Israel es mi hogar, pero ya no puedo vivir acá

israel4okIsrael no vale el precio que nos están cobrando. Hay una mayoría nacionalista religiosa ultra-ortodoxa, y nuestro estilo de vida no va a sobrevivir.

Como cualquier persona cosmopolita, estrictamente secular, con una visión universalista y gran conocimiento de la cultura global, que habla inglés con fluidez, puedo tener muchos otros hogares. Hay varios países donde podría vivir, ganar dinero y sentirme cómodo.

Como cualquiera que cree que se vive una vez y hay que cumplir todos nuestros deseos en vida, con el menos sacrificio posible por el país donde pagamos impuestos y recibimos educación y otros servicios, siento que lo que ofrece Israel es poco conveniente, y hay mejores ofertas en el mundo.

Como cualquier padre que siente que sus hijos no tienen un deber patriótico con la Israel de ahora, y que no tienen que arriesgar sus vidas o morir para salvarla, no tengo duda de que no estoy haciendo lo correcto al criarlos acá.

No estoy hablando de lo moral. No quiero que este artículo sea otro debate sobre la ocupación. Estoy hablando en un lenguaje práctico y sobrio. Estoy intentando ser realista, como el Pensioner Affairs Minister, Uri Orbach. Él dice que debemos asumir que en nuestras vidas y en las de nuestros hijos, cada tantos años deberemos atravesar una guerra en la que también morirán civiles. Tiene razón. Estos son los hechos de nuestras vidas. Van a seguir cayendo misiles sobre nosotros, por quienes defienden los asentamientos como él y por grupos árabes extremistas como Hamas, Hezbollah y el Estado islámico.

Mi destino y el destino de mis hijos va a ser determinado acá por personas que tienen un Dios a quién le hablan y en cuyo nombre actúan. Yo creo que están locos. ¿Cuál es la alternativa? ¿La fuerza racista del Ministrio de Relaciones Exteriores Avigdor Lieberman? ¿Las palabras vacías de Yair Lapid? ¿El pesimismo inútil de Benjamin Netanyahu? Para ellos, y para quiénes los votan, ser un judío que vive en Israel es lo más importante, y algo por lo que vale la pena morir. Arman nuestras vidas acorde a ese principio. Viven en el Yad Vashem.

Yo pertenezco a un grupo que se está extinguiendo en Israel. No puedo influenciar la situación. No tengo interés en meterme en la lucha contra la ocupación. Creo que es inútil. No habrá ningún acuerdo. No se establecerá ningún estado palestino, y el estado binacional va a ser un infierno.

Miro el Canal 2, escucho la radio del ejército, leo la página web Walla y el diario Yedioth Abronoth – y siento que no pertenezco acá; que no hay nada para mí, ni siquiera en la burbuja de Tel Aviv. No quiero vivir en una burbuja, especialmente en una que está protegida por la Cúpula de Hierro.

Si te identificas conmigo, vas a admitir que estimulas a tus hijos a buscar un futuro en otro lado, por su propia seguridad y bienestar económico y psicológico. Israel no vale el precio que nos están cobrando. Hay una mayoría nacionalista religiosa ultra-ortodoxa, y nuestro estilo de vida no va a sobrevivir en nuestra tierra. Tenemos mejores chances de mantenerlo en otro lugar. Esa es la verdad.


No puedo justificarle a mis hijos el seguir viviendo acá. Israel es un lugar peligroso, que requiere más de lo que da, por razones que no acepto. Desde mi perspectiva, lo que se aplica a Tel Aviv se aplica a las comunidades en la Franja de Gaza: No se puede vivir bien acá. Se puede morir acá, se puedeir al refugio o se puede abandonar.

Fuente: haaretz.com

Traductora: Mariel Benedykt

· Más leídos ·

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos