La kipá y las mujeres

RabbiTorahokEn memoria de Ria Okret Z" L

En un momento en el que las feministas ortodoxas dejan de cubrirse la cabeza, un creciente número de ortodoxas no-feministas están empezando a hacerlo – con una kipá.
SAN DIEGO – Cada día que pasé en la Unión de Judaísmo Reformista Bienal, y particularmente en Shabat, no pude quitar la vista de las kippot.

 Habiendo crecido en los 70 en un pueblo pequeño de Nueva Inglaterra donde era parte de una íntima sinagoga reformista – la única del pueblo – no estaba acostumbrado a ver kippot.

Mi rabino era considerado "tradicionalista" por usar kipá y talit al oficiar el servicio, pero era prácticamente el único. La mayoría de los hombres no usaba, y la idea de que una mujer usara – incluso cuando pasaba a leer la Tora – era inimaginable. En las sinagogas conservadoras el uso de la kipá era más común en los hombres – las mujeres podían usar un pin que aplicaban al pelo. Ninguna usaba kipá.

A pesar de que una mayor proporción de hombres usaba kippot en las sinagogas conservadoras y reformistas que visité en Israel, para mí la vida no-ortodoxa significa "vení como estás". Estos son lugares de rezo a los que se puede ir de traje, pollera, con jean y remera, con o sin kipá y talit, lugares donde lo importante es en lo que uno cree, no lo que uno viste.

Mientras caminaba por el bienal del 2013, donde los miembros del movimiento se parecían a los amigos y vecinos de mis padres – y probablemente lo hubiesen sido si vivía en Boston, Nueva York o Los Ángeles – vi a muchos más hombres usando kippot y talliot que en mi infancia.

Sin embargo, el cambio drástico fue en las mujeres. Muchas de ellas – y no solo las rabinas, y no únicamente durante Shabat – tenían una kipá, en varios estilos. Algunas eran las kippot tejidas básicas, otras tenían un toque más femenino, y otras eran versiones con mostacillas que parecían sacadas de una joyería.

Es una nueva industria. Mientras caminaba por los puestos del bienal, vi lugares en los que vendían talliot que eran muy femeninos para ser usados por un hombre. Una artista me dijo que había estado haciendo talliot para mujeres por tres años. Comenzó haciéndolos para hombres, pero en las convenciones a las mujeres les gustó su estilo y empezaron a comprarle, por lo que empezó a diseñarlos para venderles a las mujeres específicamente. Hoy el 90% de sus clientes son mujeres.

Debo confesar que me costó ajustarme al cambio. En Israel me parecía irónica que al grupo de las Mujeres del Muro, que las caracterizaban como reformistas, eran desafiadas por usar los accesorios de rezo que las mujeres en mi infancia nunca usaban. A pesar de que no compacto el horror de muchos israelíes, pasé suficiente tiempo en Israel para entender de donde viene la incomodidad. Para aquellos que no están acostumbrados, parece una provocación. En cambio, las mujeres del bienal lo ven como parte de su rezo.
Laura Geller, la tercer mujer en convertirse en rabina del movimiento reformista, me contó que tomó la decisión de usar kipá en 1976 – una movida pionera en su momento. "Cuando era la rabina de Hillel en la Universidad del Sur de California, estudiaba Tora con un compañero hombre y al empezar, sacaba la kipá de su bolsillo," ella contó. En ese momento, Geller decidió que marcar la transición de lo cotidiano a lo sagrado es importante. Fue en ese momento que adoptó el ritual de usar kipá y talit.

Encontré una mujer mayor en el bienal, que claramente no era una rabina, con una kipá en su cabello gris, bordada elegantemente con flores. Resulta que era la primera vez que usaba una. La mujer, Judy Bloom de San Mateo, California, decidió usarla porque su hija adquirió el ritual. "Tuve mi Bat Mitvah a los 39 años, y me dieron un talit, que uso desde ese momento," ella dijo. "Luego, mi hija me dio una kipá. No la había usado hasta hoy, pero viendo a tantas otras usándolas, decidí probarlo." Le pregunté si va a usarla regularmente en la sinagoga. "Puede que sí."

Me llevó a preguntarme si yo usaría una kipá. Al considerarlo, también pienso en las mujeres ortodoxas que son feministas y discuten si cubrirse el pelo. Muchas de ellas escribieron recientemente al respecto, más recientemente Tova Ross en Tablet, donde contó cómo sus pelucas se convirtieron en sombreros, luego bandanas, luego binchas y finalmente nada.

Tengo muchas amigas que siguieron la misma trayectoria, que al crecer y adquirir más seguridad, sintieron que no tenía sentido hacerlo si no creen en la importancia de la "modestia del pelo" – la idea de que el pelo descubierto lleva a los hombres al deseo sexual. Además, no quieren tener una señal que le exprese al mundo que so ortodoxas y están casadas, eso las pone en una caja – sus prácticas religiosas y estado civil son personales – no algo que deben mostrar en la calle.

Me parece similar a la kipá. Sí, soy una judía de la persuasión pluralista. ¿Tengo que usar una kipá para mostrar que creo en un judaísmo igualitario que acepta a gays y lesbianas y cualquiera que quiera unirse? No me parece.

Nunca se sabe. El mismo nombre del movimiento – reformista – significa cambio, y es una forma de judaísmo que nos invita a concentrarnos en lo significativo, no en lo que está permitido por la ley judía. Si paso a leer la Tora en el futuro, puede que considere usar una kipá o talit para ver si es significativo.


Si lo hago, sin embargo, quiero tener en cuenta que en el fondo, el rezo debe ser algo espiritual, no debe centrarse en los accesorios.

Fuente: Haaretz.com

Traductora: Mariel Benedykt

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