No a la circuncisión forzada

brit-mila-circumcisionokLas cortes civiles deben enviar un mensaje sobre la importancia de los derechos de cada individuo sobre las costumbres religiosas, sin importar que tan comunes sean.

 El bebé de Elinor nació con un problema médico, por lo que no pudo ser circuncidado a los ocho días. En ese tiempo, Elinor aprendió que implica el procedimiento de la circuncisión, "y me di cuenta de que no le puedo hacer eso a mi hijo. Es perfecto así como es." Ella dice que el padre del bebé participó en esta decisión. Sin embargo, cuando los dos empezaron a discutir por su divorcio en la corte rabínica, el padre exigió que la madre fuerce a su hijo a ser circuncidado, como reportó Netta Ahituv el 26 de Noviembre.

La corte rabínica tomó una decisión sin precedentes, le ordenaron a Elinor circuncidar a su hijo en contra de su voluntad, y por cada día que se niegue a llevar a cabo el procedimiento, deberá pagar una multa de NIS 500. En respuesta a la apelación que le presentó a la Corte Rabínica de Apelaciones, los jueces escribieron que "Sacar el prepucio prepara al alma espiritual para recibir la conexión con el reino del paraíso y para aprender la Tora de Dios y sus mandamientos."
Otra explicación que dieron por el rechazo de la apelación hacía referencia a las batallas públicas en contra de la circuncisión en Europa y Estados Unidos. "El público israelí lo ve como una expresión de anti-semitismo," escribieron.

Junto con estos humillantes argumentos, decían que "El mandamiento de la circuncisión es el lazo entre Dios y su pueblo elegido." Pero la circuncisión es un procedimiento quirúrgico que se hace sobre un bebé que está bajo el cuidado de sus padres. El hecho de que era operación "se hace sobre en todo niño judío", para citar a los jueces rabínicos, no justifica su conclusión de que "Cuando un padre lo exige, el otro debe ceder."


Si un bebé es circuncidado o no es una decisión que deben hacer sus padres, no la corte rabínica. Si los padres no pueden resolverlo, lo razonable sería que no se haga esta operación irreversible, y dejar que el niño decida cuando crezca. Se espera que la Alta Corte de Justicia, que deberá tomar una decisión sobre este caso, cambie la decisión de la corte rabínica. La justicia mandará un mensaje importante, que en Israel, los derechos individuales son priorizados sobre las costumbres religiosas.

Fuente: editorial de Haaretz del 29 de noviembre del 2013

Traductora: Mariel Benedykt

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