15 Años del asesinato de Itzhak Rabín ¿y de la paz?

"Itzjak Rabín fue asesinado, la paz va a triunfar", dijo el presidente de Israel, Shimón Peres, al iniciar su discurso frente a las aproximadamente treinta mil personas que se congregaron el sábado pasado (30 de octubre) en la Plaza Rabin en el centro de Tel Aviv, para conmemorar el 15 aniversario del asesinato de Itzhak Rabin, perpetrado, precisamente, en esa plaza, el 4 de noviembre de 1995.

El hecho de que la generación 'post asesinato' no tenga la remota idea de que cuando se llevó a cabo aquel acto, 15 años atrás (para apoyar a Rabin, el entonces premier, en su política a favor de la paz), que había culminado instantes antes de que Igal Amir le dispare los tres tiros fatales, aquella plaza todavía se llamaba "Kikar Malkei Israel" (La plaza de los Reyes de Israel), es sintomático.

A partir de la repentina y violenta desaparición de Rabín surgió una necesidad colectiva de preservar su nombre. Por este motivo el cambio de nombre de la plaza no quedó en los papeles, sino que la gente pasó, prácticamente de inmediato, a referirse a la plaza únicamente con su nuevo nombre, que a la vez, fue rápidamente adoptado para nombrar organizaciones, instituciones, calles, proyectos, etc.

Según una encuesta llevada a cabo recientemente por el popular sitio web walla! y el instituto de investigaciones israelí "Maagar Mojot", Rabín es el líder israelí más añorado. La encuesta abarcó una muestra de la población de Israel, constituida por 508 mayores de 18 años, a quienes se les solicitó elegir, de una lista de nueve nombres, al líder israelí que más extrañan. Rabin, elegido por el 20 por ciento, fue seguido por Menajem Beguin votado por el 17% de los encuestados y Ben Gurión por el 14%. Cabe destacar que el 28% contestó que no añoran a ninguno de los mencionados en la lista, lo que representa un dato por demás significativo.

A pesar de lo antedicho, la presencia de Rabin en el Israel de hoy y la manera en que se transmite, o no, su legado son constantemente cuestionadas. Dalia Rabin, la hija, se mostró preocupada, en uno de los actos alusivos al aniversario, por el desconocimiento de la figura de Rabin en el seno de los nuevos conscriptos. Por otro lado, Einat Vilef, miembro del parlamento por el partido laborista, propuso anular el acto central anual en la mencionada Plaza y quitar el retrato de Rabin de la Casa del Partido en Tel Aviv (y colocar en su lugar el de David Ben Gurión) por considerar que el apego a Rabin no beneficia al partido. De más está decir que la propuesta despertó la ira de muchos de sus colegas copartidarios.

Más aún, el acto central del sábado último fue transmitido en directo por el canal público, sólo después de que la negativa del canal de hacerse cargo de tal tarea despertó una serie de protestas que lo llevó a retractarse.

El viernes al mediodía se llevó a cabo un evento cultural en el teatro Tzavta de Tel Aviv denominado "Asesinato", organizado con el objetivo de abrir las heridas y recordar la atmósfera de instigación que reinaba en el país en vísperas del asesinato, que contó con un público mucho menos numeroso del esperado.

Al arriba mencionado acto central lo antecedieron una serie de eventos, entre ellos, la ceremonia oficial junto a la tumba de Rabin, y de su esposa Lea, en el monte Hertzl, en Jerusalén, que se realizó hace un par de días, agendado según la fecha del aniversario en el calendario judío (12 en el mes de Jeshvan). También se realizaron ceremonias en la Casa del Presidente; en el Parlamento; en el ejército, en las escuelas de todo el país, que por ley realizan para la fecha actividades en las que destacan la imagen del Rabin,  la importancia de la democracia y los peligros de la violencia.

Oficialmente, a Rabin se lo sigue recordando, pero lo que preocupa a sus seguidores, va más allá de las formalidades.

Los organizadores del acto central decidieron que este año la lista de oradores no incluiría políticos. Sin embargo, el discurso de Jonatán Ben Artzi, el nieto de Rabin (hijo de Dalia), quien según los rumores, estaría considerando seriamente seguir los pasos de su abuelo, tuvo un tinte muy tajante, tanto en sus alusiones críticas al gobierno, como en su convicción acerca de cuál es el camino correcto: "hay que borrarle al asesino la sonrisa del rostro y concertar aquí la paz verdadera, la paz con los enemigos" concluyo Ben Artzi.

El proceso de paz en puerta es la prueba de fuego. Si la pasa, Peres tendrá razón, a Rabin lo asesinaron pero a la paz, no.

· Más leídos ·

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos