Una breve historia de la literatura hebrea, desde Genesis a Etgar Keret (Primera Parte)

literaturahebreaokEs la semana de libro hebreo, y el momento perfecto para recordar la escritura hebrea desde tiempos bíblicos hasta los escapistas post-modernistas.

Esta semana es la Semana del Libro Hebreo, Shvua HaSefer HaIvri, una celebración de la literatura hebrea por todo Israel. Las ciudades tienen ferias del libro; las librerías ofrecen descuentos.

Para marcar esta tradición, he aquí una breve historia de la literatura hebrea desde sus comienzos hasta la actualidad.

Los libros de la Biblia

Claramente, las primeros y más importantes, sin mencionar más exitosas comercialmente, obras de literatura hebrea fueron los libros de la Biblia, 24 o 36 en número, dependiendo como uno los cuenta.

Estos fueron escritos durante siglos, empezando hace unos 3,000 años, por numerosos autores diferentes, mayormente anónimos: algunos de los libros de los profetas pueden haber sido escritos por los profetas cuyos nombres llevan.

Con el paso de los años, los libros bíblicos fueron revisados y modificados, hasta su codificación final, a comienzos del primer milenio D.C.

Los libros de la Biblia varían enormemente en género, empezando con la creación y mitos históricos, siguiendo con historias, códigos legales, literatura de sabios y poesía.


Libros apócrifos –es decir, libros hebreos de la misma época que no fueron incluidos en la Biblia – tienen los mismos temas generales. Por ejemplo, el Libro de Ben Sira (de cerca del 180 A.C.) habla de la sabiduría de Eclesiastés.

Uno de los más interesantes de estos libros es el Libro de Judith, el cual muchos consideran como la novela más antigua. Aparece en el Septuagint, una traducción griega de los textos bíblicos, y en versiones católicas del Antiguo Testamento – pero no en la Biblia hebrea como la conocemos hoy.

Apocalipsis pronto

El Libro de Daniel es una versión antigua de la literatura apocalíptica que se popularizó en los últimos dos siglos del primer milenio A.C. y el primero D.C. Este tema suele tener a Dios destruyendo el planeta, eliminando a los malvados y elevando a los justos. El destino de los animales suele ser ignorado.

Tras la destrucción del Templo y la derrota de Bar Kokhba ante los romanos en el 135 D.C. las esperanzas de salvación mesiánica se encontraron con varios mesías falsos. La literatura apocalíptica abrió camino para la escritura legal, codificada en el Mishna por Judah HaNasi en 220 D.C. aproximadamente, y su compañero Tosafot. La literatura habla de cómo se debe vivir la vida judía acá y ahora: es práctico, no poético, filosófico o literario.

Además de estos textos halajicos, el fin de la época clásica y comienzo de la era medieval vio el nacimiento del Midrash, una interpretación de la Biblia, supuestamente revelando el significado escondido de los textos. Otra forma de escritura hebrea que floreció en este período es piyut, poesía religiosa, escrita en un hebreo increíblemente oscuro.

Con estas excepciones, los otros textos judíos del período fueron escritos exclusivamente en arameo, que gradualmente se convirtió en el idioma de los judíos. Los comentarios en el Mishna, el Talmud y la Gemara son casi enteramente en arameo, no hebreo.

El surgimiento de la escritura judía en árabe

Con el surgimiento del Islam en el siglo XII D.C., el arameo empezó a desaparecer. Los judíos que vivían en las comunidades que prosperaban con el Islam, en Mesopotamia, el norte de África y España, empezaron a escribir en árabe.

Fue en este period – desde el siglo IX al XII – que floreció la escritura secular judía. Los escritores judíos escribían sobre medicina, ciencia, filosofía, lingüística y más – en árabe. Una excepción a esta regla era la poesía, que era escrita en hebreo, y que por primera vez tocaba temas no-religiosos como el vino, el amor y el sexo.

Pero la España musulmana estaba por desaparecer. Mientras los moros fueron echados de Iberia, los judíos fueron perseguidos por los cristianos, incluso antes de la Inquisición en 1492. Muchos fueron al norte de África, pero otros fueron a otras partes de Europa, donde se unieron a comunidades ashkenazi.

Los judíos sefaradim descubrieron que los ashkenazim no tenían una literatura secular comparable con la suya, y que sus nuevos vecinos no podían leer libros en árabe escritos por Maimonides, Judah HaLevi y otros escritores judíos importantes. Empezó entonces un gran proceso de traducción, más notablemente por la familia Ibn Tibbon.

Entre los libros traducidos en esta época están las grandes obras de Maimonides sobre filosofía y medicina y los libros de Ibn Janah sobre el lenguaje hebreo, al igual que otros tomos sobre temas que nunca habían sido discutidos en hebreo, como astronomía.

Llegan los filósofos

En volumen, el mayor cuerpo de hebreo hasta los tiempos modernos es en forma de preguntas y respuestas sobre la ley judía escrito por y para rabinos. Sin embargo, en la Edad Media y principios de la Época Moderna hubo varios pasos importantes en la literatura hebrea, inspirados por las traducciones del árabe. Entre los géneros que empezaron a aparecen en hebreo durante este período están los libros de viaje como el libro del siglo XII de Benjamin de Tudela, "Los viajes de Benjamin", que describe detalladamente su recorrido de Europa, África y Asia.

También empezaron a aparecer libros de filosofía en hebreo, muchos en respuesta a "Guía para el Perplejo" de Maimonides, el cual fue traducido por Samuel ibn Tibbon. La mayoría de los libros de filosofía se centraba en el campo de la ética, mostrando testamentos éticos escritos por padres para sus hijos, explicando como uno debería vivir su vida.

En este periodo también surgió mucha literature mística, incluyendo al famoso Zohar, la obra fundacional del kabbala, escrito por Leon de Modena en el siglo XVII.

Fuente: Haaretz.com

Traductora: Mariel Benedykt

 

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