Una breve historia de la literatura hebrea, desde Genesis a Etgar Keret (Segunda Parte)

amos2okLa primera ficción hebrea
Este período también vio los primeros pasos de la ficción hebrea. La primera fue "Sefer HaSha'ashuim", escrita por Joseph Ibn Zabara en el siglo XII. Es un extraño cuento sobre un hombre conversando con el diablo sobre varios temas, que incluyen cuentos folclóricos, filosofía y ciencia.

 Otro ejemplo es "Fábulas Animales" de Brachia Ben Naturai Hanakdan y la colección de poesía de Immanuel el Romano conocida como Makhbarot.

El Renacimiento italiano también produjo la primera obra de teatro hebrea – "Una comedia de Compromiso" de Leone de Sommi, que también dirigía sobre el escenario.

En el siglo XVIII, la Ilustración empezó a brillar en el pueblo judío, mientras que la Revolución Francesa y luego el Código napoleónico emanciparon a los judíos de Europa, permitiéndoles salir de sus comunidades y exponerse a textos y estilos no judíos. Esto se llevó a la adopción de nuevas formas literarias y la formación de un movimiento intelectual, que reflejó la Ilustración, o Haskala. Se considera tradicionalmente que este movimiento comenzó el día que el filósofo Moses Mendelssohn entró a Berlín en 1743. Mendelssohn, sin embargo, escribía mayoritariamente en alemán.

A pesar de no escribir mucho en hebreo, Mendelssohn participó en la fundación de Me'asef, el primer periódico hebreo, en 1783. Al principio era una publicación mensual, pero a fines de siglo la circulación y frecuencia de la publicación disminuyó. Los productos literarios de esta Haskala alemana fueron cierto número de poemas épicos, de los cuales el más recordado es "Nir David" de Shalom Cohen. El movimiento de Haskala se movió al este, donde fue adoptado por los judíos de Galicia.

La Haskala de Galicia llevó al nacimiento de los estudios académicos judíos, con las importantes obras de Nachman Krochmal, al igual que al desarrollo de la sátira hebrea con la obra de Josef Perl. A medida que avanzaba el siglo XIX, la Haskala alcanzó el Imperio Ruso, especialmente en Lituania y Belorrusia, y después en lo que es hoy Ucrania. Fue allí que la literatura y poesía moderna hebrea comenzó a florecer, con las obras de los poetas Adam HaCohen Lebensohn y su hijo Micah Joseph Lebensohn, y principalmente de Judah Leib Gordon, cuyos poemas tuvieron un impacto en la poesía hebrea que perdura hasta la actualidad.

El primer novelista hebreo

Este fue también el escenario para el primer novelista hebreo, Abraham Mapu, quién publicó "Ahavat Zion" en 1853. Le siguieron otros novelistas hebreos, más notablemente Peretz Smolenskin y Reuben Asher Braudes.

A fin de siglo, Odessa se convirtió en el centro de la cultura hebrea. A la cabeza de este movimiento se encontraba Ahad HaAhm (Asher Ginzberg), editor de la publicación hebrea más importante de su tiempo, el Shiloach.

También estaba trabando en Odessa Mendele Mocher Sforim (Sholem Yankev Abramovich), quién revolucionó la prosa hebrea al escribir en una mezcla natural de hebreo bíblico y rabínico, y es además considerado el abuelo de la literatura yiddish.

La escritura de Mendele Mocher Sforim está caracterizada por un realismo crudo, que suele criticar la vida judía en la diáspora, sin convertirse en idealismo, ni sionista ni socialista. Esto es evidente en su obra "Los Viajes de Benjamín Tercero". Tenía dos seguidores fundamentales, Shalom Aleichem en yiddish y Hayim Nahman Bialik en hebreo.

La educación tradicional judía de Bialik y su fenomenal memoria le daban un manejo del hebreo increíble. Su trabajo, tanto en poesía como en prosa, hace uso de expresiones y lenguaje, y alude a cada parte del hebreo discutida acá. Su principal obra de ficción es "Detrás del Cerco", a pesar de que es más conocido por su poesía.

Otros importantes escritores del periodo incluyen a David Frishman y Micha Berdyczewski, ambos de Varsovia, y al poeta Saul Tchernichovsky, con su poesía épica. Sin embargo, este florecimiento de la escritura hebrea se detuvo con la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. El hebreo fue declarado contrarrevolucionario y varios escritores, incluido Bialik, fueron enviados a la cárcel, para ser liberados poco tiempo después.

Tenían que encontrar otro hogar. A principios del siglo XX emigraron a Palestina, uniéndose a la pequeña comunidad literaria que había estado activa desde 1880. Algunas de las principales figuras eran Eliezer Ben-Yehuda, pionero del periodismo hebreo, y Ze'ev Yavetz, rabino y escritor.

Una vez que Bializ llegó a Tel Aviv en 1924, su supremacía fue aceptada por todos. Estableció la editorial Dvir y la Asociación Hebrea de Escritores.
Rebelión contra Bialik

La sombra de Bialik cubrió toda la poesía hebrea, y todas las obras de la época son una imitación de su trabajo. Esto fue hasta que la próxima generación de escritores se rebeló en contra de la supremacía de Bialik. Asumiendo el cargo del diario Ktuvim de la Asociación Hebrea de Escritores, Avraham Ashlonsky trajó un estilo modernista. Los discípulos de Shlonkshy, Nathan Alterman y Lea Goldberg, continuaron con esta tendencia en el ámbito de la poesía.

Un florecimiento similar ocurrió en este período en el área de la prosa, con escritores como Dvora Baron, Gershom Shofman, Isaac Dov Berkowitz y Yosef Haim Brenner, quienes no son muy leídos en la actualidad porque su hebreo es complicado de entender para el lector moderno. El único escritor de la época que aún es leído es S.Y. Agnon, posiblemente porque recibió un Premio Nobel en 1966 por su trabajo. Su mejor novela y posiblemente la mejor novela hebrea de la historia es "Tmol Shilshom".


La próxima generación de escritores, llamada la generación Palmaj (por la organización clandestina a la que pertenecían), trabajó desde 1940 hasta los primeros años del estado. Entre ellos estaban el novelista S. Yizhar, con su obra "Días de Ziklag" y el poeta Haim Guri.

Durante las décadas de 1960 y 1970, una nueva generación de escritores se abrió paso. Estaban muy influenciados por el movimiento francés “Nouvelle Vague” y la escuela filosófica del Existencialismo. Esta generación, conocida como la “Generación del estado” porque crecieron en el nuevo estado de Israel, incluye a los novelistas Amos Oz y A. B. Yehoshua.

Este periodo fue el zenit de la poesía hebrea, con grandes escritores como Yehuda Amichai, Natan Zach, Yona Wallach, Dahlia Ravikovitch y David Avidan.

La nueva generación, es conocida como la “ola desilusionada”, en contraste con la previa “Nueva ola”. Estos escritores tienden a rechazar la narrativa israelí y se centran en temas universales o judíos desde un punto de vista no-sionista. Los escritores más conocidos son David Grossman, Meir Shalev y Yaacov Shabtai.

La decáda del 90 trajo un toque pos-modernista a la escritura israelí, y se experimentó con nuevas formas y temas. La escritura de esta generación está caracterizada por el escapismo y es en algunos casos crítica, o incluso hostil, hacia el sionismo. Los escritores líderes de esta generación son Etgar Keret, Uzi Weill y Orly Castel-Bloom.

Inevitablemente, la literatura hebrea va a seguir evolucionando, y como toda evolución, nadie puede adivinar qué camino tomará. Puede que el próximo máster de la prosa hebrea esté buscando un editor en este preciso instante para su obra maestra – la gran novela israelí.

Fuente: Haaretz.com

Traductora: Mariel Benedykt

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