Te voy a matar mamá

“Me interesa, en general, escribir sobre el conflicto entre el deseo individual y las estructuras culturales que crea el hombre para organizarse socialmente. Conflicto que hace a la historia de la humanidad. Todo hombre necesita estructuras que lo contengan y le generen cierta seguridad y, por otro lado, lucha por la realización de sus deseos individuales. Creo que este par dialéctico es un motor para el avance hacia una síntesis que genera un conflicto inestable, claro". Eduardo Rovner

Te voy a matar mamá es un unipersonal excelentemente interpretado por Mercedes Funes, escrito y dirigido por Eduardo Rovner.  A simple vista esta obra cuenta la historia de una hija que espera a su madre a la que planea matar. Dialoga con ella imaginariamente dándole las explicaciones del porqué de su terrible decisión.

Sin embargo el comienzo  exhibe el  primer indicio de que algo diferente está sucediendo. La protagonista está  leyendo un libro de Fen Shui, técnica que permite explorar y sacar provecho de la energía propia del ambiente y del hogar. El hogar visto como el espacio más íntimo, quizás evocando al útero materno. Hay que saber ubicarse en ese espacio para sentir como fluye. En este caso la protagonista tiene serios problemas para orientarse de forma correcta, su energía definitivamente no fluye.  Algo está atascado, algo la molesta, la angustia y se propone  expresarlo. La mamá aparece casi inmediatamente como parte de esta fastidia.  Pero esta mamá que espera y nunca llega, ¿es real, o será simplemente un diálogo interno, una voz dentro de la protagonista?

Utilizando objetos del ambiente, objetos de este hogar o de este útero, la madre toma forma: una estatua de madera indígena, una estatua de Buda, un jarrón. Es la proyección material de una madre inexistente.  El diálogo que mantienen es angustiante, sofocante, de poco entendimiento, pero por sobre todas las cosas de una visión muy personal, una visión muy centrada en la perspectiva de esta hija.
Todos indicios de una única alternativa: este diálogo es una exposición casi inmediata de la psicología y el interior de este personaje.  Son sus miedos, sus traumas, sus necesidades no asumidas y expuestas en la figura de la culpa, una culpa que se personifica a través de su mamá. Es justamente este punto tan interno que provoca esta incomodidad. 

La protagonista busca en elementos externos la explicación de la miseria que siente en su vida actual. Sin embargo no puede ver, la angustia no se lo permite, que primero debe explorar en su interior. Únicamente desde allí podrá hacer que su ambiente, su alrededor, su exterior, fluya de mejor manera.  Ambiente intimista, un diálogo de uno a uno, que sumerge al espectador en este juego desde el primer momento.


Autoría: Eduardo Rovner
Actuan: Mercedes Funes
Vestuario: Ana Sellan
Musicalización: Pablo Rovner
Asistencia de dirección: Javier Delgado
Prensa: Daniel Franco, Paula Simkin
Producción ejecutiva: Rubén Sibilia
Co-Dirección: Fabiana Maneiro
Dirección: Eduardo Rovner


CIUDAD CULTURAL KONEX
Sarmiento 3131 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4864-3200
Web: http://www.ciudadculturalkonex.org
Entrada: $ 50,00 - Domingo - 19:00 hs
Entrada: $ 50,00 - Sábado - 21:00 hs


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