica (o para los religiosos como si fuera la palabra de Dios). Inclusive un grupo de derecha en Facebook ha llegado a llamar a la línea del '67 como "suicidio".

Estos grupos han estado ocupados publicando en Facebook el mismo video de Youtube titulado "Porque Israel no se puede retirar a la línea del '67." Lo repiten una y otra vez por más que el video está lleno de hechos subjetivos, opiniones infundadas y falsas predicciones. La simple verdad es que todos repiten el video porque el mismo se aplica al común denominador de la gente: el miedo. Cinco minutos con muchos misiles volando, nada más. Aparentemente esto es suficiente para asustar a muchos y hacerles creer que es verdad científica.

No importan los discursos en el Congreso o en AIPAC, el brillante slogan creado por los asesores de Netanyahu camino a Washington, en un avión en medio de la noche, está conquistando a Israel. Al igual que en 1996, tan pegadizo y tan mentiroso.

Observemos más de cerca esta frontera del '67…

Al hacerlo, pareciera ser que hay algo de verdad en la frase que la frontera del '67 es indefendible. Hasta que la línea del '67 no se convierta en una frontera real, con correcciones territoriales que tomen en cuenta los cambios demográficos, la línea es indefendible. Mientras mantengamos menos de medio millón de colonos y un enorme ejército de ocupación, la línea del '67 es indefendible. Mientras continuemos mandando jóvenes soldados a una misión imposible: controlar a una población civil hostil de tres millones, cuya hostilidad seguirá aumentando por culpa de los checkpoints y otras formas de coerción, la línea del '67 es indefendible.

La única forma de transformar a la línea del '67 en defendible es a través de un proceso de paz y un acuerdo de paz. Para esto debemos superar nuestros miedos, dejar de creer en las tácticas de intimidación y despertarnos de la apatía reinante. Netanyahu tenía la chance, y creemos que todavía la tiene, para generar un proceso de paz. Fue capaz de establecer las condiciones necesarias para una paz con los palestinos: un Estado palestino desmilitarizado, el reconocimiento de Israel como Estado del pueblo judío (y no de la religión judía como los ortodoxos y otros dentro de Israel quieren), intercambio de territorios que incluya los grandes asentamientos a cambio de otras tierras, y una garantía internacional (en especial de EE.UU.) sobre la seguridad de Israel. Sin embargo, para esto se necesita coraje y como dijo Ariel Sharon, parece ser que Netanyahu no lo tiene. Un Primer Ministro preocupado con la sola misión de mantenerse en el poder bajo todo precio, inclusive cuando esto significa rendirse a la extrema derecha y a los partidos religiosos, nunca impulsará un programa que supuestamente apoya.

Por el otro lado, como siempre, los palestinos juegan para Netanyahu. El acercamiento entre el Fatah y el Hamas y el posible acuerdo entre ellos juega a las manos de la derecha y de Netanyahu de una forma que ni soñaban. El mismo coraje que se espera de los líderes de Israel se espera mucho más del liderazgo palestino, pero una vez más lo contrario ocurre. Una vez más los moderados deciden rendirse a los fundamentalistas reduciendo todavía más las pocas opciones que había para un proceso de paz.

Hay un dicho popular en Israel que dice que "los árabes sólo entienden por la fuerza". Consideramos que en estos cien años viviendo juntos, ambos, árabes e israelíes, sólo entienden por la fuerza. Podemos apreciar esto en el día a día en Israel y pareciera ser que sólo la violencia puede movilizar a la región. En una situación como esta, donde el miedo reina, un miedo que lleva al nacionalismo casi xenófobo, a extremismos y por encima de todo congela a la gente, permite que políticos oportunistas gobiernen.

Los comentarios en la calle luego de la novela entre Obama y Netanyahu, es cómo el "macho" de Netanyahu puso en su lugar al (mejor evitar la expresión que usan aquí) Obama. ¿Y ahora? Sólo Obama puede frenar a los palestinos en Setiembre en la ONU, es Obama quien está pagando por la Cúpula de Hierro, y es Obama quien nos puede ayudar a frenar a Irán y a resolver varios otros problemas. Sin embargo, Netanyahu le mostró que con los israelíes no se juega. Y así retorna el héroe que mantuvo el honor de la patria mientras nos seguimos hundiendo en nuestros miedos y creyendo toda mentira que se repite una y otra vez en Facebook.

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