La quinta pregunta

israelbandok¿Es Israel verdaderamente un Estado Judío?
Con la posibilidad de un estado binacional siendo cada vez más real, debemos discutir que es lo que Israel es, y que es lo que quiere ser La historia y el paisaje de Israel cuentan una historia de uniones y coyunturas: El establecimiento de la independencia tras la mezcla de diplomacia, fuego y cenizas; la falsificación de "concepciones" de seguridad antes de la Guerra de Yom Kipur; el cambio de "guerra sin alternativa" a "guerra por elección" en la Guerra del Líbano; y cuando se reconoció a viejos enemigos como aliados de paz tras el fin de la Guerra Fría.

 Manejando por Israel también se encuentra al paisaje demacrado por cruces. Los soldados hacen dedo por la carretera, esperando sus próximas órdenes. Los residentes y los turistas pueden elegir entre dirigirse al este para empaparse de la divinidad de Jerusalén o al oeste buscando placer en el centro de Tel Aviv. Pueden ir al sudoeste para ayudar a las comunidades atacadas por misiles, o al noreste a monitorear los frágiles niveles del Kineret. Desde el norte al sur uno puede recorrer Israel, sintiendo las decisiones pasadas del país y el posible futuro.

Una nueva campaña de avisos de Paz Ahora explota esta noción. Mostrando un cartel de la carretera, dice "una coyuntura histórica enfrente tuyo." A la izquierda hay un Israel "democrático, judío y sionista". A la derecha, queda un Israel "desolado, binacional y mesiánico". A la izquierda el cielo es un azul perfecto. A la derecha, es un gris amenazante. Abajo, Netanyahu estudia sus opciones silenciosamente.
Esto era llamado el "dilema triángulo" de Israel. Entre permanecer siendo un estado judío, ser una democracia, y manteniendo las fronteras, los israelíes deben elegir dos. Buscar los tres es vivir en una contradicción.

En la actualidad, con la crítica internacional centrándose en el anti-sionismo filosófico, y con la población ultra-ortodoxa y de los asentamientos creciendo, la campaña dejó de ser tan simple.

Consideremos el lado izquierdo del cartel. ¿Cuáles son las implicaciones éticas de preservar la mayoría "judía"? ¿Puede la democracia estar a favor de una configuración demográfica, contribuyendo a que no cambie? ¿Querer preservar lo "judío" del estado judío tiene las mismas connotaciones morales, como dijeron los duros críticos de Israel, que aquellos países occidentales que quieren preservar su carácter "blanco"?


Hay buenas respuestas a estas preguntas, respuestas que los sionistas liberales expusieron a medida que los debates se llevan a cabo. Llegamos a un momento en el que estos términos no se pueden decir sin ser problematizados y analizados. Irónicamente, la aislación internacional que Paz Ahora advierte está siendo estimulada por algunos de los mensajes que la misma campaña promueve.

Sigamos considerando la parte de la derecha. Dejando de lado por el momento el hecho de que aquellos inspirados por la ideología en el Medio Oriente no se preocupan por el "aislamiento" internacional cuando tienen a Dios, Allah o el Mashiaj de su lado, hay algo que no es del todo incómodo sobre el término "binacional".

Sabemos que generalmente binacional es sinónimo de la "solución de un estado". La mayoría de los comentaristas, al igual que la comunidad internacional, creen que la solución de dos estados es la única forma pragmática de avanzar. Yo estoy de acuerdo con ellos.

¿No es Israel, con su mayoría judía y minoría árabe, un estado "binacional"? Israel ya tiene múltiples escuelas estatales donde se enseña en dos idiomas: hebreo y árabe. La mayoría de los ciudadanos judíos de Israel van al ejército. Pocos de los ciudadanos palestinos de Israel lo hacen. La historia de la fundación de Israel se narra según la nación, siendo 1948 una causa de festejo cada año para los judíos, y una conmemoración de atrocidades y pérdida para los palestinos. Dejando de lado Cisjordania, ambas naciones, repartidas 80/20, viven dentro de los límites de Israel.

Parte del problema es que Israel dividió el labor entre aquellos como Paz Ahora, B'Tselem y Gisha que se centran únicamente en la Línea Verde. Otros grupos, como el Nuevo Fondo Israel y la Asociación de Derechos Civiles en Israel, se centran en problemas domésticos. Con la posibilidad de un estado binacional siendo cada vez más real, debemos discutir que es lo que Israel es, y que es lo que quiere ser. Si los habitantes de los asentamientos no se quieren ir, y los palestinos exigen retorno de refugiados, la realidad será aún más severa.


La campaña de Paz Ahora muestra que Israel debe tomar decisiones difíciles si quiere mantener su identidad judía y democrática. Pero es tiempo de desmantelar algunas de las verdades que estos grupos liberales defienden, viendo que es aquello que vale la pena preservar y que es aquello que vale la pena evitar.

Fuente: Haaretz

Traducción: Mariel Benedykt

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