Etgar Keret: Por qué no me iré de Israel, a pesar de todo

etgarkeretokUno de los principales escritores de Israel explica por qué no se publicará en hebreo su nuevo y sugestivo libro.

Varios días después de que me reuniera con Etgar Keret, su esposa (la escritora y directora Shira Geffen) se hallaba en el centro del tipo de escándalos que suceden hoy en día en Israel cuando alguien expresa una opinión de carácter muy humanitario. Geffen provocó críticas públicas por haberles pedido a los espectadores que fueran a ver su nueva película, "Self Made", que hicieran un minuto de silencio en memoria de los cuatro niños que Israel mató por error en una playa de Gaza.

 "Tengo una sensación rara", dijo Keret, incluso antes del acontecimiento del estreno de la película, "de que ya hemos vivido casi todos los momentos que experimentamos. Ya hemos estado allí. Existen siempre los mismos procesos, los mismos cruces y siempre las mismas supuestas soluciones que no conducen a ningún lugar. No es tan agradable cometer el mismo error por décima vez. Aquí hay una dinámica que es muy clara, incluso en el punto en el cual estamos en la operación. Todas las personas que son como Roni Daniel (comentarista político de televisión) y Ivet [Avigdor] Lieberman se dan perfecta cuenta de que no importa cuánto bombardeemos ni a cuántos matemos, que ni bien nos detengamos, van a decir: "¿Por qué paran justo cuando estábamos a punto de ganar?" El modo militante dice la mentira más grande, la cual es: "¡Es cierto que no accedimos a negociar, es cierto que nos metimos en el enfrentamiento, pero pudimos haber llegado a un acuerdo y es toda su culpa, ustedes los horrorosos, ustedes, gentuza de la izquierda! Tráigannos un bate de baseball que les vamos a dar una paliza, porque ustedes no nos dejaron llegar a la Tierra Prometida".

¿A veces piensas en irte? En este momento, se habla de eso.

"Soy hijo de sobrevivientes del Holocausto, no a nivel ideológico, sino a nivel innato. Yo observaba a mis padres levantarse por la mañana, mientras se alegraban de vivir en un lugar donde no se los perseguía por sus orígenes y donde podían hablar su propio idioma. Donde podían ser un pueblo libre en nuestra tierra [Keret cita al "HaTikva", el himno nacional de Israel]. De cierto modo, asimilé que esto era algo verdaderamente fundamental e importante. Mis padres sufrieron mucho hasta llegar a este lugar. Por eso me es difícil, a un nivel reflexivo, pensar siquiera en la idea de no vivir aquí."

Keret, quien nació en 1967, ha sido uno de los escritores más famosos de Israel desde 1992, cuando se publicó su primera colección de cuentos cortos, "Tuberías". Sin lugar a dudas, fue la voz de una generación y se convirtió en uno de los escritores israelíes más exitosos a nivel mundial. Sus libros han sido traducidos a 30 idiomas, y Salman Rushdie dijo, en cuanto a él, que era la voz de la próxima generación.

Como le corresponde a su generación, Keret hace mucho más que escribir cuentos cortos. A lo largo de los años, ha escrito guiones de películas, revistas de historietas y películas ("Jellyfish", que dirigió junto con su esposa, ganó el premio Camera d´Or del Festival de Cannes del 2007) y siempre parece estar trabajando en más de un proyecto a la vez.

Por ejemplo, hace poco ha estado trabajando en dos libros. Uno de ellos, "Tel Aviv Noir", co-editado por Assaf Gavron, se va a publicar ahora en hebreo por la editorial Kineret Zmorá-Bitán. El segundo, "Los siete años de abundancia", no se publicará en Israel, pero ya figura en quinto lugar en la lista de éxitos de venta en Francia y se ha publicado en España, México, Eslovaquia y Turquía, y se publicará en los Estados Unidos en 2015.

"Tel Aviv Noir" es parte de una serie mundial de cuentos centrados en las ciudades que también se publicará en inglés. La primera colección de la serie se publicó en 2004 bajo el título "Brooklyn Noir". Desde entonces, se han publicado por todas partes del mundo más de 30 colecciones de cuentos cortos. "Tel Aviv Noir" se va a publicar en los Estados Unidos al mismo tiempo que "Tehran Noir" (Akashic Books, octubre de 2014). En las series Noir figuran historias en las que hay suspenso, terror, ficción de historias policíacas, el inframundo y relatos tenebrosos o de misterio. Dice Keret que el tema de las series fue poco preciso: "Todo aquello que tratara sobre los lados más ocultos y diferentes y que pudiera ir en muchas direcciones".

Además de Keret y de Gavron, los escritores cuyas historias aparecen en la antología son: Gadi Taub, Matan Jermoni, Lavie Tidhar, Deakla Keydar, Gon Ben Ari, Antonio Ungar, Shimon Adaf, Julia Fermentto, Yoav Katz, Alex Epstein y Gai Ad. Cuando se le pidió a Keret que editara la colección, pidió que Gavron fuera su coeditor.

También exigía otras cosas. "Yo les dije: Miren, mucha gente que hace antologías me hace pedidos. Y entonces comienza el viaje bien adentro del disco duro: uno comienza a cavar para encontrar cosas que realmente uno no quería publicar, o que uno empezó y nunca terminó, y todo empieza a despedir un aroma de acuerdos y de hacer favores. Además, casi todas las antologías que he visto de la literatura israelí en los Estados Unidos publican los nombres más conocidos. Es un tipo de dinámica: la gente adquiere el libro gracias a los escritores conocidos que aparecen en el mismo, pero esos escritores no necesitan antologías."

Keret quiso ir en la dirección opuesta. Pidió que no lo presionaran para que incluyera nombres famosos, y pidió que los escritores con los cuales iba a trabajar escribieran historias específicamente para la antología. Gavron y Keret no se comprometieron con los escritores en aceptar historias que no les gustaran. "Lo mejor que puede suceder es que publiquemos un buen libro de escritores de gran talento y quizás los descubran en los Estados Unidos. Esa es la historia que me cuento a mí mismo para justificar el hecho de que me meto en algo que en realidad no sé cómo hacer".

A él le gusta la idea de poder darles publicidad a los escritores que no se conocen en los Estados Unidos. "A menudo me encuentro con algún editor y le digo: 'Verás, acabo de leer algo que es muy bueno'. Pero la dinámica de la industria editorial es de tal modo que la gente busca algo que sea un éxito probado, y recién después es que están dispuestos a pensar si les gusta o no. Me di cuenta de que no era una cuestión insignificante decirle a alguien "Ve a leer un cuento", en particular cuando uno proviene de Israel, el cual no es el centro del mundo de la industria editorial.

"La ventaja de este tipo de antologías es que los críticos pueden hacer el trabajo por uno. Basta con que a un crítico le guste una historia y escriba en el periódico, centrándose en ese cuento; eso es algo que de hecho puede contribuir."

¿Qué tal fue tu diálogo con los escritores?

"Es difícil escribir sobre la dinámica con el editor de una antología que te dice "El final es pobre". Además de la amena relación, aquí los escritores tenían una gran apertura y la gente les hacía cambios verdaderamente radicales a sus cuentos. Se sentía como si fuera una reunión o como un taller de los escritores. Todo el procesos tenía el valor agregado de un hobby, y en ningún momento nadie se sintió como si fuera alguien que simplemente quisiera terminar con el proyecto y seguir."

¿Te resulta difícil lidiar con las críticas de tu propio editor?

"Me encanta recibir críticas. No siempre me convencen, pero no me ofendo. La relación que hay entre el lector y el texto es única. Es un diálogo, un encuentro. Yo tengo muchas oportunidades para sentarme con la gente que me dice por qué el último cuento que escribí es el mejor que haya escrito o por qué es el peor. Lo más importante de este diálogo es que alguien te diga algo y uno lo capte y logre hacer algo con el comentario de esa persona. A veces, alguien puede decir "No sentí nada en el final", y me digo a mismo que tengo que cambiar el medio de la historia porque este no conduce correctamente hacia al final."


Probablemente, al mundo le guste el nuevo libro de Keret, "Los siete años de abundancia". Es una colección de ensayos que relatan los siete años entre el nacimiento del hijo de Keret, Lev, y la muerte de su padre. Algunos de los cuentos aparecieron en los periódicos en el extranjero y otros fueron escritos expresamente para el libro.

¿Por qué no se va a publicar el libro en hebreo?

"Figuran relatos muy íntimos que tienen que ver con la enfermedad de mi padre y también con mi hijo. Después de que murió mi padre, tenía una gran necesidad de escribir este libro. Pero por otro lado, soy lo suficientemente maduro como para saber que algo de esto que se expone podría resultar desagradable, en particular cuando uno habla de la familia de uno."

¿Duelen más las malas críticas en Israel?

"Por supuesto que sí. En la [versión de 1983 de la] película "Scarface", el gánster interpretado por Robert Loggia le enseña al personaje de Al Pacino a ser traficante de drogas. Le dice que hay una norma: no te falopees con tu propia droga. Mi enfoque para con las críticas es muy claro. Si te las crees mucho y te las tomas muy en serio cuando son buenas, también estás obligado a creértelas cuando son malas. A veces se puede aprender algo de las críticas y a veces no. A veces te ponen contento y a veces no. No hay duda de que afectan la manera en la que los lectores se conectan con el libro. Las críticas que hacen ellos solos no influyen, pero por supuesto que influye la crítica que lee mi madre. Y cuando el vecino de abajo dice en el ascensor que la leyó, se rompe un poco la barrera que separa la vida pública de la vida privada. Y escribieron cosas sobre mí que fueron extremas, para bien y para mal. No tengo problema con eso: se ha escrito sobre mí que soy retrasado. No digo que no me moleste, pero cuando miro alrededor, parece que a otros escritores les molesta más que a mí."

¿Cómo nace una historia tuya?

"Son muy distintas las experiencias de escribir ficción y de escribir no ficción. Cuando escribo las historias, no tengo idea de lo que va a pasar en la historia. Cuando escribes, sientes que partes en una aventura. Pero cuando cuentas algo que te pasó en la vida real, sientes como si ya hubieras estado en esa aventura y ahora se la cuentas a la gente. A diferencia de otros escritores que conozco, yo disfruto mucho al escribir. Me encanta escribir. De repente se te viene y dices: "¡Vaya! Se creó algo que antes no existía". Pero eso no existe en la no ficción porque la historia ya existe en el mundo.

"Tuve la idea de este libro cuando murió mi padre. Tenía una especie de necesidad, como la necesidad que tiene un millonario de ponerle el nombre de alguien que amaba a un edificio de la Universidad de Tel Aviv, o a la cafetería. Una especie de conmemoración, pero distinta. El escribir era mi forma de distinguir entre lo que sentía y la forma en la que contaría la historia."

Al mismo tiempo, Keret ha estado trabajando en otro proyecto conjunto con Shira Geffen. Fueron invitados a trabajar con la compañía de danza estadounidense Pilobolus en un trabajo conjunto de danza, el cual se titula "The Inconsistent Pedaler", que se estrenó esta semana en Nueva York. "La historia trata sobre una familia compuesta por los padres, un bebé y un abuelo, y hay una hija que mueve los pedales de una bicicleta. Su pedaleo hace que se enciendan todas las luces y se reproduzca la música, y eso es lo que hace que todos lleven a cabo sus vidas. En el instante en el que ella deja de pedalear, la gente desaparece."

Keren dice que sus padres le pusieron el nombre de "Etgar" ("desafío" en hebreo) "porque el hecho de que me hayan traído al mundo fue un desafío". Nací en una realidad donde el hecho de que estuviera vivo ya constituía una suerte de éxito imponente. Por lo que cuando mi padre se despertaba de mañana para verme saltar en la cama, mientras decía "Despierta, padre", estaba feliz incluso si eran las seis de la mañana. Además de eso, uno siente que es muy lindo poder criarse de esa manera. También le enseña a uno a amar esa situación. Hoy en día, mi hijo se levanta a las seis de la mañana y me despierta, y cuando me despierta yo me levanto alegremente. Podemos dar un paseo en bicicleta o ir a la playa, o sentarse en una cafetería y hablar de algo.

"Antes que naciera mi hijo, yo era una persona que estaba despierta de noche. Yo siempre decía que la noche era el horario central del alma. No hay llamados telefónicos, no hace calor, no hay ruido, nadie te interrumpe. Escribía todos mis libros de noche, pero cuando nació mi hijo todo eso se dio vuelta. Escribir es una necesidad, pero siempre tengo claro que la vida es más importante que escribir. Si me preguntas qué me gustaría que dijera la gente sobre mí luego de que muera –que era un buen escritor, o un buen padre, buen marido, buen hijo o un buen hombre –me gustaría que dijeran las otras cosas. Estaría contento también si dijeran que fui un buen escritor, pero sé que la vida es más importante."


Traducción al español: Rodrigo Varscher

Fuente: Haaretz.com

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