Preguntas frecuentes

preguntas2okHarto conocido es el chiste de un judío y su amigo no judío que van caminando por la calle y se produce el siguiente diálogo: -Abraham, ¿por qué ustedes los judíos responden a una pregunta con otra pregunta? -¿Y por qué no?-. El chiste ilustra la tradición talmúdica de la pregunta que constituye a la cultura hebrea.

 Recientemente celebramos Pésaj. Las preguntas que se realizan en el seder son las mismas cada año y las respuestas, las mismas: "¿En qué se diferencia esta noche del resto de las noches?"; "¿Por qué comemos matzá?"; "¿Por qué se comen hierbas amargas?"; "¿Por qué están sentados todos como reyes?"... Pero esa dialéctica aparentemente circular, como la cinta de Moebius, sin embargo, aquí, tiene un motivo aparente: mantener viva una cultura milenaria. El objetivo de la hagadá es que las nuevas generaciones revivan el nacimiento de su pueblo; sus preguntas son "preguntas frecuentes" que se torna necesario reiterar.


Su pregunta no molesta


Todo periodista sabe que para construir una noticia debe responder a qué, quién, cómo, cuándo, dónde y por qué, guías para generar(se) las preguntas que a su vez ayudarán a su investigación, abriendo nuevos enfoques, nuevas perspectivas. Así, las preguntas son brújulas para circular en un terreno donde los horizontes no siempre son fijos sino que se van corriendo y reactualizando en cada época.

El 19 de abril de 1943, víspera de Pésaj de 5703, Mordejai Anielewiecz lideró el Levantamiento del Ghetto de Varsovia contra los nazis. ¿Cuáles habrán sido las preguntas que formuló el joven líder de la Resistencia judía? Una de sus cartas, en el medio del combate, cierra con una (desesperada) pregunta: "La última aspiración de mi vida se ha cumplido. La resistencia armada judía es un hecho. La autodefensa judía y la venganza judía son una realidad. Soy feliz y estoy satisfecho de haber sido uno de los primeros combatientes del gueto. ¿De dónde vendrá la salvación?". El fragmento que antecede a la pregunta refiere al carácter objetivo de la resistencia judía; la pregunta pertenece al orden del azar.

Frente al horror, podemos inferir que muchos jasidei umot olam, aquellos Justos entre las Naciones (no judíos que arriesgaron sus vidas para salvar a judíos durante la Shoá) se formularon preguntas como "¿Es esta situación normal?"; "¿Qué y cómo puedo accionar para salvar vidas humanas? Tal vez Raoul Wallenberg, Emilie y Oskar Schindler; Aristides Sousa Mendes y tantos otros no se formularon puntualmente estas preguntas, pues ya tenían incorporado el mandato moral.

En su libro "El Estado judío", Teodor Herzl se plantea varias preguntas retóricas: "No es mi propósito mover a compasión. Todo esto es vano, inútil e indigno. Me limito a preguntar a los judíos: ¿no es cierto que en los países donde habitamos en número apreciable la situación de los abogados, médicos, técnicos, maestros y empleados judíos de toda clase se hace cada vez más insoportable? ¿No es cierto que toda la clase media se halla terriblemente amenazada? ¿No es cierto que contra los ricos, de entre nosotros, son excitadas todas las pasiones del populacho? ¿No es cierto que nuestros pobres sufren mucho más que todos los demás proletarios? (...) En todas partes el malestar puede reducirse a la clásica exclamación del berlinés: ´¡Afuera los judíos!´. Formularé, pues, el problema judío de la manera más concreta: ¿Tenemos que irnos ya? y ¿a dónde?". Las preguntas del padre del sionismo tenían como motor dar un marco a la creación de un hogar nacional que acogiese a todos los judíos amenazados por los pogroms en Europa. Visionario, Herzl era consciente de los peligros que corrían sus congéneres, apenas medio siglo antes de que el nazismo iniciara los asesinatos en masa.


¿Qué tienen en común Anielewicz, los Justos y Herzl? Si bien todos ellos vivieron contextos y situaciones diferentes, actuaron en consecuencia con algunas de las célebres preguntas que postula el Pirkei Avot, el tratado de los Padres: "si yo no me ocupo de mí, ¿quién lo hará? Y si me ocupo sólo de mí, ¿qué soy? Y si no es ahora, ¿cuándo?" (Capítulo 1:14).


Nos encontramos transitando la Cuenta de Omer, es decir, los 49 días que median entre Pésaj y Shavuot. No parece casual que esta transición -cuyo punto cúlmine es la festividad que honra la entrega de la Torá- proponga al judío un espacio de reflexión, a través del desarrollo de las midot. Y para reflexionar, es necesario recurrir a la fuerza de la pregunta.

En la tradición judía, las preguntas o -mejor dicho- el acto de preguntar da cuenta de una ética cuya función es la de servir como herramienta de creación, de construcción, de reflexión, de resistencia.

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