Seis vendedores de película

Mientras se encienden, las luces de Kreal –la sedería de la calle Azcuénaga 412, en la capital argentina- juguetean con los tubos de telas coloridas. Como si comenzara una función, la del ritual que se repite cada mañana desde hace 30 años, cuando Andrés barre la vereda y levanta las persianas, entre interpretaciones de tangos y boleros, así como también de poesías escritas especialmente para su amigo y jefe el Negro Levy.

Se trata de una de las primeras escenas de “Novias- Madrinas -15 años”, la ópera prima de Diego Levy y Pablo Levy (“los nuevos hermanos Cohen”, como auguró el presentador de la película) estrenada el viernes en el marco de la competencia argentina del Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI).

Sus directores tienen la virtud de hacer interesante lo que aparentemente no resultaría tal: el trabajo cotidiano en un local del Once, el barrio judío por excelencia de Buenos Aires. Y lo logran a partir de presentar las historias de sus seis vendedores: además del mencionado Andrés, Alberto, Pablo, Ricardo (“en realidad es mi nombre artístico, mi nombre verdadero es Moisés”, afirma este personaje capaz de prender fuego a un retazo de seda para probar que, al quemarse “no forma pelotitas”, lo cual daría cuenta de la buena calidad de la tela), Antonio y Elías el “Negro” Levy, a su vez padre de los flamantes directores. Un tipo, según sus empleados, “duro” y querido a la vez.

Los Levy crearon un ritmo que no se detiene nunca a lo largo de los 60 minutos del documental, posibilitado gracias a las tomas que juegan con la decoración del local (espejos, cajones que se abren y cierran, telas; incluso, como notó alguien del público, cada personaje al momento de las entrevistas personales está identificado con un género de tela distinto).  

También contribuyen a este ritmo mostrar el humor particular de los laburantes y los conflictos que existen entre ellos; los diálogos con las clientas o la incorporación de una música original, un vals con aires klezmer/balcánicos que agrega una cuota de exotismo y de nostalgia. Todos estos elementos convierten a “Novias…” en una obra entrañable, encantadora, que despierta humor y ternura.   

Los personajes hablan de su oficio, la venta, y reflexionan sobre ella. Todos coinciden -expresamente o no- que se trata de un arte. Levy, sin vueltas, dice tener la capacidad de detectar al instante si alguien quiere realmente comprar o sólo tiene ganas “de hinchar las p…..”. Una escena verifica cómo el “Negro”, parsimonioso, deriva a sus empleados esta segunda clase de clientas.

En cambio, Ricardo razona que si la persona traspasó la puerta es porque quiere comprar. Y está en uno “crear esa venta”. Pablo, viudo, es “el Ministro”, evangelista, el más creyente; asimismo, una mezuzá custodia la puerta del local, signos de ese barrio Once multicultural actual.

Ricardo contará cómo ganó 1,200,000 dólares en el casino de Londres. No dará mucho más detalle respecto a cómo cayó en bancarrota, aunque se admite adicto al juego. Levy, por su parte, se fundió y resurgió en un par de oportunidades “gracias a la ayuda de mis amigos”. Ahora dice sentirse más tranquilo, no hay deudas que lo acosen.

Cuando terminó la proyección, los hermanos Levy invitaron a hablar a su padre y a Andrés, Pablo y Ricardo. Se los veía igual de naturales que en la película, el efecto fue paradójicamente irreal, estaban ahí parados verdaderos actores de la vida. Después vinieron los elogios y las preguntas del público.

Al salir de la sala, este cronista supo que la tentación está al alcance de la mano: cualquiera puede, como cliente, acercarse a Kreal y formar parte voluntaria o involuntariamente de una película -la de la vida cotidiana- que, de alguna manera y gracias a los hermanos Levy, aún continúa rodándose en el local de Azcuénaga 412, todos los días, cuando las persianas se levantan, las luces se encienden y los colores de las telas adquieren su mejor brillo.

PRÓXIMAS FUNCIONES: El documental se presentó el viernes pasado en la selección nacional del Bafici (se podrá ver el jueves 14 y el domingo 17). Más info: http://www.bafici.gov.ar/home11/web/es/films/show/v/id/290.html  


ENTREVISTA A PABLO LEVY

En el medio del ajetreo lógico del Festival, Pablo Levy (23), uno de los directores del documental, se hizo tiempo para brindarle una entrevista a TuMeser.  

-¿Cuándo y cómo surgió la idea de rodar el largo?
El día del velorio de mi abuelo paterno. Cuando llegamos nos encontramos con los empleados en la puerta y al verlos fuera del negocio, ese mundo al que pertenecen hace ya varios años, los vimos diferentes. Teníamos muchas ganas de filmar algo y surgió la idea de convertir a estos personajes de la vida en los personajes de una película del negocio.

-¿Cómo reaccionó su padre cuando le plantearon filmar la peli?
Creo que nunca se dio cuenta de lo que estábamos haciendo hasta el día que Sergio Wolf (NdR: Director del BAFICI) y los programadores del festival fueron al negocio a ver la película. Ahí se dio cuenta de que algo estaba pasando. Cayó definitivamente el día del estreno en el cine.

-¿Cómo reaccionaron los empleados frente al planteo del documental?
Lo veían como un juego que estábamos haciendo los hijos del dueño. Tenemos buena relación con ellos, hablamos siempre, esta vez les pusimos una cámara de frente y una tela de fondo. En las escenas cotidianas fuimos más como espías. Y eso se ve en la película. Pocos son los momentos en los que ellos miran a cámara.

-Las clientas, ¿estaban al tanto de que se las filmaba?
Sí, nos veían, nos preguntaban, pero estaban muy concentradas en cómo iban a vestirse ese día tan importante para cada una de ellas.

-¿Cómo fue el proceso de trabajo?
Formamos un buen equipo, nos complementamos. Diego tiene mucha experiencia en fotografía y yo me encargué del montaje, aunque los dos participamos en todos los roles. Los dos filmamos, editamos y tomamos las decisiones juntos. Rodamos y editamos al mismo tiempo. Primero hicimos las seis entrevistas, las limpiamos, ordenamos, así logramos el guión. Luego, durante dos meses fuimos al negocio. Tuvimos nuestros roces como toda relación de hermanos, a veces no coincidíamos, pero tenemos una manera parecida de trabajar y eso nos ayudó mucho.

-¿Qué sienten de estar participando con la película en el Festival?
Estamos muy contentos, el BAFICI fue un objetivo desde el principio y lo cumplimos. Ser parte de la competencia argentina ya es más de lo que esperábamos. El estreno fue muy satisfactorio, la respuesta de la gente, el clima en la sala.

-¿Qué expectativas tienen de que se difunda, más allá del Festival? ¿Participarán de otros festivales?
Es la idea. Desde Bafici nos contactaron con programadores de otros festivales y esperamos que alguno pique.


· Más leídos ·

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos