Abandonando el mundo ultra–ortodoxo; sin otra opción

haredim-39414okUna mujer ultra–ortodoxa una vez me contactó con una pregunta seria: "¿Debería dejar la comunidad ultra-ortodoxa?" Mi respuesta fue, "Dado que preguntaste si deberías hacerlos, la respuesta es ¡No!"

 Dejar la comunidad ultra-ortodoxa judía es llamado en hebreo yetzia bishe'ela – literalmente, "irse con una pregunta". Es un proceso difícil y, a veces, traumatizante que recientemente recibió atención por el suicidio de dos hombres ultra-ortodoxos en sus 20 en Israel.

Mi consejo para esa chica fue que tome su decisión una vez que pueda decir "Me tengo que ir." Cuando no tenga otra opción. Cuando el principio judío de pikuah nefesh, salvar una vida, se aplique. Cuando su vida dependa de ello.

El principio bíblico de pikuah nefesh indica que salvar una vida judía triunfa sobre todos los demás comandos divinos: las palabras en hebreo significan "peligro para un alma". Mi consejo fue, y es, simplemente esto: "No abandones tu comunidad a menos que sepas con seguridad que tu alma no puede seguir viviendo en un cuerpo ultra-ortodoxo; a menos que sepas que quedarse sería un suicidio espiritual."

Durante mi trabajo voluntario ayudando a personas ex-ultra-ortodoxos en Jerusalén, conocí a docenas de valientes yotzim bishe'ela. La "pregunta" con la que se van es, para empezar, su propia duda – sobre su identidad judía. También hay otra "pregunta" acá: la pregunta que su decisión nos causa a nosotros, sobre nuestra actitud y accionar sobre aquellos cuyos caminos espirituales son diferentes a la norma. Además, "irse con una pregunta" representa el comienzo de una búsqueda espiritual. En español, entonces, llamarlos "Buscadores" sería adecuado.

Los Buscadores judíos no pueden ponerse todos en una misma categoría. Difieren en sus razones para irse, en sus historias personales y en la forma en la cual manejan sus dificultades. Sin embargo, la mayoría de ellos dejaron su comunidad por el bien de pikuah nefesh, al igual que yo.

No deseo criticar a los ultra-ortodoxos. Fui criado en una familia jadísica moderna, los valores de la cual aprecio profundamente. La razón por la que abandoné mi comunidad no tenía que ver con que sus valores fueran inferiores a aquellos de una sociedad secular occidental. Por supuesto que la sociedad ultra-ortodoxa tiene sus características problemáticas, pero los problemas abundan en el resto de la sociedad también.

Me fui porque quería estar más cerca de Dios, la divinidad, naturaleza, humanidad y belleza. No creía que esta cercanía sería "más fácil" en la sociedad secular no-ultra-ortodoxa, pero entendí que si permanecía encerrado en el modo de vida que llevaba, no llegaría a ningún lado.

Es un error pensar que el mundo fuera de la comunidad ultra-ortodoxa es secular; ofrece todo tipo de opciones. "Irme con una pregunta" me permitió entablar dialogo con personas seculares, al igual que con religiosos musulmanes y cristianos. Eso no es todo; dentro del mundo ultra-ortodoxo no hubiera mantenido un diálogo genuino con hombres gay o lesbianas, ni con mujeres (como iguales), ni con palestinos.

Describir a los Buscadores como personas "tratando de ser seculares" no solo es incorrecto, sino que también peligroso, porque le saca la validez espiritual a nuestro camino, y nos muestra como los enemigos de la religión. La verdad es que no podemos seguir siendo ultra-ortodoxos; esto no debería aislarnos. Algunos de nosotros se unen a la sociedad judía secular, otros a otras comunidades; algunos Buscadores nunca encuentran su lugar en un contexto social. Lo que todos tenemos en común es que estamos buscando.

Los defensores de la ultra-ortodoxia no quieren ver a los Buscadores con éxito en su nueva vida, porque significaría que más personas se vayan. Sin embargo, todos los judíos deberían entender el principio de pikuah nefesh. Los judíos ultra-ortodoxos deben entender que para los yotzim bishe'elah es una cuestión de vida o muerte. Forzar a los Buscadores a quedarse en contra de su voluntad es imponerles una especie de sentencia de muerte.

Heidegger sostenía que mientras que el ateo abandonó la posibilidad de la fe, el "hombre loco" de Nietzsche aún busca a Dios, dado que Lo llama. Esta figura representa cualquier persona que tiene la pasión espiritual para seguir buscando lo desconocido. Llorando, en duelo y sin palabras, expresa la imposibilidad de hablar con Dios o sobre Dios. Al mismo tiempo, el llanto representa la importancia y pasión relacionada con la posibilidad de la existencia de algo trascendente. Esta es la pasión del Buscador.


El trágico suicidio de yotzim bishe'elah debería alejarnos del cinismo religioso y abrir nuestros oídos al llanto de aquellos con una profunda necesidad espiritual. ¿No es su necesidad la nuestra? Es esencial que las comunidades ultra-ortodoxas entrenen a un grupo de rabinos para trabajar con yotzim bishe'elah, a modo de iluminarlos y guiarlos. Juntos podemos encontrar un punto de equilibrio, tal que la sociedad ultra-ortodoxa mantenga sus valores, y al mismo tiempo se detenga la violencia física y psicológica dirigida hacia los Buscadores que desean y necesitan irse.

Fuente: forward.com

Traductora: Mariel Benedykt

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