La condena de América Latina hacia Israel

aliasudamericanaokPara empezar, se debe considerar el peligro físico que enfrentaban. Muchos de los kibbutzim en la frontera de Israel con la Franja, incluyendo Kissufim, Nir Am, Nirim y Bror Hayil, fueron fundados y son habitados hasta hoy por judíos sudamericanos, muchos de los cuales eran miembros de movimientos juveniles en Argentina y Brasil. Esa proximidad los hacía más vulnerables a los cohetes y túneles de Hamas.

 De hecho, una de las caras familiares que apareció en la televisión durante la guerra es la del argentino Haim Yellin, director del Consejo Regional Eshkol, donde muchos de estos kibbutzim están ubicados.

Los ataques de Gaza han sido parte de la vida de esta comunidad por años. Lo que agarró desprevenidos a estos inmigrantes fueron los ataques de sus países de procedencia.

Desde que Israel comenzó su operación por tierra en Gaza, cinco países de América Latina – Ecuador, Brasil, Perú y El Salvador – han llamado a sus embajadores, condenando duramente a Israel por su última ronda de violencia. La semana pasada, Bolivia, que en el 2009 cortó relaciones diplomáticas con Israel por la Operación Plomo Fundid, canceló la extensión de visas a visitantes israelíes.

Estos hechos en América Latina afectaron a los judíos al punto que se sienten decepcionados, casi traicionados. Muchos notaron el fracaso de sus gobiernos en preocuparse por los miembros de su nación que viven en Israel.

"Hay mucha preocupación por esto," dice el rabino Mauricio Balter de la sinagoga conservadora Eshel Avraham de Beer Sheva, hogar de unos 7,000 inmigrantes argentinos. "En mi opinión, la diferencia ahora es que son todos los países poniéndose en contra de Israel."

Balter, que nació en Uruguay y fue criado en Argentina, cree que esta ola anti-Israel que está creciendo en América Latina da lugar a que emerja el anti-semitismo. Chile, dice, tiene una grande comunidad palestina, pero nunca antes había escuchado de que los judíos de ese país viviesen con miedo.

"Ahora estoy escuchando noticias de grafiti anti-semita cementerios de Chile y de que los judíos son atacados verbalmente en los supermercados. Los chilenos no son como los argentinos, son más calmos," dice, "lo cual hace que esto sea especialmente preocupante."

En México, reporta Balter, se creó un grupo de Facebook para expulsar a la comunidad judía local. A pesar de que Argentina no llamó a su representante diplomático, muchos están disgustados con la actitud de la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner, quien twitió sobre su preocupación por la seguridad de un cura en Gaza, sin mencionar una palabra sobre todos los argentinos que viven en Israel.

Según Leon Amiras, el director de Olei, una organización que representa a lso inmigrantes latinoamericanos, de los 120,000 que hay hoy en Israel, unos 80,000 son de Argentina y 30,000 de Brasil con el resto principalmente de Uruguay y Chile.

"Cuando escucho de países como Venezuela y Bolivia comportándose así, no me sorprende," él dice. "Siempre hubo anti-semitismo en esos países. Lo sorprendente es cuando sucede en países como Brasil y Chile, que siempre tuvieron buena relación con Israel y donde nunca hubo problemas con el anti-semitismo."

Amiras estima que la población judía en América Latina es de medio millón, incluyendo 300,000 en Argentina y 100,000 en Brasil.

Para muchos sudamericanos judíos en Israel, que mantienen contacto con sus amigos y parientes en sus países de procedencia, fueron sorprendentes las sanciones diplomáticas y las duras posiciones que se tomaron ante un conflicto que no afecta a la mayoría de los sudamericanos.

"Hay mucha información equivocada, y mi gente en Sudamérica no sabe que creer," dice Amiras. "Por ejemplo, no tienen idea de que son nuestros hijos, hermanos y esposos sirviendo en la IDF. Piensan que es un ejército mercenario."

Jaime Spitzcovsky, un periodista y director de las relaciones institucionales de la Confederación Judía de Brasil, dijo incluso que la reacción de América Latina ante la guerra en Gaza es "absurda".

"Han expresado más que algunos países árabes," él nota.

En las últimas semanas, agrega, ha habido episodios anti-semitas en Brasil, por primera vez. "La situación no es como la de Francia, pero nos estamos empezando a sentir incómodos," él dice.

Andre Lajst, un inmgrante de 28 años de San Pablo que ha ayudado este verano en la campaña diplomática de Israel para los portugueses, organizó una protesta el viernes frente a la embajada brasilera en Tel Aviv con 150 participantes. "Queríamos que sepan cómo nos sentimos ante sus acciones diplomáticas, y que creemos que su decisión de culpar enteramente a Israel es inaceptable." Lajst va a hacer un tour dando charlas por Brasil, donde espera entrenar a los jóvenes sobre cómo defender a Israel.

Un grupo de judíos chilenos que viven en Israel le mandó una carta a la presidenta Michelle Bachelet, protestando su decisión de llamar a su embajador. "En lugar de sacar al embajador, creemos que le debería agradecer a Israel por la Cúpula de Hierro por proteger a todos los chilenos que viven en Israel," según el Dr. Rafael Gorodischer, uno de los miembros de la comunidad que firmó la carta.


¿Esta reacción en contra de Israel y el anti-semitismo va a generar otra ola de inmigración de los judíos sudamericanos? Spitzcovsky no cree que esto pase, por lo menos en Brasil. "Es un país con memoria a corto plazo," él dice.

Fuente: Haaretz.com

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