No hay lugar para el triunfalismo dentro del pueblo judío.

| Escrito por Rab. Alejandro Bloch

judios-en-espanabuenoAquel que piensa que tiene la solución para la asimilación, o que tiene garantizado el futuro, debería tomar una dosis de humildad. No hay lugar para el triunfalismo dentro del pueblo judío.

Muchos grupos creyeron en el pasado que solo ellos serian los garantes de la continuidad judía y hoy figuran en un anaquel mas de las historia de nuestro pueblo como pieza de museo.

 Hace varios años un famoso filántropo judío propuso un modelo muy interesante.

Así como hay múltiples centros para la lucha contra el cáncer y cada uno trabaja a la vez en sus propios proyectos y coordinados, aprendiendo las mejores prácticas uno de otros, el pueblo judío debería reconocer que las múltiples formas de expresar la identidad judías son como esos diferentes centros y cada uno aparta algo que el otro no puede aportar.

Aquel que crea que el cáncer, el Sida o más actualmente el Alzheimer se pueden vencer con el esfuerzo de un solo grupo está absolutamente equivocado y ese acto de soberbia mismo hace que no se pueda avanzar en la lucha contra este mal.

Lo mismo pasa con la ignorancia judía, la asimilación y indiferencia. Si algún grupo cree que tiene la solución mágica para combatir estos males, a lo único que esto nos llevará es a la bancarrota.

Cuanto todos entendamos que nuestros recursos y resultados son limitados, y que necesitamos la colaboración, el respeto y aprender unos de otros, el futuro será más promisorio.

Escribo estas líneas en el contexto de la encuentra publicada sobre identidad judía PEW en EEUU en las últimas semanas que desató una tormenta de controversias y sobra la cual se han escrito sobre ellas miles de páginas a favor y en contra, analizándola, desestimádola , afirmándola y utilizándola.

Las conclusiones de la encuesta es el crecimiento increíble de los matrimonios mixtos, la desafiliación, o sea los judíos marginados o automarginados de la vida institucional, el bajo conocimiento judío, y uno de los datos más alarmantes para algunos es que cerca del 30 % de los jóvenes menores de 30 años dice ser judío SIN RELIGION.
Donniel Hartman en su análisis de la misma llama a la humildad diciendo que cada grupo la está utilizando para mostrar que ellos mismos tenían razón, y que en verdad no mostró nada que sorprenda.

Lo cierto es que uno de los datos preocupantes es la tendencia a la polarización y el corrimiento del centro hacia los extremos.

¿Es bueno esta para el pueblo judío?

En lo personal creo que no y que tampoco refleja el verdadero Ethos judío como lo enseño Maimónides e Hillel. Creo que también esto será una moda pasajera y cuando el péndulo de la historia vuelva a moverse, el centro volverá a ser atractivo, y entendido como una posición de coraje y no de facilismo.
De todos modos la pregunta que se hacen los grandes donantes es para que sirvieron los millones de dólares que se han invertido en viajes como Taglit, o en proyectos educativos, etc.

Tal vez la pregunta es equivocada, y se debería preguntar mejor, que hubiera pasado si no se hubieran destinados esos recursos, cuales serian los resultados sin esa inversión en educación, y en atraer a los jóvenes a la vida y a la experiencia judaica.

Lo que si queda claro de la encuesta es que hay experiencias judías significativas y que contribuyente a la continuidad que hay que replicar y aprender de ellas, como Camp Ramah, como el Day school, o sea la escolaridad judía integral.

De todas las conclusiones la que más ha incomodado o preocupado es la de los Jóvenes que dicen ser judíos sin religión.

¿Es el judaísmo una religión? Sin duda que si. ¿Es solo una religión? Sin duda que no.

Si fuera solamente una religión, aquellos que no adhieren a determinados dogmas no podrían ser considerados como judíos.

El judaísmo surgió aun antes que las categorías tradicionales para definir la identidad grupal o personal existieran, pueblo, nación, etnia, religión etc.

Es por eso que restringir al judaísmo a uno u a otros seria cometer un error reduccionista insalvable.

Todos conocemos miembros de nuestro pueblo que diariamente ejercen su identidad como tal, y que no entran en el patrón de la clasificación tradicional, son judíos y punto o son judíos que viven en una o más de las dimensiones mencionadas, por ejemplo judíos que son ciudadanos de Israel y son religiosos de cualquiera de sus corrientes, o son laicos, judíos que viven fuera de Israel y son agnósticos, otros que son observantes, otros que no lo son tanto.

Podríamos argumentar cual es el modo de vida judío más completo, el más significativo, el más comprometido, etc, inclusive cual es el que tienen mayor oportunidad de continuidad, pero eso no cambiaría su condición inherente de ser judío.

Al comienzo del siglo XX Mordejai Kaplan acuño la idea del Judaísmo como Civilización.

El hablaba de la civilización religiosa evolutiva del pueblo de Israel, haciendo incapie en cada uno de los elementos de su definición.

Civilización incluye todas las manifestaciones de la cultura de un pueblo, idioma, ley, costumbres, arte etc.
Hoy más que nunca debemos recuperar esa definición para tener una mirada más amplia, para que nuestra acción sea más abarcadora, para que nuestra propuesta sea más inclusiva.

Esta definición puede contribuir a organizar la vida judía de una manera más coherente y clara.

Dediquemos nuestra energía a construir una propuesta honesta, con pasión ,con Kavana, con trabajo y sobre todo con Ahavat Israel, con amor al pueblo de Israel y a Medinat Israel, con Ahavat Tora, amor a la Tora en sentido literal y ampliado, y por supuesta con Ahavat Hashem, Amor al creador y asi seamos más humildes y dejemos los triunfalismos temporales de lado.

 

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