La Conferencia de Wansee

Casa de la Conferencia de Wannsee Memorial House

La invitación a la Conferencia de Wannsee, el 20 de enero de 1942 fue emitida por el Jefe de la Policía de Seguridad y SD - Reinhard Heydrich, quien ya en noviembre de 1941 había escrito un boletín informativo. La conferencia tuvo lugar al mediodía y duró menos de dos horas. El tema oficial de la reunión era la llamada "solución final al problema judío". Aun hoy en día se considera como una táctica sofisticada la utilizada por Heydrich a la hora de seleccionar a los participantes a la conferencias – ya que se representaba una sección transversal del aparato del Estado alemán - lo que les convertía en cómplices y partidarios de la política judía. Hay que incidir en este punto a un error muy extendido: el asesinato sistemático de los Judíos ya había comenzado en junio de 1941 - mucho antes de la reunión en la villa berlinesa. La Conferencia de Wannsee fue algo más que el perfeccionamiento de las deportaciones de los Judíos y su exterminio en los campos, sino también la coordinación de los órganos del Estado - tales como las SS, la Gestapo, los Einsatzgruppen, la Wehrmacht y la administración civil. Por lo tanto, en la conferencia se trataron temas como la capacidad ferroviaria y la capacidad de los campos de exterminio. Además, los participantes exploraron intensamente definición del empleo terminológico de medio, y cuarto de judío, así como el destino de los judíos casados con alemanes. Pero no hubo acuerdos adoptados en la conferencia, como por desgracia siempre se lee de forma incorrecta.  Además, otro aspecto que no debe olvidarse: Heydrich experto en las prácticas de intrigas llevadas a cabo por los poderosos nazis, quería una distribución de responsabilidades por los crímenes monstruosos que se llevarían a cabo, recayendo la responsabilidad sobre los hombros de muchos.

Los 15 participantes de la Conferencia de Wannsee fueron los siguientes:

    *Reinhard Heydrich - Jefe de la Oficina Principal de Seguridad del Reich (RSHA)
    *Adolf Eichmann - Jefe del Departamento IV B 4 ("Asuntos Judíos") de la RSHA
    *Heinrich Müller - Jefe de la Policía Secreta del Estado (Gestapo)
    *Otto Hoffmann – SS líder del grupo - Oficina de Colonización
    *Rudolf Lange – SS Sturmbannführer – Servicio de Seguridad (Policía)
    *Eberhard Schöngarth, Coronel de las SS - Servicio de Seguridad
    *Gerhard Klopfer, Coronel de las SS - Sede del Partido
    *Wilhelm Kritzinger, Secretario Adjunto - Cancillería del Reich
    *Josef Bühler, Secretario de Estado - Oficina del Gobernador General en Cracovia
    *Georg Leibbrandt, Reichsamtsleiter - ocupó el Ministerio de Territorios del Este
    *Alfred Meyer, el Gauleiter - ocupó el Ministerio de Territorios del Este
    *Erich Neumann, Secretario de Estado - Oficina del Alto Comisionado para el Plan de Cuatro Años
    *Martín Lutero, Subsecretario - Ministerio de Relaciones Exteriores
    *Wilhelm Stuckart, Secretario de Estado - Ministerio del Interior
    *Roland Freisler , el Secretario de Estado - Ministerio de Justicia
El acta de la Conferencia de Wannsee fue elaborada con deliberada oscuridad. Heydrich y Müller, director de la Gestapo, retocaron varias veces el borrador de Eichmann con la intención de crear, precisamente, ese efecto. Dado que se pretendía difundir el documento en círculos más amplios, necesitaban que tuviese una redacción criptica, de tal modo que quienes entendieran el contexto supiesen perfectamente lo que quería decirse en cada momento, en tanto que la falta de terminología descarnada evitaría que se escandalizasen los no iniciados que pudieran leer el escrito. Sea como fuere, sigue constituyendo la prueba más clara del proceso de planificación que subyacía a la “solución final”, así como de la complicidad general del estado en los asesinatos que seguirían al encuentro. Cabe preguntarse, no obstante, si la conferencia merece el lugar que ocupa en la conciencia popular en cuanto reunión más significativa de la historia de estos crímenes.

La respuesta de ser negativa. Esta idea falsa descansa sobre el convencimiento de que fue entonces cuando los nazis decidieron acometer la “solución final”, y no es el caso; pese a que no podemos negar su trascendencia, hemos de reconocer que, en cuanto momento desencadenante, no paso de revestir una importancia secundaria, ya que formaba parte de la ampliación de un proceso de exterminio que se debía a una decisión tomada en otro lugar. La Conferencia de Wannsee no tuvo efecto inmediato alguno sobre Auschwitz o la construcción del recinto de Birkenau. Eso sí, desde principios del otoño de 1941 se había llevado a cabo un cambio en cuanto al lugar empleado para ejecutar los experimentos con Zyklon B, para lo cual se había sustituido en Birkenau, el Bloque 11 por el horno crematorio, situado a pocos metros del despacho de Hoess.

Los ajusticiamientos en cámaras de gas de los judíos “improductivos” de la zona adyacente a Auschwitz se sucedieron también tras la conferencia. Los caballeros de la conferencia no hablaron del destino de los 800.000 a 1.000.000 de gitanos de Europa. Los funcionarios del Reichskommisariat Ostland y del ministerio de Rosenberg trataron este asunto durante todo el año 1942 y la mayor parte del siguiente. Para la mayoría de los gitanos de la Europa nazi, estar en la misma situación que los judíos, no significaba necesariamente recibir el mismo trato. Sin ninguna ideología sólida que modelara las acciones contra ellos, careciendo de la codicia como motivo para alimentar la participación de amplias capas de la población y sin interés alguno por parte de Hitler, la Porramous (Consumación) de los gitanos remitió justo cuando el genocidio de los judíos se convirtió en un Holocausto total (Shoa).

Los nazis nunca titubearon con los judíos, solo el destino de los “cuarto y mitad judíos” revoloteo sobre la mesa de la conferencia. El secretario de Estado de Interior, Wilhelm Stuckart, adujo que la deportación y muerte de estos “Mischlinge” (mestizos), crearía problemas debido a sus lazos con alemanes “arios”. El estudio histórico de la solución final ha conseguido resultados importantes y muy poco conocidos y acogidos en ámbitos no especializados en la investigación sobre los “Einsatzgruppen”. Las tareas de las unidades móviles que dependían de la Dirección General de Seguridad del Reich de Reinhard Heydrich se definieron antes de la invasión de la URSS, y se basaban en un estricto acuerdo entre el ejército y la RSHA.

Esta preveía que las unidades móviles pudiesen “acometer medidas ejecutivas contra la población civil” en todas las zonas de operaciones, del frente a la retaguardia. Las unidades móviles fusilaban a los judíos varones adultos, pero, desde agosto de 1941, la masacre se extendió a mujeres y niños. Teniendo en cuenta que, entre las “categorías de menores” había que eliminar la figura también de los enfermos mentales. La matanza por arma de fuego de más de un millón de judíos, planteaba problemas técnicos y psicológicos, por ello se optó por un medio más “humano”. Para ello utilizaron a los locos como cobayas, probando la dinamita; luego con “mejores resultados”, el gas.  

El protocolo final de Wannsee que fue firmado por Heydrich estipulaba lo siguiente: “La emigración ha cedido el lugar a partir de ahora a otra posibilidad de solución: la evacuación de los judíos hacia el este, solución adoptada con el acuerdo del Führer […

]. La solución final del problema judío, serán llevados a cabo con el traslado bajo fuerte escolta al Este destinándolos allí al servicio del trabajo […]. Se sobreentiende que una gran parte de ellos se eliminaría por su estado de deficiencia física. El resto que subsistiera a fin de cuentas deberá ser tratado en consecuencia. La conferencia preveía, que se comenzara con la deportación de la población, para su destrucción, por los territorios del Reich y del Protectorado para “asear a Europa con peine fino”, de oeste a este.

Pronto los administradores arios toman en sus manos las empresas judías. Los alemanes saquean directamente los bienes judíos aunque prefieren usar intermediarios locales cuando se trata de territorios externos al suyo. La expoliación siempre está protegida por derecho: leyes nuevas permiten bloquear las cuentas, confiscar departamentos y muebles, tomar las empresas, declarar nulas las disposiciones testamentarias anteriores, etc. En las deportaciones masivas, los moribundos y muertos son muchos. Agotados, sedientos, aterrorizados, sorprendidos como lo quiere la SS, los deportados se ven reducidos a no poder reaccionar. Los agotados o incluso agonizantes son conducidos directamente a las fosas en las que son asesinados.

Según las estadísticas de Wannsee, el número de judíos de Europa ascendía a once millones de personas, aunque la población total de no alemanes de Europa oriental era superior. Por etnias las victimas más numerosas fueron los judíos; aunque existiendo aun cierto tipo de controversia respecto del número exacto se sitúan entre las 4.800.000 y 6.500.000 víctimas.- Por campos de concentración, donde se practicó el exterminio sistemático en aplicación del protocolo de la conferencia de Wannsee, se situó en primer lugar y con diferencia sobre los otros existentes Auschwitz  -Birkenau.- El número de víctimas respecto de campos quedo en esta aproximación:

    *AUSCHWITZ-BIRKENAU: 2.000.000
    *TREBLINKA: 700.000
    *BELCEC 600.000
    *MAIDANEK: 400.000   
    *CHELMO: 350.000
    *SOBIDOR: 250.000          

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