¿Dime con quién andas y te diré quién eres?

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Esta semana será anunciada la composición del gobierno de unidad nacional palestino, según confirmaron en el Cairo el martes último representantes de Al Fatah y del grupo integrista islámico Hamas. Recordemos que el mes pasado, ambos grupos  revelaron –para sorpresa de muchos– que habían logrado un acuerdo de reconciliación que pondría fin a las diferencias entre las partes y allanaría el camino hacia una marcha juntos “por el bien del pueblo palestino”.

Ahora, a pocos días de saberse quiénes serán los ministros, nos parece relevante hacer algunas aclaraciones de fondo.

1) Aquí no ha surgido ningún amor repentino entre Fatah y Hamas, nada que logre poner fin de fondo a la ruptura  entre las partes, que se concretó a raíz del golpe de Hamas en junio del 2007 y  la expulsión de la Autoridad Nacional Palestina de la Franja de Gaza. Lo que hay es una alianza de intereses: Hamas quiere intentar conseguir legitimidad a través de su asociación con el liderazgo de la ANP, reconocido mundialmente, y la Autoridad Palestina quiere decirle al mundo que no hay razón para no reconocer la independencia palestina en setiembre en la ONU, ya que se terminó la división interna.  
Esto parecería lo más evidente, pero a nuestro criterio, en las consideraciones del Presidente Mahmud Abbas, hay otro punto más: al haber llegado a la conclusión de que no logrará un acuerdo con Israel en las condiciones que él desea (o que él considera que podrá presentar a su pueblo, o sea con retirada total a las líneas del '67, división de Jerusalem y retorno de los refugiados), prefiere pasar a la historia como quien unió al pueblo y consiguió el nuevo reconocimiento de la ONU al Estado palestino.

2) Oficialmente, al menos hasta las elecciones palestinas, las dos partes tendrán un mismo peso en el gobierno de unidad nacional, que será temporario. Pero parecería que Hamas se siente lo suficientemente fuerte como para imponerse, con pasos que se presentan de entrada como desafiantes. Esta es la forma en la que interpretamos el veto que impuso Hamas -al menos hasta ahora- a la sugerencia de la Autoridad Palestina de que el actual Primer Ministro Dr. Salaam Fayyad siga desempeñándose en su cargo también en el marco del gobierno conjunto. Uno de los portavoces de Hamas en Gaza, Salah Bardawil, dijo que no les parece apropiado “depositar en él la confianza para que encabece al gobierno de unidad nacional”.

Si no fuera para llorar, parecería una broma de mal gusto. Un vocero de una organización terrorista, descalifica al Dr. Fayyad -que ni siquiera es miembro de Al Fatah sino independiente-, el primero que ha hecho algo concreto por los palestinos. ¿Será porque Fayyad, a diferencia de su antecesor Yasser Arafat , supo gastar los fondos recibidos por los palestinos en el desarrollo de la sociedad civil palestina  y la infraestructura necesaria de cara a un Estado, en lugar de destinarlos a armas y terrorismo? ¿O será simplemente para humillar al Presidente Abbas, conscientes de que es Fayyad el rostro más apreciado en Occidente del gobierno palestino?


3) El acuerdo de “reconciliación” es entre Fatah y Hamas, pero en realidad, el principal aliado de Hamas es Irán. La República islámica introduce a Gaza millones y millones en armas y municiones. Lo intenta hacer por mar y lo hace por los túneles subterráneos que conectan el Sinaí con el territorio palestino. En el mes de marzo, Israel interceptó el cargamento de armas iraníes a bordo del “Victoria”, que incluía avanzados misiles anti-barcos y numerosos proyectiles de diversos tipos, en camino a Gaza. El mismo mes, las fuerzas de seguridad de Egipto capturaron varios vehículos que llevaban armas  y que estimaron venían de Irán, vía Sudán, en camino a Gaza.

Pero el tema no pasa solo por las armas en sí, por lo material clave para el terrorismo, sino por la preparación misma de quienes van a usarlas. Miembros de Hamas son entrenados por las Guardias Revolucionarias de Irán.

El 9 de marzo de 2008, el periódico británico “The Sunday Times” publicó que 300 de los “mejores cerebros” de Hamas habían sido enviados en secreto a Teherán, a fin de aprender cómo preparar explosivos con objetos de uso diario y cómo avanzar en la fabricación de cohetes. Algunos fueron entrenados como francotiradores y el manejo de los  túneles. Es por eso, por supuesto, que el comandante de Hamas citado anónimamente en dicha nota, dijo claramente: “Irán es nuestra madre, nos da información, abastecimiento militar y apoyo financiero”.
Estos viajes a Irán, cabe aclarar, no fueron una excepción en el 2008. Desde entonces, la relación entre Hamas e Irán no ha hecho más que afianzarse más aún. Según “World Tribune”, la mayor parte de los 540 millones de dólares del presupuesto aprobado por Hamas, llegó de Irán.
El propio Presidente Abbas, el mismo que firmó el acuerdo con Hamas hace poco, declaró el año pasado: “Que yo sepa, Hamas recibe 250 millones de dólares de Irán cada seis meses... quizás cada año. Hamas está financiado por Irán. Alega que está financiado por donaciones, pero las donaciones son incomparables con lo que recibe de Irán. Las donaciones no son la cuarta parte, ni la quinta, ni siquiera el 1% de lo que recibe de Irán”.

Si el dinero estuviera destinado sólo a la red social y a la ayuda directa a la población, sería otra cosa, sea cual sea el origen.Pero en el caso de Hamas,no sólo que  el sistema de apoyo social es una vía de influencia sobre la población para garantizar su ascendencia, sino que gran parte del dinero es utilizado en el desarrollo de una infraestructura armada contra Israel. Mientras siga existiendo no sólo el brazo de apoyo económico sino también el brazo armado, y mientras la posición de Hamas continúe defendiendo el terrorismo, el peligro existe y es palpable. El comportamiento de Hamas no sólo antes sino inclusive después de la retirada israelí de la Franja de Gaza en setiembre del 2005, no ha hecho más que demostrarlo.

4) A pesar de que hay a menudo en los pronunciamientos de figuras de Al Fatah y la Autoridad Palestina -en árabe, no en inglés- citas preocupantes respecto a su visión de Israel y el futuro de la paz que supuestamente están buscando, no creemos que Abbas sea lo mismo que Hamas. En absoluto. Nos parece que irradia ante Occidente una imagen mucho más moderada de la que su grupo y su entorno presentan ante su propio público, pero no lo comparamos con Hamas.

Sin embargo, es inevitable preguntarse si paralelamente a los intereses que lo motivaron, según comentamos al principio, a aliarse con Hamas, es también consciente del significado que eso tiene para Israel . ¿Comprenderá qué mensaje está enviando a los israelíes  al aliarse con quienes rehúsan reconocer a Israel y siguen formalmente apegados a una carta constitutiva que llama a la destrucción del Estado judío? Seguramente oyó a figuras de Hamas diciendo, apenas se reveló la firma del acuerdo, que la paz no será tema en la agenda del gobierno de unidad nacional… ni tampoco el reconocimiento de Israel.

Y lo peor, es el mensaje que eso envía a su propio pueblo…

No siempre es exacto eso de “dime con quién andas y te diré quién eres”.  ¿Pero comprenderá Abbas que si su nuevo socio es Hamas, no funciona su argumento de que hay estancamiento por culpa del gobierno israelí?


Editorial de “Semanario Hebreo”-Uruguay 16.6.11


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