Una dosis de matices: Una historia con demasiadas certezas

israelpaisajeokPrimero, muchos de nosotros estamos seguros de que el conflicto palestino-israelí no está más cerca de ser resuelto. Segundo, gran parte del mundo está seguro de que lo está.

La prueba sobre el liderazgo del pueblo judío, aquella que parece destinada a perder, dependerá de que tan ágil y hábilmente navega estás certezas.

 El conflicto israelí – palestino no está resulto, ni lo estará en el futuro cercano, porque no hay solución posible si los palestinos no reconocen a Israel como el estado del pueblo judío. Únicamente cuando los palestinos, tanto su liderazgo como su gente, llamen a Israel un estado judío sabremos que habrán internalizado la idea de que no nos iremos a ningún lado.


Cuando el negociador palestino Saeb Erekat dijo esta semana que jamás reconocerá a Israel como estado judío porque sus antepasados estaban ahí 5000 años antes que Yehoshua, ¿preparó a su pueblo para que esté de acuerdo? Con el derecho al retorno, los palestinos destrozarían a Israel demográficamente, en lugar de mediante la violencia. Sin embargo, ¿cuántos líderes palestinos creen que pueden permanecer con vida sin firmar un acuerdo con Israel que renuncie a ese derecho? Podemos recordar a Anwat Sadat, quien no asistió a la ceremonia en la que recibió el Premio Nobel de la Paz en diciembre de 1978. Sabía que por haber hecho un acuerdo con Israel en el cual no se satisfacía las demandas de los palestinos, era considerado un traidor. Por lo tanto, mandó a su yerno a la ceremonia en su lugar.

Eso no hizo diferencia; Sadat fue asesinado tres años después por egipcios.

¿Alguno se imagina que Abbas, Erekat y otros no recuerdan el destino de Sadat? ¿Cuáles son las probabilidades de que se arriesguen? Europa y America del Norte, en cambio, están seguras de que la paz puede, y debe, alcanzarse pronto. "Con un poco más de presión sobre Israel, las piezas del dominó comenzarán a caer." Un banco danés decide boicotear a Hapoalim porque hace negocios en la Línea Verde. Un banco sueco quiere clarificaciones sobre los asentamientos, claramente una señal de un próximo boicot. Israel accedió a pagarle a Turquía 20 millones de dólares en compensación por la flotilla, lo cual fue el resultado de enorme presión.

Es en este ámbito que el Secretario de Estado de Estados Unidos, Kerry, le advierte a Israel – puede que correctamente – que el mundo está perdiendo la paciencia. "El status quo que hay ahora, le prometo un 100 porciento, que no puede ser mantenido," dijo. "No es sostenible. Es ilusorio.

Hay una prosperidad momentánea, una paz momentánea." Claramente, otra advertencia dirigida hacia Israel.


Es una historia sobre dos certezas opuestas, y es poco probable que termine bien. Las mentes razonables difieren sobre como Israel debería manejar una situación prácticamente imposible. Sobre algo, sin embargo, sí estamos de acuerdo: es tiempo de aclarar nuestras certezas.

Cuando el Ministro de Defensa Moshe Yaálon, hablando en la Conferencia de Seguridad de Munich, dijo que Israel no precisa un acuerdo –"Nos la vamos a arreglar" – ¿está tratando de salirse de una posición que lo puede afectar, o de verdad cree que Israel puede sobrevivir un boicot internacional? Si es lo primero, está bien.

Cuando el Primer Ministro Menachem Begin se enfrentó al presidente Jimmy Carter, quien le dijo que era su última oportunidad para alcanzar la paz con Egipto, respondió en la televisión israelí: "Nuestro pueblo vivió miles de años antes de Camp David, y vivirá miles de años después de Camp David...Si nos dicen que está es la última oportunidad para alcanzar la paz, no estaremos de acuerdo. No hay 'últimas chances' en la vida. "Funcionó, y Begin lo consiguió.

Sin embargo, Begin era pragmático y sabía cuando acceder. ¿Sabrán nuestros líderes – tanto si es en unos meses o en 50 años – que alcanzaron el mejor acuerdo posible y tendrán la sabiduría para aceptarlo? ¿Puede Benjamin Netanyahu lograrlo? ¿Tiene intenciones de hacerlo? ¿Ya'alon de verdad piensa que Israel puede soportar ser tratado como lo fue Sudáfrica? "Nos la vamos a arreglar," dice con aire de seguridad. ¿Cómo? Seguramente sabe cómo funciona la comunidad global, ¿no? Del otro lado del espectro político podemos ver a aquellos que creen que reforzando la postura de Israel, le están haciendo un favor al país. "Mi participación en el mundo judío es el problema palestino – israelí," me dijo una mujer judía norteamericana en un fórum público en Jerusalén. "Estoy trabajando para mejorar Israel."

¿De verdad? El orgullo con el que lo aseguraba era sorprendente. ¿Estás segura de que Israel está "mejor" con menos tierra y 170000 cohetes que apuntan a su territorio? ¿Israel está "mejor" cuando habitantes de los asentamientos deberán abandonar su proyecto? ¿Estamos seguros de que podemos dar este paso sin extinguir la llama que le da su propósito a este país? ¿Estamos seguros de que pasar a los límites del 67 no llevará a que terminemos pasando a los del 47? Puede que algún día las posibilidades sean aún peores que las actuales. Hasta ese momento nuestro peor enemigo es la certeza. Nuestra mayor ventaja será reconocer las complicaciones de la posición que tomemos. Resistir la presión internacional implicaría peligros enormes. Ceder ante la presión internacional implicaría riesgos igual de graves.

A pesar de nuestra preferencia por la protesta incesante, este no es momento de certezas.


Es tiempo de empezar a pensar. Es tiempo de recordar Deutoronomio 21:21 – "Todo Israel oirá esto, y temerá."

Fuente: Jerusalem Post

Traductora: Mariel Benedykt

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