Sefardíes 2.0

altCasa Sefarad-Israel trae vientos de cambios. Una brisa refrescante recorre la nueva sede en plena Calle Mayor de Madrid. Nuevo director y nuevos proyectos que entroncan con las comunidades sefardíes de todo el mundo.   Pero sobre todo el objetivo  de los próximos años es lanzar un puente hacia las nuevas generaciones y dar oportunidades  a los jóvenes sefardíes de la comunidad sefardí Global.

La hermosa residencia que alberga a Casa Sefarad-Israel está muy iluminada. El sol ibérico otoñal da calidez a los grandes salones, el jardín trasero y la galería que se encuentra en la última planta del recinto.  En una de sus oficinas nos recibe el diplomático Álvaro Albacete quien  ha sido nombrado director general de Casa Sefarad-Israel.  La institución tiene como objetivo estrechar las relaciones de la sociedad española, con Israel y las comunidades judías en todo el mundo.  Albacete compatibilizará su nuevo cargo con el de embajador en misión especial para las Relaciones con las Comunidades y Organizaciones Judías, para el que fue designado por el Consejo de Ministros el pasado 15 de julio.  Desde 2010, Albacete ha sido director adjunto del gabinete de la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación en España, Trinidad Jiménez.   Su porte jovial es contrastado con el peso de la experiencia y de una vida extraordinaria.  Desde su Murcia natal ha recorrido un largo camino de ida y vuelta por el mundo hasta llegar a ser director de esta institución.  En la siguiente entrevista nos cuenta algunos de estos sucesos, que guardan un lugar de privilegio en el álbum fotográfico de su memoria.

“Nací en Murcia y soy de una familia murciana de larga tradición, aunque mi madre nació en Buenos Aires, porque mi abuelo trabajaba allí en esa época. Pero mi madre es de origen español y judío. Aunque lleva en su sangre su ser argentino, sus genes la delatan como española. Yo me siento muy arraigado a mi Murcia natal.  A partir del año 1990 me fui  a Madrid a estudiar Relaciones Exteriores  y a partir de ese momento trabajé para varios organismos internacionales en distintos países dando tumbos por medio mundo. Salí al extranjero al poco de terminar la carrera para aprender francés, ya que el inglés lo aprendí en  el colegio. Me fui a Francia y tuve la suerte de dar con una universidad muy cosmopolita donde encontré un ambiente internacional y diverso.  Allí había una gran afluencia de culturas distintas y a partir de ese momento entendí que mi vida podía discurrir en ese intercambio de diversidad. Ese momento me cambió mucho. Luego tuve la suerte de que la Comisión Europea me diera una beca  que me destinó a la República Checa y a Hungría donde estuve también durante un año y eso me ayudó a profundizar más esta idea de conocer culturas distintas, pareceres distintos, y la diversidad que como sabes participa en la raíz latina de divertido, diversidad y diversión, están unidos,  por lo que desde ese momento yo estoy en pasármelo bien con la diversidad.  Aunque hubo momentos de mucho dolor que me marcaron emocionalmente. En Bosnia llegué hacia finales de los '90. Mi trabajo  consistía en ayudar a las instituciones del estado, ya que trabajaba como asesor  de los presidentes y sus jefes de gabinetes en la Presidencia del Estado.  Mi tarea era crear instituciones horizontales  que sirvieran para coordinar las decisiones de los distintos grupos étnicos. Me sentí muy comprometido con mi trabajo y con la realidad que vi allí. La guerra había terminado hacía poco, había tenido lugar el genocidio de  Srebrenica y mi vida personal y profesional  fueron condicionadas por lo que me encontré allí en Bosnia, esa tragedia, una sociedad inerme, casi descompuesta.  Desde allí siempre mi camino ha estado relacionado con minorías o realidades que necesitan apoyo y ayuda."

TuMeser: Además de director de casa Sefarad trabajas como Embajador en Misión Especial para las relaciones  con las comunidades y organizaciones judías. ¿Qué tareas realizas en esta área?

Cuando en el año 2007 el gobierno tomó la decisión de crear Casa Sefarad quiso hacer coincidir el puesto de director con esta función, lo que los anglosajones llaman  "Ambassador-at-Large",  para  trabajar las relaciones con las organizaciones y las comunidades judías de todo el mundo.  La filosofía  detrás de ese nombramiento era asegurar la coherencia en las relaciones con Israel y la representación de España ante organizaciones internacionales en las que se trata el hecho judío, y asociaciones y organizaciones que defienden el mundo judío. Por ejemplo con organizaciones como el American Jewish Committee, ADL (Anti-Defamation League), B'nei Brith, etc.  Recientemente estuve en Nueva York donde me encontré con estas organizaciones. Próximamente viajo a Dinamarca a la reunión internacional  sobre la Shoa, etc. Es decir, que  represento a España en los foros internacionales y en la interlocución con las organizaciones judías de carácter internacional y al mismo tiempo en las llamadas de Diplomacia pública con Israel. Es toda esa diplomacia que no se canaliza con el Estado a Estado, que no tiene carácter político, sino cultural, académico, etc. 

TuMeser: En la celebración de Rosh Hashana flameó por primera vez la bandera de Israel en Casa Sefarad. La presencia de la comunidad judía española fue más fuerte que nunca en un evento organizado por Casa Sefarad. Esto señala el camino a seguir a partir de ahora por esta institución.

Así, es. Estamos legítimamente orgullosos, yo mismo y el equipo,  por el éxito del año nuevo judío, Rosh Hashana,  que celebramos en esta casa. Aquí en nuestros maravillosos jardines  se dieron cita  todos los representantes de las comunidades judías de España,  fue además una ceremonia bonita, contamos con el coro de la comunidad judía de Madrid que nos deleitó con unas canciones sefardíes medievales, que nos sobrecogieron a todos. Fue una celebración en la que estuvo presente la bandera de Israel, a la derecha de la bandera de España. Porque esta institución se llama Casa Sefarad-Israel, y yo quería demostrar que nuestro compromiso no es en el papel, sino que es real de vincular nuestro trabajo con Israel y lo quise hacer de esa manera gráfica. Esto señala por supuesto el camino de nuestras acciones futuras. Marca un camino en el que quiero que participen casi diariamente en la actividad de esta casa las comunidades judías de España, no sólo como asistentes, sino como pensadores,  como programadores, quiero consultarlos, que participen, y que nos brinden su sensibilidad en las distintas iniciativas que podamos tener. Cuento con un gran equipo, la comunidad judía me ha acogido con cariño, he tenido la fortuna de compartir una cena de Shabat, fue un momento inolvidable para mí, y espero tener la oportunidad de devolverles el cariño.

Nos esperan muchos desafíos. Debemos hacer frente a la situación económica en nuestro país, que afecta también a nuestro presupuesto. Pero yo creo que en las dificultades  es donde surge la verdadera capacidad de las personas. Creo en la imaginación, en la creatividad y creo que vamos a ser capaces de hacer una actividad más intensa que en años anteriores,  a pesar de la falta de presupuesto, y eso será gracias al equipo profesional que tengo. 

Uno de nuestros proyectos pilares será ERENSYA que alcanzará a los jóvenes sefardíes de todo el mundo.


casasefarad-israel.es/es/


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