La agenda de Simón Peres y mis zapatos rojos

altSimon dice: “We are the people of the book, now we are also the people of the Facebook”.

Me puse lo zapatos rojos  de tacón mediano (que combinaban con mi petit cartera del mismo color). Una musculosa negra bordada con rosas rojas la cual tiene en su diseño reminiscencias a un mantón de manila. (La verdad es que ERA un mantón de manila que transformé en una prenda de vestir.) Pantalón negro y chaquetita negra remataban el atuendo. Pelo planchado y labios rojos. Le lancé un beso al espejo y me dije: ¡olé tú!
Así salí, con un outfit estilo ibérico ex profeso, rumbo al Paseo de la Castellana en pleno centro de Madrid. Mis zapatos taconeaban el suelo con velocidad corriendo como el conejo de Alicia. El agujero por el que caería unos minutos más tarde no me llevaba al país de las maravillas, sino que  me subiría hasta el séptimo piso de una residencia privada. Allí se celebraba un coctel en honor al presidente de Israel, Simón Peres.
Cuando entré al magnífico apartamento,  un señor con toda la pinta de mayordomo de Hitchcock me agarró el abrigo y me dio un numerito para que lo pidiera después.
En la sala principal de la casa ya estaba sentado Simón Peres con el dueño de casa. No había más de 60 personas.  Eurodiputados, políticos, directores de periódicos, directores de organizaciones y los líderes de la comunidad judía madrileña y española.  Es decir la creme de la creme… ¡y yo! Una humilde escritora  turco-uruguaya-sefardí.  No me creía mi suerte. Todos escuchaban con respetuoso silencio al presidente de Israel. Me quedé de pie observando a Peres en vivo y en directo. De pronto la imagen del periódico se convertía en 3D. La primera impresión quedará marcada como  un sello a fuego para siempre en mi memoria. Su  figura representa en sí misma una postal histórica del Estado de Israel.  A su alrededor brillan los reflejos de figuras emblemáticas de la historia de nuestro pueblo.  Era como ver pasar a mi lado a los partisanos, a Ben Gurión, Golda Meir, Moshe Dayan. Los ecos de 7 guerras sufridas por Israel surcan las grietas que el tiempo le ha dejado a su rostro. Casi un siglo de existencia le han permitido ver muchas cosas.  Como un abuelo asombrado de los cambios que ocurren en el nuevo milenio, su fe y esperanza señalan a las nuevas generaciones como los portadores de la democracia y la justicia para Medio Oriente.  “El internet y la televisión son los nuevos lentes por los que los jóvenes observan al mundo y a través de esa visión vendrán los cambios”, dijo, con referencia a los sucesos que tienen lugar ahora en los estados árabes. Israel sigue siendo, por ahora, la única democracia de la región. “Israel es una isla en un océano de teocracias y tiranías. Es nuestro deseo dejar de ser una isla ya que es mucho más probable que el océano afecte a la isla, más que la isla pueda influir en el océano. A mis 87 años puedo decirles que un hombre optimista y un hombre pesimista vivirán el mismo tiempo, sólo que de diferente modo. Yo he elegido vivir con esperanza."
Alguien le preguntó la razón por la cual  Israel es líder a nivel mundial en el  área de tecnología e innovación. “El secreto está en nuestra gente. Por naturaleza el judío nunca está satisfecho. El día que un judío está satisfecho deja de ser judío. Este es nuestro gran aporte a la humanidad y de allí que existan tantos premios Nobel judíos. Son los ciudadanos los que no se conforman, los que siempre están buscando ir a más. Hoy el socialismo verdadero está en buscar una naturaleza limpia, aire fresco, energía renovable. Hemos desarrollado el coche eléctrico recientemente. Esa es la línea en la que va nuestra sociedad."
El conflicto
Acerca de la convivencia con los vecinos  palestinos dijo: "Quiero ser franco, luchar contra el terrorismo no es fácil, las televisiones no son objetivas con el terrorismo, porque no pueden ser objetivas. Una televisión nunca sigue a un terrorista cuando va a matar, sino que sigue la reacción al terrorista. Creo que esa es la razón por la cual se cuestiona la desproporción de Israel. Es difícil luchar contra el terrorismo porque no respetan la ley y utilizan a personas como escudos humanos. Y esto hace difícil continuar con las negociaciones. En Medio Oriente había 22 países musulmanes; uno cristiano, el Líbano y uno judío, Israel. Líbano ha caído.  Israel no se ha rendido en 63 años ”.  Peres aseguró que quieren negociar con los palestinos. Su deseo es que la paz llegue por fin a ambos países. “No pedimos mucho, tan sólo defendemos nuestras vidas. Queremos paz. Seguiremos siendo democráticos y ayudaremos a los países árabes a ganar independencia. No queremos dominar sus vidas. Cuanto mejor les vaya a ellos mejor le irá a Israel”. Aseguró que siente "un gran respeto por el presidente palestino, Mahmud Abbas, porque es un interlocutor abierto y una persona que quiere la paz y se puede negociar con él”. Al finalizar la charla el presidente de Israel y Premio Nobel de la Paz comenzó a saludar a los presentes.  David Hatchwell, vicepresidente de la Comunidad Judía de Madrid y quien me invitó a este evento inolvidable, me presentó a Peres. Le estreché la mano y le dije Naim Meod (mucho gusto), me preguntó si hablaba hebreo y le dije que muy poquito. "¿De dónde sos?”, me preguntó en hebreo. “De Uruguay “ le contesté y juro que en ese momento la banda musical de la película Éxodo empezó a tocar en una realidad paralela porque yo la escuchaba (o tal vez ya había bebido mucho vino). El presidente entonces me preguntó mi nombre y cuando escuchó el apellido hizo referencia al famoso rabino Abulafia. Yo ya estaba como para charlar toda la noche con Simón, pero la fila de los que esperaban saludar a Peres se amontonaba. Tuve que finalizar mi breve charla con el presidente israelí antes que empezaran a silbarme, abuchearme  y gritarme cosas como “Dale morocha, que todos queremos hablar con el presi” y cosas del estilo.
La experiencia no la olvidaré nunca. Pero sobre todo una vez sentí a flor de piel lo que significa ser judío. Lo que es nuestra identidad.  En la sala todos sentimos que ha llegado nuestro presidente sin importar la nacionalidad que tengamos. Somos un pueblo distribuido por distintas geografías físicas pero unidas en una supra geografía existencial. Más allá de las diferencias políticas que cada uno pueda tener, de la visión sobre los temas religiosos, los cuestionamientos que se  puedan realizar al gobierno, todos al final estamos unidos bajo una mismo sentimiento. No importa dónde hayamos nacido. El viento que ondea en la bandera israelí surge del aliento de todos los judíos del mundo .  Israel tiene derecho a existir y Peres es un testimonio viviente de los ideales que forjaron una pequeña nación que,  sin agua, sin petróleo y en un desierto, ha logrado crecer y ser – en términos tecnológicos y científicos - luz entre las naciones.  


Nota1 : La visita de Peres  tuvo lugar en el marco de la celebración de los 25 años de relaciones bilaterales entre España e Israel. Entre las múltiples actividades que han ocupado su agenda, se destacan su encuentro con  el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, quien le ha otorgado la llave de oro de la ciudad con los Reyes de España. Simon Peres ha recordado que España supo ser un ejemplo de convivencia entre musulmanes, cristianos y judíos durante varios siglos,  antes de la funesta expulsión en  1492. Por lo tanto su encuentro con los Reyes cobra doble significación, en este sentido. Brinda una luz a los nuevos tiempos y al futuro en común entre ambos países. 
Por otra parte, el presidente israelí asistió a un acto homenaje organizado por la Federación de Comunidades Judías de España y la Comunidad Judía de Madrid.
Nota 2: Si el sentimiento patriótico les ha surgido con toda la fuerza del sionismo y en un arranque de pasión sienten un irrefrenable deseo de cantar el Hatikva aquí está la letra y la traducción.

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