Entrevista Damián Szvalb

altDamián es  licenciado en Ciencia Política, UBA; Master en Relaciones Internacionales, Di Tella; periodista en importantes medios nacionales. Fue responsable de Prensa de la Embajada de Israel en Buenos Aires.

¿Cuál es el panorama frente a la próxima votación de la ONU en cuanto al Estado Palestino?

Por primera vez en la historia creo que los palestinos  que están en Cisjordania y Gaza se encuentran en condiciones de establecer un Estado y poder gobernarse en determinada cuestiones. Esto no había pasado en los últimos 20 años. En ese sentido esto es algo positivo, desde los acuerdos de Oslo para acá se exigieron condiciones para demostrar que los palestinos podían formar un estado. A Arafat se le dieron un montón de condiciones políticas y sociales, su mal manejo generó frustraciones e inseguridades. Fue una desilusión sobre todo para los sectores de la izquierda israelí más progresista. Arafat murió con cierta popularidad pero no le pudo dar a su población ciertas condiciones mínimas. En el 2007 se dio un giro con el encuentro entre Olmert y Abbas. Con el golpe de estado de Hamas, Abbas  vio la necesidad de pedir  ayuda económica a Cisjordania para poder ayudar a evadir esta peligrosa situación, ya que el terrorismo no era el camino. La virtud que tuvo el sector de Abbas fue poner una persona como Fayad, que empezó a trabajar en la creación de las condiciones mínimas para que cuando llegue el momento histórico de tener un estado, la respuesta internacional sea  positiva. Empezaron a trabajar en el tema de crear algunas instituciones y seguridad. Este es un trabajo que se dio con la ayuda de los israelíes que aliviaron controles y cuestiones de seguridad. Palestina no está del todo preparado como un estado occidental, sin embargo por primera vez en la historia hubo ciertas políticas pensadas a futuro.

¿Cómo se podría interpretar la “dualidad” en el Estado Palestino?


La situación en Gaza no es la misma que en Cisjordania pero también tiene elementos muy particulares. Hamas es un grupo terrorista que de cierta manera está siendo corrido por la derecha en Gaza. Parece un caso perdido, pero todavía no lo es. La estrategia de Abbas es sentarse  a dialogar con Hamas. Esto no es aprobado por la visión internacional. De todas maneras habría que ver qué pasa con esto. Podemos verlo con una lente positiva y creer que este diálogo puede funcionar.  Abbas va a tener que negociar. Ahí se abre una ventana de posibilidades. Dependerá mucho de cómo lo manejará Abbas. Todavía creo que hay una oportunidad para destrabar esto.

Hay que empezar a pensar beneficios para la población palestina. La gente en Cisjordania, por ejemplo, quiere lo que cualquier persona común quiere:  trabajar, mandar a sus hijos a la escuela, ir a tomar un café cuando tenga ganas, nada del otro mundo. Fayad lo empezó a tener en cuenta antes de que estallara esta primavera árabe.  Creo que la diplomacia palestina leyó bien el panorama y este llamado a la declaración del Estado Palestino responde a esto. Es muy arriesgada una alianza con Hamas, porque Israel no aceptaría nunca esto y menos la comunidad internacional. Igualmente Abbas está marcando la agenda frente a un gobierno israelí, y esto al gobierno israelí no le agrada. Los escenarios pueden ser múltiples, pero el pesimista puede ser muy violento. En el mundo palestino la frustración va  ir directamente para Israel.

¿Cuál es el papel que ocupa la comunidad internacional?

En la comunidad internacional no hay intereses económicos pero sí hay intereses políticos. Obama tuvo como característica que desde que asumió buscó un acercamiento al mundo árabe, la relación entre palestinos e israelíes puede servirle para calmar ciertas situaciones dentro de este mundo. Obama ha ido muy lejos con esto porque afirmó que hay que crear un Estado Palestino con las fronteras del '67. Tanto Europa como EE.UU. no van a avalar la formación del estado Palestino formal, pero como nunca están ejerciendo presiones políticas muy fuertes para avanzar. Israel no está ofreciendo nada. Se le acabó el argumento de que los palestinos sólo quieren poner bombas.  Mientras tanto los palestinos están haciendo lo que los israelíes siempre quisieron: controlar la seguridad y los atentados. Esto está siendo muy favorable para Palestina, están haciendo la lectura correcta de la situación.

Y Latinoamérica, ¿qué papel juega?

Claramente Latinoamérica, en líneas generales, es favorable a la situación ideológica de los palestinos. porque se identifican con su sufrimiento.   Por eso no me sorprende que haya dado su apoyo. Acá está cruzado el tema de Irán, ahí sí se está dando una situación inaceptable. Uno de los países miembros de UNASUR está acusado de poner una bomba en medio de Bs. As. y matar 85 personas. Es inaceptable que países latinoamericanos tan sensibles a intervenciones extranjeras que tanto critican, se unan para condenar las intervenciones de EE.UU., pero no critiquen lo que pasó en Argentina con el atentado a la AMIA. Nadie ha podido dar una explicación coherente desde el gobierno. Habría que separar las situaciones. Los palestinos aparecen como un hecho políticamente aceptado porque cae bien hacerlo, pero si uno hace un análisis más profundo se debería analizar si no se está  violando algún acuerdo preexistente.


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