Tomando su tiempo

casamientoavitalokPara el rabino Benjamin Goldschmidt, preguntarle a Avital Chizhik para salir una segunda vez fue algo enteramente nuevo. En el libro de reglas sobre citas del mundo ortodoxo, la respuesta esperada hubiera sido dejarle a la casamentera que los presentó que determine si el interés entre ellos había sido mutuo.

Cuando se conocieron en abril del 2012, él era un pasante rabínico en la sinagoga Park East en Manhattan, mientras que ella estudiaba inglés en Stern College para mujeres en la Universidad Yeshiva y escribía artículos sobre su fe ortodoxa y, en particular, el rol de la mujer. En esa primera cita, tomaron el tranvía a Roosevelt Island y hablaron cómodamente, cambiando de idioma entre el inglés, ruso y hebreo.

Para ellos, salir tenía un claro propósito: casarse. En sus círculos sociales, la idea es rápidamente entender el estilo de vida del otro y su grado de religiosidad. (Por ejemplo, si tienen televisión y diarios en sus casas y, para las mujeres, si planear cubrir su pelo después de casarse, o si van a usar las medias más gruesas posibles – el tema del artículo "Tights Squeeze" de Chizhik, en el cual criticó a aquellos que hacen énfasis en las expresiones superficiales de devoción.)

"La gente llega y te hace preguntas sobre asuntos que debatiste toda tu vida," dice el rabino Goldschmidt, ahora de 27 años.

Él es el hijo de un padre nacido en Suiza y una madre estadounidense que viven en Moscú, donde su padre es el rabino principal de la ciudad y su madre la fundadora de la escuela judía. Ella es la hija de inmigrantes rusos que crearon nuevas vidas en Estados Unidos, gradualmente ajustándose a la tradición ortodoxa. Viven en Highland Park, New Jersey, donde su padre se convirtió en un investigador en los laboratorios Alcatel-Lucent's Bell.

Chizhik, de 23 años, es la editora del contenido digital de la Agencia Judía en Manhattan. Comenzó a salir en citas cuando entró en la universidad, y le pareció difícil encontrar a alguien que "entendiera su lado religioso y sus ganas de dedicarse a los estudios seculares." Algunas personas cuestionaban sus artículos. "¿Cómo podes decir esas cosas?" dice que le preguntaban. "Nunca te vas a casar."

Goldschmidt conoció a las hijas de importantes rabinos de todo el mundo. Le presentaron a Chizhik después de una cena de Shabat en la cual unos amigos en común pensaron que ellos deberían estar juntos. Los amigos observaron que ambos eran carismáticos y sumamente considerados, un par de características que no siempre van de la mano.

La pareja salió algunas veces más hasta que Goldschmidt lo terminó en junio del 2012. Chizhik se sintió triste ofendida. Por semanas, sus amigos pensaron qué era lo que había salido mal.

"Ella me gustaba mucho," dijo Goldschmidt. "Ella entendía más partes de mí que cualquier otra persona. Sin embargo, yo estaba preocupado. Ella recientemente había escrito un artículo sobre la modestia. Me gustaba que era independiente en su forma de pensar, inteligente, hermosa y femenina. Realmente me entendía."

No estaba seguro de que un rabino y una periodista fuesen una buena combinación. "En cierta forma, yo era parte del establecimiento. Era un rabino, jugando de defensa, mientras ella jugaba con la ofensa," él dijo. "¿Qué pasaría si él tenía una opinión y ella defendería otra? Sabía que si seguíamos saliendo, eso se convertiría en algo serio."

Chizhik recuerda sentirse atraída por su sentido del humor y la forma en la que balanceaba su vida religiosa y su vida personal. No todas las mujeres están preparadas para asumir el rol de rebbetzin, o mujer del rabino, pero ella compartía su profunda fe y compromiso con su servicio. Cuando se separaron fue difícil para ambos.

"Él me dijo que juntos éramos demasiado, con demasiadas opiniones," ella dijo. "Cuando me bajé del auto, él me hizo prometer que nunca escribiría sobre él." "Siempre y cuando no des un sermón sobre me," yo le respondí.

Poco después, ella escribió "The God of Marriage", una columna para el New York Times, en la cual aludía a los hombres judíos a quienes no les gustan las mujeres fuertes.
Chizhik dijo que no le estaba mandando un mensaje al rabino, y pensó que ni vería la columna. Sin embargo, la vio, y una línea en particular lo sorprendió: "Puede que él se asustara por el brillo inquieto de sus ojos, y pensara que sería muy complicado tenerla de esposa, siendo demasiado expresiva en algunas ocasiones, y demasiado misteriosa en otras."

Él estaba enojado y llamó a algunos de sus amigos a quejarse de la situación.

Sara Doblin, una de las casamenteras, ahora dice: "Sabía que se iban a casar desde el principio. Creo que ambos necesitaban crecer un poco más."

Durante los dos años siguientes, salieron con otras personas y ocasionalmente escuchaban de sus amigos sobre el otro. Chizhik y Estee Goldschmidt, la hermana menor del rabino, quienes se habían conocido en Stern, se hicieron amigas.

A veces se encontraban con el rabino Goldschmidt, lo cual era incómodo al principio. Chizhik explica que después "él se convirtió en el hermano de mi amiga." Cuando fue a Moscú por un artículo, los padres de Goldschmidt la invitaron a quedarse con ellos.

Durante ese tiempo, el rabino Goldschmidt leía todo lo que Chizhik escribía. "Pude conocerla mejor sin estar hablando con ella," él dijo. "Era como una ventana hacia su corazón."

"Mi hermana me mantenía al tanto. Cuando ella estaba saliendo con alguien, sentía un dolor en el corazón. Estuve a punto de llamarla una vez, pero no lo hice."
Sus amigos y miembros de su congregación admiran su carisma y lo mucho que escucha a los demás, pero aquellos que mejor lo conocen dicen que le es difícil tomar decisiones. Su hermana Estee recuerda que muchas veces estaban comiendo con su familia en un restaurante y todos estarían comiendo el postre mientras que él seguía pensando en qué pedir como entrada.

En marzo del 2014, el rabino Goldschmidt, quién era en ese entonces rabino asistente en la sinagoga Park East, estaba hablando en una conferencia en Parsippany, New Jersey, cuando notó que Chizhik estaba entrevistando a otro de los invitados. Le envió un mensaje para juntarse esa noche. Se sentaron en el bar del hotel y hablaron hasta las 4 de la mañana. Después de despedirse, él la llamó 20 minutos después y siguieron hablando.

"Noté que él estaba interesado, pero sentía que todos los problemas originales iban a seguir ahí" dijo Chizhik. "Había escrito mucho más, y sabía quién era. Decidí darle una semana." Lo hizo, y como no supo nada de él, siguió saliendo con otros.

Nueve días después, él le mando un e-mail que decía: "Puede que él se asustara por el brillo inquieto de sus ojos. ¿Podemos discutirlo?"

Eso hicieron, y pronto llegaron a los asuntos relacionados a sus ocupadas y públicas carreras. Cuando ella dijo que tendrían que hacer lugar para su privacidad, y que "se trata de lo que uno hace y crea, no de la profesión," él se sintió cómodo.

En su segunda cita después de eso, él le dijo que quería empezar a salir seriamente con ella. Ella recuerda preguntarle, "¿ Cómo sé que puedo confiar en vos, y confiar que me vas a respetar y amar como soy?" Ella explica: "Yo conozco mi valor, y él también lo hacía."

"Esta vez," ella dijo, "su reacción era completamente diferente. Lo que antes significaba un enorme obstáculo era ahora un desafío que ambos queríamos enfrentar."
Él fue el primer hombre que ella llevó a presentarle a sus padres, y le agradó ver lo natural que él era con ellos.

Poco después, él le propuso casamiento en una tarde verano en Roosevelt Island.

"Maduré mucho en los últimos dos años y medio," él reflexionó. "Esa independencia a la que le tenía miedo era algo que me di cuenta que necesitaba."

Él agregó: "Yo soy tan extrovertido que sentía que necesitaba a una mujer callada para llegar a un equilibrio. Sin embargo, lo que noté con Avital es que ella es extrovertida pero no es ruidosa."

"No sé si siempre voy a estar de acuerdo con lo que escribe, pero siempre voy a respectar su punto de vista."

Más de 1,000 personas vieron como el padre del novio, el rabino Pinchas Goldschmidt, llevo a cabo la ceremonia de casamiento el 8 de diciembre en Marina del Rey, un salón de fiestas en el Bronx, con los hombres y las mujeres sentados por separado. Participaron rabinos y cantores de varias partes de Estados Unidos, así como Rusia e Israel.

El novio y la novia no se habían visto por una semana, como dice la tradición, y no habían hablado. No hubo un beso en el altar para ellos, pero se tomaron de la mano por primera vez, la novia con un vestido Mori Lee plateado de Madeline Garner, y fueron a un cuarto para tener un momento de privacidad.

Sentada en las primeras filas, la doctora Ruth Westheimer, una vieja amiga de la familia del novio, dijo: "Puedo ver que no precisan terapia sexual. Lo entiendo por la forma en que él la ve a ella y la forma en la que ella lo ve a él."

Durante su brindis por su nuevo esposo, la novia dijo que hasta que lo conoció nunca había entendido las palabras de Yehuda Amichai, el poeta israelí:


Dios en el paraíso arriba
Quien nos creó con dos ojos
Y dos piernas
También nos creó con dos almas.
Ella continuó: " Creo que fuimos creados como uno: dos almas juntas."

Luego, en la pista de baile, cada uno se unió a un círculo de invitados que bailaban por la celebración.

Fuente: New York Times

Traductora: Mariel Benedykt

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