Los judíos de la diáspora deben ignorar el pensamiento del establishment Israelí Ortodoxo

azoulayokLos judíos de la diáspora deben ignorar el pensamiento del establishment Israelí Ortodoxo que piensan que los judíos americanos deben darse cuenta que el judaísmo se ha vuelto más creativo e interesante en Estados Unidos que en Israel. Deben tomar el mando en mantener al judaísmo vibrante y genuinamente vivo.

 Las últimas semanas continuaron una dinámica política que sería graciosa si no fuera triste y destructiva. La pregunta acerca de qué rabino puede actuar en conversiones válidas y ceremonias de matrimonio en Israel ha continuado como una batalla en el establishment Ortodoxo. Pero la batalla en Israel opaca completamente la situación del judaísmo como totalidad.

La situación fue agravada por las declaraciones del Ministro de Servicios Religiosos, David Azoulay, esta semana. Primero, declaró que los judíos Reformistas no son judíos realmente –una declaración que causó ira y llevó a que el Primer Ministro, Benjamin Netanyahu llame "dolorosa" a esta declaración. Azoulay luego suavizó su declaración y, con gracia, dijo que aunque los judíos Reformistas son judíos, son pecadores. No sorprendentemente, los judíos Reformistas –particularmente en Estados Unidos, donde son por lejos la mayor denominación judía- sienten que les escupieron en la cara.

Mi sugerencia es que los judíos Reformistas alrededor del mundo no tomen personales las declaraciones del Sr. Azoulay. Su ignorancia es demasiado obvia y descarada para tomar en serio cualquier cosa que diga. En todo caso, debemos estar avergonzados de que una persona como él sirva en el gobierno Israelí –y tomar lo que dice en proporción.

Azoulay, desafortunadamente, carece de un mínimo de conocimiento histórico para ver que la Ortodoxia judía simplemente no tiene la autoridad de prescribir a otras denominaciones judías como vivir, convertirse o casarse.

La situación en el judaísmo hoy en día es bastante similar a la del Cristianismo del Siglo XVIII en adelante. El Cristianismo occidental se había vuelto una religión separada, con diferentes autoridades, organizaciones y reglas. Luego de la Reforma en el Siglo XVI, la Iglesia Católica, por supuesto, hizo todos los esfuerzos para negar la legitimidad a las varias nuevas denominaciones (Luterana, Calvinista, Metodista, Anglicana, etc). Pero la Iglesia Católica eventualmente se dio cuenta que el Cristianismo comenzó a incluir un número de denominaciones, que aprendieron convivir, respetándose y aceptándose.

Este proceso comenzó mucho después en el judaísmo. La variedad de nuevas denominaciones (Conservadores, Liberales y Reformistas) comenzó recién en el Siglo XIX. La Ortodoxia judía nunca aceptó las nuevas denominaciones como expresiones legítimas del judaísmo, pero nunca tuvo el poder de imponer su rechazo, Como resultado, afortunadamente, el judaísmo nunca supo nada como las guerras religiosas intra-Cristianas en Europa que costaron millones de sus vidas. Al pasar el tiempo, la situación entre los judíos de la diáspora evolucionó hasta que la Ortodoxia judía en sus varias formas se volvió una minoría (ahora en el 10% de la población en Estados Unidos, está la comunidad judía más grande). Mientras la Ortodoxia continuaba reclamando que eran la única forma "verdadera" del judaísmo, esto no le molestó más a nadie.

Entre al Estado de Israel – y con él, la catastrófica equivocación de David Ben-Gurion en la que, por razones de gobierno de coalición, le dio al establishment Ortodoxo el monopolio en asuntos judíos. Peor que eso: en cuanto a conversiones, matrimonio y divorcio, el establishment Ortodoxo tiene poderes que influenciaron a todos los israelíes y judíos que querían ser israelíes.

Como resultado, en Israel volvimos a ser un estado de asuntos en la cristiandad antes del Siglo XVI –en el cual una sola denominación declara el monopolio en motivos religiosos – aunque en el resto del mundo, el judaísmo se adquirió denominaciones múltiples.

Para hacer las cosas más complicadas, "judío" no sólo denota una religión, sino también una etnia o nacionalidad (las diferencias en este caso no nos importan). En todo el mundo, aproximadamente un tercio de los judíos son seculares y no se consideran pertenecientes a ninguna religión, incluyendo al judaísmo, aunque su identidad judía puede ser bastante importante para ellos. (Esto incluye variados individuos como Sigmund Freud, David Ben-Gurion, Ze'ev Jabotinsky, Hannah Arendt y Amos Oz).
Fuera de Israel, algunos de ellos eligen tener ceremonias matrimoniales religiosas como tradición, porque tienen la opción de hacerlo. En Israel, sin embargo, la tendencia es muy diferente: aquí, un creciente número de judíos seculares eligen casarse en otro país, porque aborrecen la coacción religiosa. Este es el resultado de una anomalía por la que Israel se ha vuelto la única democracia liberal en el mundo donde las personas son obligadas a casarse según un credo que no es el suyo.
¿Cómo se supone que viviremos con esto? Hablando de forma realista, el monopolio Ortodoxo en Israel vino para quedarse. Nadie podrá formar gobiernos sin el Sionismo religioso o los partidos ultra-Ortodoxos – o, como en el gobierno presente, ambos. Su control absoluto en asuntos religiosos incluye demasiados trabajos y demasiado poder para abandonarlo.

Aquí está mi consejo para los judíos americanos Reformistas: No le den a personas como David Azoulay el poder de ofenderlos. Sin embargo, para la mayoría de los judíos americanos Reformistas, el monopolio de la Ortodoxia judía en Israel nunca tendrá ningún significado práctico.
Los judíos americanos deben cambiar su perspectiva y darse cuenta de que el judaísmo se ha vuelto más creativo, interesante y vivaz en Estados Unidos que en Israel, donde la política ha estrangulado la mayoría de las formas de creatividad religiosa. Deben parar de ver a Israel como un ejemplo, y tomar el mando en cuanto a mantener el judaísmo vibrante y genuinamente vivo.

En cuanto a las personas que, como yo, se sienten muy judíos pero no se adhieren a ninguna creencia, sólo puedo sugerir mi posición personal. No me siento parte de este embrollo porque soy ateo, y las declaraciones de los rabinos de cualquier denominación no son relevantes para mi vida personal.

Esto no quiere decir que no sigo desarrollos en varias religiones con mucho interés. Me encanta el arte Católico – desde pinturas y arquitectura hasta música – y respeto que los curas Católicos son autoridades para congregación. Pero sí tengo posiciones en cuanto a ciertas cuestiones: por ejemplo, condeno a los dos Papas anteriores por prohibir el uso de preservativos, incluso en áreas afectadas por el SIDA en África; y siento respeto por la posición del Papa actual en cuanto al abuso infantil en la Iglesia Católica.
Lo mismo va para el judaísmo. Encuentro interesantes ciertos aspectos de la cultura judía (misticismo, música, literatura judía – religiosa y no religiosa). También respeto el hecho de que, para las varias formas de Ortodoxia judía, sus rabinos Ortodoxos son autoridades, mientras para otras denominaciones judías sus rabinos son autoridades.
Sin embargo, tengo posiciones morales en cuanto a determinadas problemáticas: encuentro que el sistema de la educación ultra-Ortodoxo – que previene a los jóvenes de adquirir conocimiento secular y las herramientas para decidir en qué creen – moralmente incorrecto. De la misma manera, estoy feliz de ver que el establishment Ortodoxo moderno está haciendo un esfuerzo genuino para ir hacia la igualdad para las mujeres, aunque me temo que nunca llegarán a la igualdad total ya que se adhieren a la tradición.
Pero esto no tiene nada que ver con mi vida. No tengo más necesidad de tener rabinos en mi vida que curas Católicos – porque como muchos otros judíos, soy un ateo declarado.

En una sociedad civilizada, los ateos y creyentes de varias denominaciones pueden vivir en el mismo sistema de gobierno sin pisarnos entre nosotros, y respetar la forma de vida del otro. Desafortunadamente, este no será el caso en Israel mientras la Ortodoxia tenga el control absoluto en el sistema político. Es una vergüenza que el establishment Ortodoxo no se de cuenta de que su monopolio crea tensión, odio y conflictos dentro de la sociedad israelí y un creciente distanciamiento entre los judíos israelíes y de la diáspora.

Fuente: Haaretz.com

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