Una plataforma israelí para la paz: un fundamento para la unidad

| Escrito por Donniel Hartman
Una de las fallas en la realidad del actual conflicto israelí-palestino  es que no hay ninguna conversación seria entre los israelíes en cuanto a qué queremos, en qué estamos dispuestos a llegar aun compromiso, y cuáles  creemos que son  las cuestiones esenciales.  Una de las razones de esta situación es que después de muchos años de intifada, junto con la respuesta a nuestra retirada de Gaza, muchos israelíes han perdido las esperanzas de la posibilidad de una paz.  Aunque la mayoría de los israelíes quieren las negociaciones para la paz y en teoría apoyan una solución de dos estados, al mismo tiempo esta misma mayoría cree que la paz no es alcanzable.  

En consecuencia, es peligroso para los políticos israelíes presentar posiciones sustantivas que requerirían o supondrían un consenso y en cambio gastan mucho esfuerzo en convertir cuestiones triviales tales como la congelación de la construcción en los asentamientos en asuntos de gran importancia para el Estado de Israel. El peligro que encierra cualquier movimiento sustantivo en la realidad actual va más allá de las supuestas consecuencias para una coalición, creará profundos cismas dentro de nuestra sociedad.  La ausencia de una conversación y un intento de llegar a alguna clase de consenso de valores para darle forma a nuestras políticas hacia los palestinos está generando al espectro de una profunda división ideológica dentro de la sociedad israelí.  

Independientemente de lo que quieran o estén dispuestos a aceptar los palestinos no podemos permitirnos perpetuar la actual falta total de conversaciones respecto a los elementos claves que deben servir como fundamentos para la plataforma de paz de Israel.   Ésta plataforma nunca gozará de un consenso total.  Pero puede, sin embargo, unir a la gran mayoría de los israelíes y crear tanto el apoyo político para negociaciones de paz serias como el fundamento para la unidad en medio del ruidoso debate político.
¿Qué podría servir como fundamento para la plataforma de paz de Israel? He aquí algunas sugerencias:

   1. La paz y la igualdad de todos los seres humanos creados a imagen de Dios son valores judíos, y la búsqueda de la paz no es simplemente una conveniencia política sino una expresión de las más nobles aspiraciones de nuestra tradición y pueblo.
   2. El judaísmo del Estado de Israel estará determinado por la identidad de la mayoría de su población, la calidad de su política, y la naturaleza de su cultura pública y no por la cantidad de tierra que le pertenece.


   3. El compromiso territorial es percibido como un paso necesario para habilitar la posibilidad de la paz y asegurar la identidad judía del Estado de Israel


   4. Hoy en día existe un pueblo palestino con derecho a una autodeterminación nacional.  La negación de estos derechos socava la validez de los nuestros.


   5. La ocupación de otra nación es un mal al que debemos ponerle fin teniendo siempre en cuenta nuestras legítima seguridad, nuestras necesidades  y nuestros asuntos.   Hasta que esto ocurra,  nuestra meta deber ser  evitar cualquier acción no motivada por la seguridad que perpetúe la ocupación y cumplir con los más altos estándares de sensibilidad moral y compromiso con los derechos humanos básicos.


   6. El Estado de Israel es la patria del pueblo judío y todo arreglo de un estatus final debe ponerle punto final a las aspiraciones palestinas de expresar su identidad nacional dentro de las fronteras del Estado de Israel.


   7. La tierra de Israel es la cuna histórica  de la nación judía.  La cuestión de las fronteras,  especialmente en Jerusalem debe reafirmar las raíces históricas e  ideológicas y el significado de la tierra de Israel para el pueblo judío.



La frontera entre los futuros estados israelí y palestino debe tomar en cuenta las necesidades de seguridad del Estado de Israel, la habilidad de los palestinos de crear un estado contiguo viable propio, y los hechos prácticos generados por la ubicación de grandes masas de población de palestinos e israelíes.  Israel es una democracia y debe estar a la altura de sus más elevados estándares.  Ningún árabe ciudadano de Israel puede ser despojado de su identidad israelí unilateralmente,  y hay que hacer todos los esfuerzos posibles para minimizar las penurias y maximizar el apoyo para todo ciudadano judío que sea afectado negativamente por el resultado de compromisos territoriales.   La paz debe ser hecha entre los  pueblos y no simplemente entre los gobiernos.  Cualquier plataforma de paz debe permitir el tiempo necesario para que sus principios sean inculcados entre los pueblos y para asegurar una base duradera que es  necesaria para su éxito.

El adoptar los principios de esta plataforma de paz no acercará necesariamente a la paz.  Los palestinos necesitan formular y comprometerse a vivir según una plataforma paralela propia.  El adoptar la plataforma no le pondrá fin al profundo debate político dentro de la sociedad israelí.  Jerusalem, la ubicación de sus fronteras, el futuro de algunos asentamientos  específicos, las medidas de seguridad, pólizas de seguro tanto de los palestinos como de la comunidad internacional, la necesidad de una identidad  de una fuera de paz internacional y el estatus de los refugiados palestinos, son solamente algunas de las cuestiones que nos dividen

Sin embargo, justamente porque estamos tan divididos es crítico crear una base para una narración compartida en la que la mayoría de los judíos puedan participar.   Sería una tragedia de proporciones inconmensurables si un proceso de reconciliación con el pueblo palestino  condujera a la desunión y a la mutua delegitimización entre nuestro propio pueblo.  Podemos no compartir las ideas políticas pero debemos compartir los principios.  Compartamos una visión esencial de nuestras aspiraciones nacionales aunque podamos no estar de acuerdo en cual es la mejor forma de lograrlas. Es entonces que ningún grupo reclamará para sí sólo el compromiso con la paz, el amor por Israel.  Como judíos éstos deben ser la herencia compartida de todos nosotros y crear la base de un futuro hogar nacional.  

Fuente; http://hartman.org.il/Opinion_C_View_Eng.asp?Article_Id=552
Traducido por Ría Okret

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