Estudiando Talmud en la mañana, programando en la tarde

ravtechokEscondidos arriba de un seminario ubicado en la ciudad de Bnei Brak que es principalmente ultra-ortodoxa, se hallan alrededor de 20 hombres trabajando de manera intensa en las oficinas de la empresa de software Ravtech Beit Tochna Torani. Se encuentran construyendo aplicaciones para celulares y sitios web.

 Mientras que representan una muestra representativa de la sociedad jaredí, estos hombres carecían hasta de los conocimientos básicos de la matemática o del inglés hasta no hace más que el año pasado. Ahora, combinan los estudios de Talmud en la mañana con programación en la tarde y en la noche.

"El objetivo es permitir la integración de un sector de la población que tiene un alto potencial a la alta tecnología", dice Vered Mor, gerente de Ravtech. "Este lugar dice: "ven y forma parte de la comunidad de los hombres jaredíes que trabajan en la high-tech"."

Las barreras culturales y un sistema de educación jaredí que enseña unas pocas habilidades básicas como matemática, ciencias e inglés han impedido que se incorporen a la industria los más ultra-ortodoxos. El gobierno ha invertido gran cantidad de recursos para insertar a los jaredim al mundo de la alta tecnología, pero Ravtech es algo importante por haber surgido del centro de la sociedad jaredí. Todo lo que se necesitaba era un poco de flexibilidad.

Definida como emprendimiento social1, la empresa trabaja de forma estrecha con Avratech, una organización que dirige un curso de formación en software para hombres jaredíes. El curso de estudios incluye ocho a 10 meses de formación, en el cual se comienza con lo más básico, tal como las tablas de multiplicación. La última etapa está orientada hacia las aptitudes laborales y se divide en especializaciones: desarrollo de celulares (iOS, Android), diseño de sitios web (Java, HTML), y la prueba de software para los sistemas automatizados.

Mientras se forman, los estudiantes reciben un estipendio mensual de 2.000 shekels (U$S 570), lo que es igual a lo que recibían mientras estudiaban en un kolel, una ieshivá para hombres casados. Y el curso está completamente subvencionado.

Luego, Ravtech les garantiza trabajo a los estudiantes durante 30 meses con un salario de aproximadamente 5.000 shekels por mes. La primera ronda se completó con 20 de los 27 estudiantes que se inscribieron en el curso. Los participantes del emprendimiento son estudiosos de Torá de categoría.

"Cuando completan los 30 meses, tienen las herramientas y la experiencia que se necesitan para emprender cualquier trabajo fuera de la empresa o para seguir desarrollando la empresa jaredí de software," dice Mor. "A muchos hombres jaredíes que han estudiado en tales marcos les resulta difícil encontrar trabajo porque carecen de experiencia. Pero cualquiera que se vaya de aquí con 30 meses de experiencia tendrá un estatus completamente diferente." El equipo que proporciona la formación también administra la empresa de software.

"La población que llega hasta aquí se compone de personas que en una cierta etapa resolvieron que tenían que ganarse la vida," agrega Aharon Safrai, director de Avratech. "No pueden integrarse en un lugar de trabajo secular porque para ellos es importante contar con un ambiente de trabajo que sea religioso. Y hay algo más que les es importante: tener horas serias de estudio de Talmud en la mañana."

Existe mucha oposición por parte de los rabinos que objetan la combinación de los estudios de Torá con el trabajo, pero Safrai señala que el curso acepta a hombres que de todas maneras habrían dejado el kolel.


"Estos son hombres con talento que rápidamente pueden alcanzar un nivel suficientemente alto para trabajar," dice Mor. "Pueden trabajar a distancia y por tanto no tienen que trabajar en una empresa secular. También existe la posibilidad de tener horas de trabajo flexibles para que puedan dedicarse a los estudios de Torá durante una parte del día. Muchos que llegaron hasta aquí dijeron que los rescatamos."

Comenzar bien el día

Safrai describe la rutina diaria de un empleado de Ravtech. "A cualquiera que viva en la zona de Bnei Brak le es más fácil, pero alguien que viene de Ashdod o de Kiriat Sefer, por ejemplo, tiene que salir de la casa a eso de las 7:30 u 8 de la mañana", dice Safrai.

"A las 9 de la mañana, comienza a estudiar Talmud y la Biblia. Para él, estos estudios son parte de su alma y empieza el día con el pie derecho. Entre el mediodía y la 1 de la tarde, llega hasta aquí para trabajar hasta las 8:30 de la noche. Luego, tiene que llegar a la casa en ómnibus, lo cual significa que llega cuando los hijos ya están dormidos."
Los sueldos de los programadores jaredíes están por debajo de los del mercado, pero estos tipos no eligieron necesariamente la high-tech por los altos salarios sino por la posibilidad de trabajar en una profesión que les dé flexibilidad y que no sea trabajo manual.

La elección de Mor, quien es una mujer secular con experiencia de gerencia en los sectores públicos y no lucrativos, de dirigir el emprendimiento da fe de la apertura de mente que tiene el hombre que se encuentra detrás de la iniciativa, el empresario y Rabino David Leybel, oriundo de Safed.

"La combinación del trabajo con el hecho de ser estudiante de Torá y de Talmud en un seminario es algo absolutamente correcto," dice Mor. "Leybel sabe que esto no sucede en Israel, y durante muchos años ha estado ocupado buscando una solución para estudiosos de Torá que tienen talento pero que se ven en apuros a nivel financiero, quienes no tienen a dónde recurrir y quienes pierden su identificación con el mundo del Talmud cuando se van del kolel. Nos dirigimos a aquéllos que quieren irse pero que quieren quedarse porque no tienen alternativa."

Safrai dice que su organización acepta solamente al jaredí que haya decidido dar el gran paso junto con su esposa y familia.

"A medida que vayamos creciendo, tendremos que desarrollar más modelos," añade Mor. En este momento, subcontratamos principalmente a otros desarrolladores de software. Con el tiempo, podemos convertirnos en una tienda donde el cliente pueda comprar todo lo que quiera sin necesidad de pasar por otras tiendas2 o podemos desarrollar productos por nuestra propia cuenta." Pero observa que, como emprendimiento social, la empresa no se dirige hacia una salida. Se construyó para otros fines.

Mor dice que a Leybel no le interesa generar ganancia sino que le interesa mantener el negocio estable y mantener a las personas que trabajan allí con éxito. "No hay problema con que se amplíen las operaciones porque no tenemos que cortar ganancias," dice. "Lo único que necesito es salir sin pérdidas y sin ganancias."

Y a diferencia de muchos jaredim, estos tipos tienen conexión a Internet en sus computadoras.

"No sólo en el trabajo sino también cuando estudian," dice Safrai. "Hoy en día, tenemos Internet Rimon [un servicio de Internet adaptado para el mercado jaredí] y otros proveedores que estrictamente inspeccionan los sitios web. Hay sitios que están bloqueados, y si se necesita un sitio web específico, podemos autorizar el acceso al mismo."
El grupo de programadores de las oficinas de Ravtech es variado. La población a la cual se dirige el curso son aquellos hombres de familia que tienen entre 25 y 40 años. Safrai indica que provienen tanto de la corriente jasídica como de la corriente lituana del mundo jaredí.

En una habitación, con sombreros negros puestos en fila a la entrada, el egresado de Avratech y empleado de Ravtech Shahar Ariel se encuentra trabajando diligentemente en un equipo que está construyendo una aplicación para un sitio web de películas.

"Antes de llegar aquí, estudiaba en un kolel normal en el que tenía dos sesiones de estudio por día," dice. "No concurrí a la facultad ni a ningún otro lugar fuera de ese. Hice programación, no para el trabajo sino por mi propia cuenta. Disfrutaba este campo por lo que llegué hasta aquí."

Al comienzo, Avratech y Ravtech obtuvieron análisis contradictorios de la comunidad jaredí. Pero los que egresaron de la primera temporada que comenzaron a a trabajar hace poco tiempo parecen estar contentos, y al curso se están inscribiendo estudiantes para la segunda ronda. Puede ser que se expandan los que iniciaron el curso a Jerusalem y a Ashdod para brindarles a los jaredim que residen allí la oportunidad de hacer programación en un ambiente propicio que les quede más cerca de la casa.

1 El término "social enterprise" se refiere a un tipo de emprendimiento que aplica estrategias no sólo para obtener ganancias sino "para maximizar las mejoras en el bienestar humano y medioambiental." Véase el artículo "Social Enterprise" de Wikipedia.
2En inglés, a este tipo de tiendas se les llama "one-stop shop".

Fuente: haaretz.com

Traductor: Rodrigo Varscher

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