¿Existe una película judía?

violinistaokWoody Allen, Mel Brooks, los hermanos Marx, los hermanos Coen, Judd Apatow: todos son nombres familiares en Hollywood – y todos son judíos. ¿Cuál es la influencia de los artistas judíos en la historia del cine? ¿Qué hace a una película "judía" hoy?

 La noción de lo que define a una película como "judía" ciertamente cambió en los últimos veinte años," explica Jason Solomons, un crítico inglés judío. "Supongo que antes era un tipo típico de comedia, usualmente la de Woody Allen. Sin embargo, ahora hay un reconocimiento del dominio judío de Broadway en el último siglo – Irving Berlin, Gershwin, Rodgers y Hammerstein por mencionar algunos – y podemos ver que sus temas, de exilio y extranjeros, se han filtrado al cine. Me parece que hicieron que sea posible que una película sea judía sin que necesariamente se trate sobre judíos, porque explora estos temas.

"Incluso se podría describir algunos musicales de los cincuenta como Showboat o Porgy y Bess como judíos en su origen. Sus escritores se identificaban con la lucha afro-americana. Entendían la discriminación y la miseria. Los grandes musicales estadounidenses son judíos en que crean la idea de Estados Unidos como su hogar. Muchos de los grandes temas del cine se han filtrado de ese punto."

Judy Ironside ha estado dirigiendo el Festval de Cine Judío de Inglaterra, que tiene lugar cada noviembre, por los últimos diecisiete años. Este año, de entre 600 opciones de todo el mundo, eligió películas tan diversas como El Cardinal Judío, una película francesa contando la historia de Jean Marie Lustinger, que llegó a ser director de la Iglesia Francesa; Cupcakes, del director israelí Eytan Fox, sobre un grupo de chicas de Tel Aviv que terminan entrando en un concurso de canto del estilo Eurovision; y El Congreso, una animación hebrea de Ari Folman que constituye una sátira de la cultura de las celebridades de hoy. Sin embargo, mantiene Ironside, aún se aplican los estereotipos y muchos son ignorantes de la riqueza del material que tiene a su disposición.

"La gente aún se me acerca a preguntarme si programé El violinista en el Tejado," se ríe. "Yo diría que hoy en día defino a una película como judía si tiene un director judío o un tema judío. A medida que maduramos como festival, tenemos una postura más relajada. Eso puede significar que podemos programar una película árabe sobre el Medio Oriente, lo cual afecta directamente la vida en Israel.

Política de identidad
"Se podría decir que el tema más recurrente en estas películas es la búsqueda de la identidad, sea por la inmigración, refugiados, querer pertenecer. Es algo que muchas tienen en común hoy en día, tanto si es una película judía hecha en América del Sur o Suecia. Me parece que es el resultado de que muchos de nosotros nos mudamos después de la creación del estado de Israel, o la dispersión después del Holocausto. Ciertamente no es más la Lista de Schindler únicamente."

"Antes era sobre el Holocausto," agrega Jason Solomons. "Siempre sobre el Holocausto. Los temas ahora son más cotidianos – matrimonio, circuncisión, kosher, no creer en Dios pero igual ser judío, honrar a la familia y al pasado y aún así seguir con el futuro. Estos son puntos de donde deriva amplia discusión y confrontación. Son las mismas preguntas que otras minorías se hacen también – como al comunidad india inglesa en las películas de Gurinda Chada, o las familias árabes en las películas francesas como Couscous de Abdel Kechiche."

Mientras que Estados Unidos dominó la cultura judía en el cine por décadas, uno de los mayores cambios de los últimos diez años fue la fortaleza del cine israelí – según la productora judía estadounidense Diana Nabatoff. Cinco o seis destacadas escuelas de cine están produciendo cineastas jóvenes; mientras que directores veteranos como Ari Folman que ganó en el Festival de Cannes por Waltz with Bashir.

"Hoy en día no se puede ser judío y vivir en Israel sin tener una opinión política, o sin ser consciente de la guerra, lo cual lleva a la producción de gran cine," ella dice. "Lo respiras en el aire a tu alrededor. Guerra, duelo, lealtad, el costo humano en el conflicto – creo que esto ha inspirado a una nueva generación de cineastas. Es un cine joven y con muchas posibilidades. Sin embargo, no queremos que la guerra sea la característica que defina a una película israelí o judía. Mi último documentario, Dancing in Jaffa, es sobre una profesora de baile palestina que busca reconciliar a niños palestinos y judíos. Me enorgullece llamarla una película judía."

Comedia kosher
Judy Ironside insiste en que la comedia aún es la característica que mejor define una película judía, "aquella que todos saben sin reconocerla – hasta el punto que la gente habla de Woody Allen como humor "Nueva York", es parte de la consciencia estadounidense."

"Seamos honestos, la comedia americana es ahora comedia judía," declara Solomons. "Desde Judd Apatow hasta el exitoso Seth Rogen, hay poco en América del Norte que no tenga influencia judía. La comedia es, de hecho, el vernáculo judío. Une lo religioso con lo secular."

Ironside cree que el mayor valor del cine es educar. "Tenemos tantas personas separadas por el mundo, y tantas diferencias – según nuestras nacionalidades y creencias, tanto religiosas como seculares. Muchas veces hay judíos que ven películas sobre personas de su propia fe y dicen "No tenía idea de que eso pasaba."


"Eso es lo mejor de ser judío – somos todos tan diferentes, y sin embargo, podemos ir a cualquier sinagoga del mundo y escuchar las mismas plegarias, en hebreo. Me parece que nuestro cine nos enseña que somos muchas personas, y un mismo pueblo."

Fuente: Tablet Magazine

Traductora: Mariel Benedykt

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