Rothschild instó a los sionistas: trabajen duro y llévense bien con los vecinos árabes

rothchildokLos documentos señalan que en este mes, hace 100 años, el Barón de Rothschild les advirtió a los residentes de Zijrón Iaakov que se aseguraran de que sus "parientes" árabes estuvieran a su lado y no que estuvieran en contra de ellos.

 A caballo, con vestimenta formal, todos los muchachos de la colonia agrícola de Zijrón Iaakov descendieron de la montaña a las siete de la mañana, para dirigirse al pueblo vecino de Tantura a orillas del Mar Mediterráneo, a 5 kilómetros de su ciudad natal. Era fines de febrero de 1914. Los muchachos viajaban a caballo para darle la bienvenida a un invitado de honor: el Barón de Rothschild, el conocido benefactor sionista que patrocinó y desarrolló la colonia.

Esta semana, en la cual se cumple un siglo de su visita, se abrió uno de los armarios metálicos del archivo histórico de Zijrón Iaakov. Talma Bahur, quien dirige el archivo histórico, extrajo un libro grande y grueso, uno de los diez tomos que contiene las actas de las reuniones del comité ejecutivo de la colonia. Pasó a la página 360 y leyó lo que allí estaba escrito: "Se tomó la decisión de dejar por escrito la información de la cuarta visita que realizó a Zijrón Iaakov el benefactor Baron Binyamin Ben-Yaakov de Rothschild [Edmond James de Rothschild].

El libro de registros de la colonia documenta la cuarta de las cinco visitas que realizó Rothschild a la Tierra de Israel. Llegó en barco al pueblo pesquero palestino de Tantura y en vagón lo llevaron de allí hacia la cima de la montaña. El viaje, el cual llevaría unos pocos minutos en coche hoy en día, duró una hora y media. A las once de la mañana, el barón ingresó a los portones de Zijrón Iaakov acompañado de dos altos funcionarios y de su médico personal.

La visita que realizó en Zijrón Iaakov fue parte de una gira que hizo por la Tierra de Israel, durante la cual visitó Tel Aviv, Iafo, Jerusalem, Rishon LeTzion, Petaj Tikva, Nes Tziona, Rejovot, Ekron y Jaifa. "El Barón Edmond Rothschild atravesó el país como relámpago, como un meteoro", informaba el periódico Hazman tras su visita. Su esposa, Adelheid, también lo acompañaba en sus viajes.

"Los alumnos de la escuela, siguiendo las órdenes de sus maestros, formaron dos filas cerca del portón de honor próximo al viñedo, donde un grupo de ancianos agricultores esperaba para recibir al benefactor. Dentro del portón de honor, se reunió una multitud a ambos lados de la calle", cuenta el libro de registros.

"Estoy contento de venir a Zijrón Iaakov esta vez", dijo Rothschild en un discurso en francés que fue traducido al hebreo. "En aquel entonces, cuando llegué aquí hace 15 años, no habían trabajado lo suficiente, pero desde ese momento hasta ahora, han progresado mucho en su trabajo, ustedes y sus hijos, lo cual me da satisfacción. No abandonen los jóvenes árboles. Sigan trabajando; progresen y desarróllense utilizando sus propios recursos. No depositen la confianza en los benefactores [cita del Salmo 146:3], y entonces les irá bien", dijo.

Después de dar su discurso, Rothschild fue a la parte antigua de Zijrón Iaakov, lugar desde el cual miró hacia las colonias cercanas, Meir Shfeya y Bat Shlomo. Luego, acompañado del médico de la colonia, el Dr. Hillel Yaffe, fue a la sinagoga. "Alrededor de 20 ancianos y respetados miembros de la colonia se ubicaron en dos filas delante de la entrada de la sinagoga", dice un informe del periódico Moriah de publicación diaria, "donde lo saludaron y donde le dieron la bienvenida".

"La salud es un asunto importante para asentarse en Tierra Santa. Si uno está sano, puede trabajar diligentemente y sustentarse con el trabajo de uno, para permanecer en el país. Siempre vean la manera en la que se pueda aprender, mejorar y desarrollar los métodos de trabajo para crear métodos nuevos, y así no quedarse en el mismo lugar", Rothschild les dijo a los miembros de la colonia. Los exhortó a que honraran la memoria de su padre, Iaakov, cuyo nombre llevaba la colonia. "Di el nombre de mi padre a esta colonia, y espero que honren ese nombre y sean merecedores de él", dijo. "También les recuerdo que observen los principios de nuestra fe, la cual es buena y hermosa, y que observen la ética del judaísmo, y nuestro idioma. Sean hijos fieles de nuestra religión y de nuestra tierra para que sean merecedores de vivir en nuestra patria ancestral".

El registro de las reuniones que tuvo el barón con los pueblos árabes cerca de Zijrón Iaakov fue borrado del protocolo, pero el periódico Moriah informó sobre las mismas varios días después. "Cuando [Rothschild y su delegación] llegaron a los pueblos de Tantura y de Faradis, los sheijs y los ancianos árabes lo recibieron, y el barón los saludó amablemente", decía. El periódico también señala que Rothschild les pidió a los miembros de la colonia que "vivieran en paz con sus vecinos". Dice de Rothschild: "Les advirtió que mantuvieran buenas relaciones con nuestros vecinos árabes, ya que 'todos fuimos los hijos del patriarca Abraham'. Les dijo que se aseguraran de que nuestros "parientes" árabes estuvieran junto a nosotros y no en contra de nosotros, y que tuvieran cuidado de no suscitar preguntas de los árabes acerca de nosotros".

A diferencia de las visitas anteriores, no se realizaron pedidos de ayuda a Rothschild. En cambio, le dieron diplomas de honor. "El retoño que tú plantaste sobre nuestra tierra santa ha echado raíces en el suelo y ha dado frutos, y ningún viento lo hará temblar", le dijeron los miembros de Zijrón Iaakov. "El edificio que tú construiste para tu pueblo permanece en cimientos firmes, y a lo largo de las generaciones hablará del gran acto que llevaste a cabo por el renacimiento de Israel en Sion".

Luego de su visita a la Tierra de Israel, Rothschild dijo: "Los sionistas no podrían haber hecho lo que hicieron sin mi ayuda... pero llegué a comprender que quizás la idea sionista logró en su espíritu en la Tierra de Israel más de lo que logró mi dinero".


La Primera Guerra Mundial estalló poco después de la visita de Rothschild, y siguió dándoles apoyo financiero y político a las colonias agrícolas. Visitó la Tierra de Israel por última vez en 1925, cuando tenía casi 80 años de edad, y murió en 1934. Veinte años después, sus restos y los de su esposa fueron llevados de París a Ramat Hanadiv para ser enterrados, cerca de Zijrón Iaakov.

Fuente: Haaretz.com

Traductor: Rodrigo Varscher

 

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