El árbol está alto


Iom HaShoá, Iom HaAtzmaut – han pasado.  Como es digno de la temporada de Iamim Noraim, su impacto persiste y nos hace reflexionar en su significado y en impacto en nuestras vidas.  Iom HaZikaron que toca a todos los israelíes en diferentes grados y es conmemorado por la sociedad israelí de una manera profundamente emotiva, humilde y hasta espiritual, toca a nuestra familia directamente, porque lloramos la pérdida del esposo de mi hermana, que murió hace 29 años en la primera guerra del Líbano.

Todos los años, mi familia y nuestros amigos nos reunimos con nuestros “vecinos de cementerio” y estamos de pie lado a lado cuando la sirena suena y el país se paraliza.  Recordamos, pero mayormente lloramos sus muertes y nos acercamos a los miembros de la familia que están aún con vida, les ofrecemos consuelo y les recordamos que no hemos olvidado.  Todos los años la experiencia más incongruente es ver como alrededor nuestro todos están envejeciendo, mientras que Aharón permanece joven para siempre.  A veces es difícil imaginarse como alguien de 60 años pudo haber sido compañero de clase de Aharón o su mejor amigo.   

Este año algo me llamó  la atención, .y me emocionó de una manera que en el momento no comprendí.  Mientras estábamos de pie en un apretado grupo en el cementerio lleno de gente, advertí un enorme árbol, de unos 20 metros de altura, al lado de la tumba de Aharón, me volví hacia mi hermana y señalé la grandiosidad del árbol  

Y ella en respuesta dijo algo que me había olvidado – que ella había plantado el árbol inmediatamente después del funeral de Aharón.  El árbol, su belleza, su tamaño y sobre todo su vida me afectaron profundamente. 
Más tarde, cuando lo estaba compartiendo con un amigo que me respondió “El árbol es la respuesta,” con lo cual quería decir que el árbol y su continuidad es la repuesta de Israel al sacrificio y al precio que tantos han pagado.  Le da sentido al sacrificio y lo redime.  La intención de mi amigo era buena, pero yo siento que se perdió algo.  Pata aquéllos que lloran a un ser querido, no hay respuesta, ni la estamos buscando realmente.  La finalidad de la muerte y la soledad que empaña las vidas de tantas viudas jóvenes, hijos y padres es una tragedia que simplemente está ahí, un hecho de nuestras vidas aquí en Israel y el precio que hemos sido forzados a pagar para lograr lo que muchos otros dan por sentado.   

El árbol no es una respuesta, si no, al igual que la muerte simplemente es.  En contra de todas las probabilidades y la razón, la vida ha simplemente continuado.  En el cementerio, este año, los nuevos nietitos de  Aharón, una nena y un varón vinieron también.  Los dos simplemente son un testimonio que a pesar de los horrores y el dolor que han sido parte integral de nuestra historia nacional, la vida, la belleza y la grandiosidad todavía echan raíces aquí.  El milagro de Israel, realmente creo que el milagro del pueblo judío es que no hemos permitido que nuestro sufrimiento nos defina e inhiba nuestro compromiso con la vida y con la construcción de un futuro digno de nuestro pueblo, y especialmente de aquéllos que se han visto forzados a pagar el precio para que podamos contemplar ese futuro.   

Los Iamim Noraim de Israel han terminado,  Están llegando la primavera y el verano.  El árbol está alto.  El árbol es

Fuente: www.haaretz.com

Traducido por Ría Okret

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