Alemania

altEl padre regresa a Buenos Aires 20 años después de haber abandonado a su familia. Allí es recibido por la ex esposa y sus dos hijos, quienes aún viven en la misma casa. Casi como por arte de magia, vuelve a ocupar la habitación y la cama que alguna vez fueron suyas. El tiempo parece haber quedado estancado para esta particular familia, que lo recibe sin pedir explicaciones ni mostrar atisbos de resentimiento. "Alemania", sin embargo, no es una simple alegoría de la familia. Siempre se ha dicho que del núcleo familiar se desprende, de cierta manera, la sociedad que somos y en la que vivimos.


El papá de la patria

La figura paterna se presenta en la piel de un hombre adicto a las mujeres más jóvenes, por no decir niñas. Parece aprovecharse de todas las situaciones que le resultan confortables, esas situaciones que lo remiten al útero materno o a la propia cama en un día frío, lugar donde se desarrolla toda la acción. Un argentino muy alemán, ya sea en su acento, sus gustos y su propia estética. Un personaje que se duerme en los momentos importantes de su vida, generando ausentismos; sin embargo, ya dormido tiene pesadillas y tampoco lo soporta. Las niñas lo enloquecen, de hecho está constantemente acompañado, en su realidad o en su imaginación, por un cuarteto de violines y chelos, de jóvenes muy alemanas que hacen emerger la música de esos instrumentos y que dialogan con él tal como lo haría un coro griego.


La madre de la patria

Una madre que prefiere mirar el canal de compras para no pensar en lo realmente importante. Llena sus penas con raros electrodomésticos que sirven para extrañas tareas del hogar. Angustiada, con una sexualidad apagada, su vestimenta predilecta es la deportiva. Sus actividades cotidianas son mirar la tele o dar una vueltita porque el día "parece estar lindo".

Los hijos de la patria

Los hijos tratan de manejar la situación como pueden. Eligen quedarse quietos antes de accionar. Uno de ellos es muy estructurado y desconfiado. El otro, como un opuesto perfecto, confiado de más. En cierto punto está enamorado de su padre, casi hasta el límite de generar de manera provocativa cierta pedofilia, quizás por ser el más joven y ajustarse más a los gustos paternos.


La Patria.


Todos los integrantes de esta familia se pasan la pelota, ninguno se hace cargo, todos son ajenos. Sin embargo internamente sufren. Este es el panorama en el que esta familia se mueve, desde el núcleo hasta la sociedad misma. Es justamente la canción que oficia de banda sonora de la obra un resumen perfecto.


"Chiquitita dime por qué
tu dolor hoy te encadena
que en tus ojos hay
una sombra de gran pena
no quisiera verte así
aunque quieras disimularlo
si es que tan triste estás
para qué quieres callarlo
chiquitita dímelo tú"

Teatro Anfitrión -Venezuela 3340 // Viernes 23:15 hs.

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