¡Israelíes, desháganse de los políticos “moderados”: voten por el extremismo!

eleccionesisraelokLos únicos que brindan soluciones para los problemas de Israel son los extremistas de derecha y de izquierda.

El votante moderado está pensando en quién votar en las próximas elecciones del mes de marzo. Todo lo que pide es un poco de seguridad, un poco de tranquilidad, un buen salario y, por sobre todo, un Estado judío, el tipo de estado que beneficiará a los judíos.

Nos lo merecemos luego de haber pasado por todo lo que pasamos y también él se lo merece.

Existe una amplia gama de listas electorales que le prometen exactamente eso: el centro-izquierda, la centro-derecha, Lapid y Kajlon, Herzog y Livni, y Likud también es un partido moderado, hablando en términos relativos.

No le cree a ninguno de ellos, pero va a votar a alguno. En definitiva, es un moderado, y va a emitir un voto por la moderación.

No le gustan los partidos extremistas ni las soluciones radicales. Por lo general, odia el extremismo. No es que haya pedido tanto.

El votante moderado quiere paz, sin duda que la quiere. Pero no ahora, y es indudable que no quiere la paz mediante la división de Jerusalén y con cohetes que caigan sobre el Aeropuerto Internacional Ben Gurión.

Además, ¿con quién se puede hacer la paz? ¿Con Hamás? ¿Con los que niegan el Holocausto? No hay socios.

Nunca fue a los territorios, ni tampoco pasó por la carretera 443 ni estuvo en esa Bar Mitzvá del Muro de los Lamentos. ¿Qué negocios tiene allí? Y de todos modos, le dijeron que por ahí es peligroso.

Considera que los colonos son extremistas. A él no le gustan, y prácticamente no conoció a ninguno en toda su vida.

Desde que prestó sus servicios en el ejército, tampoco estuvo con palestinos, a excepción del tipo que le revistió el piso de la cocina, y no tiene ni idea de si el tipo era palestino procedente de Jerusalén Oriental o si era incluso un israelí circasiano quizás.

A las Fuerzas de Defensa de Israel no se las toca. No hay nada que debatir, ni su presupuesto ni la conducta de los soldados. Es el ejército más moral del mundo y garantiza seguridad.

El votante moderado quiere tranquilidad. No puede lidiar con otra intifada ni con el dolor de cabeza de tener que evacuar a los colonos. Tampoco quiere que vengan inmigrantes de África: que se vayan a otra parte, porque Israel no puede absorberlos con todos sus así llamados problemas existenciales.

También está harto de la Suprema Corte. La verdad es que la política no es algo que le interese tanto. Todas estas leyes (estado-nación, infiltración, lo de Nakba y lo de Israel Haiom) no las pudo entender. Hay demasiada democracia, de eso no cabe duda. Él no pidió tanta cosa.

La mayoría de los partidos prometen cumplir sus deseos. Que avance un poco el proceso de paz, que quizás haya un puñado de "acuerdos dolorosos", que haya seguridad –eso desde luego –y acabar con el terrorismo, así como continuar con las detenciones masivas en Jolot y mejorar las relaciones con los Estados Unidos; que haya moderación.

Por supuesto que no va a votar ni a Avigdor Lieberman (Israel Beiteinu) ni a Naftali Bennet (Habait Haiehudí): son extremistas.

Probablemente, no vote al Meretz, sobre los cuales no se termina de saber si son extremistas, y desde luego que no va a votar a los Zoabis, que son unos traidores.

El votante moderado terminará encontrando a alguien que esté situado entre la izquierda y la derecha.

Pero la verdad es que el votante moderado es extremista como ningún otro. Se convence de sus propias mentiras y los partidos moderados por los que vota lo llevan a desdecirse una y otra vez.

El votante moderado es extremista, puesto que sus votos hacen posible la política extremista de los partidos moderados: ocupación militar continua, siendo una de las más crueles del mundo; una guerra de ofensiva por parte de Israel cada dos a tres años, que provoca muerte y destrucción de horrorosas dimensiones; exorbitantes presupuestos militares que impiden el bienestar social y que engendran una violenta tiranía sobre otro pueblo.

Esto es lo que hacen los moderados en Israel, no los extremistas, y el votante moderado es un socio pleno.

Los que conspiran con él en la mentira, los partidos moderados, no brindan ninguna solución, solo clichés trillados en los que no creen mucho. No hay soluciones moderadas para una situación extrema. Los únicos que brindan soluciones de verdad son los extremistas de la derecha y de la izquierda.

¿Y qué es lo que ofrecen los moderados? ¿Lanzarse al abismo dialogando suave y comedidamente? ¿Dar un paso hacia adelante y dos para atrás? No existen esas cosas.
Sí, es más lindo sentirse moderado, pero las elecciones ocurren en una situación de cuestiones tan extremas que hay solo dos opciones: o bien una solución radical o continuar una vida de negaciones y mentiras hasta que se produzca la destrucción. Que no se le llame moderación.

Fuente: Haaretz.com

Traducción al español: Rodrigo Varscher

 

· Más leídos ·

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos