Dario Sztajnszrajber: Un eterno buscador

fotodariookDario Sztajnszrajber empezó transmitiendo su pasión por la filosofía en el ámbito universitario hasta que un día traspasó las fronteras de la docencia y decidió abordar la disciplina a través de la radio, la televisión y el teatro.

 Darío Sztajnszrajber es docente de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires; conduce "Mentira la Verdad", por Canal Encuentro; tiene su programa "El Innombrable" en Radio Madre; se encuentra presentando por el país su obra de teatro Desencajados y en noviembre edita su primer libro, Para qué sirve la filosofía, pequeño tratado sobre la demolición, dedicado íntegramente a explicar las diferentes definiciones de "filosofía".
Aunque actualmente se lo ve, lee y escucha por prácticamente todos los medios de comunicación (reconoce que tiene una falta de tiempo importante), Darío por sobre todas las cosas es padre y encuentra en su familia su lugar de contención. Hincha de Estudiantes de La Plata y apasionado por la escritura y la docencia, supo instalar en la sociedad una manera diferente y original de pensar y analizar la filosofía relacionándola con nuestra realidad.
OHM: De muy chico te interesaban cuestiones que de grande entendiste como filosofía, ¿Cómo fue tu infancia y cuáles tus primeros interrogantes?
D.Z: No nací en un hogar con una familia intelectual, sí en un hogar de una familia muy sensible. Yo creo que la filosofía tiene una veta intelectual, pero también tiene una veta puesta en la sensibilidad, y eso se transmitió. La pregunta filosófica es una pregunta, que para hacerse tiene que estar en un contexto de apertura, siempre me sentí en mi casa como muy contenido para eso. El haber estudiado en un colegio religioso hizo de los grandes temas existenciales, algo cotidiano. El más allá, la muerte, el tiempo, son temas que en el discurso religioso están muy presentes, de algún modo fueron el disparador que me llevó a la filosofía.
OHM: ¿Qué escritores leías más allá del género filosófico y qué música te acompañaba?
DZ: Yo fui adolescente en el retorno de la democracia, donde hubo una recuperación de la cultura y empezó a circular mucha literatura latinoamericana. Me formé leyendo García Márquez, Benedetti, Borges, Cortázar y la música que escuchaba era Charly García, Spinetta, Fito Páez. Siempre fui un militante político, lo cual está muy asociado a la música de protesta, a la música más comprometida, pero también tenía esa otra faceta más hedonista, que me llevaba a escuchar a Fito y a Baglietto, por un lado, y por otro me iba a La Plata, a escuchar a Virus.

OHM: La música es un gran disparador en tu vida, ¿Cómo la fusionaste con tu carrera?
DZ: No es que la llevo a la filosofía, pero hay autores atravesados por una pregunta existencial. Vos escuchás a Caetano Veloso y derrama filosofía por todos lados, hay canciones en las que nombra a Levis Strauss, toda su música es muy afín a una búsqueda propia de la filosofía. También me interesa hacer una lectura, desde ciertas categorías filosóficas, de algunos grupos o autores que pasan por un momento.

OHM: Esa es la apuesta de Desencajados...
DZ: En la obra estamos llevando la filosofía por fuera de sus lugares naturales. Lo que hacemos es trabajar los contenidos de la filosofía, desde el género mismo, pero en una especie de conversación con el rock nacional. Es un gran recital de la palabra y la música, y de los temas que nos preocupan; el amor, el tiempo, la amistad, el odio...Una mezcla que va rompiendo los límites del género y va transformando en esa fusión, algo desencajado, ahí el nombre de la obra.

OHM: En "El Innombrable", tu programa en Radio Madre, hace poco hablaste sobre el ser original ¿Por qué creés que la filosofía se puso de moda?

DZ: Porque genera la posibilidad de recuperar una alternativa diferente a los modos en que, comúnmente, se entienden ciertos temas. La filosofía propone una opción alternativa. Es subversiva, va con una versión por debajo. Ni mejor, ni peor, ni verdadera ni falsa. Me parece que en tiempos de agotamiento de la originalidad, o de agotamiento de la novedad, se vuelven a recuperar discursos tradicionales.

OHM: Trabajás en radio, televisión, teatro; sos docente y realizás charlas y conferencias, ¿En qué medio te sentís vos?
 El aula es el lugar de donde vengo y donde me siento yo. De algún modo, a los medios llevo la experiencia del aula. Para mí, el aula no es un lugar donde se baje línea, es la conversación, el diálogo, entonces esa experiencia es la que trato de llevar a todos lados.

OHM: Muchas veces los temas que analizás te llevan a la autoayuda ¿Cómo hacés para separarte de ella?
DZ: Tengo dos miedos permanentes: uno es no caer en la autoayuda, y el otro es no caer en el predicador, por eso trabajo para no caer, a veces me encuentro frente a situaciones que te llevan a eso. Dentro de la incertidumbre en la que estamos, tengo bastante claro qué es para mí el discurso filosófico. Mientras me mantenga en esos marcos, no caigo en la autoayuda. La filosofía no soluciona problemas, los crea, te angustia, no te da alegría en el sentido de paz interior.

OHM: Por estos días se edita tu primer libro, ¿De qué se trata?
DZ: Sale a principios de noviembre por Editorial Planeta y se llama Para qué sirve la filosofía, pequeño tratado sobre la demolición. Es un libro en el que, un poco desde la filosofía y un poco desde la literatura, trato de traducir al formato libro, la experiencia de "Mentira la Verdad", donde un personaje relata en primera persona, historias que le generan la irrupción del pensamiento filosófico. Es un libro para entender qué significa hacer filosofía.


Fuente: http://www.revistaohmagnolia.com

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