Es hora de que nos superemos a nosotros mismos: las lecciones de la encuesta Pew

survey62090okLos datos rara vez forman o modifican nuestras opiniones. Preferimos seleccionar aquellos datos que justifican y reflejan eso que ya creemos. La publicación de la reciente encuesta de Pew, "Un retrato de los judíos estadounidenses", con su plétora de datos y cifras , ha provocado un tsunami entre los líderes judíos y los medios sociales, mientras todos nos apresuramos a buscar esos datos que pueden servir para justificar nuestros propósitos y preciadas "verdades" preexistentes, ya sea individuales o institucionales.

 Este proceso tiene una característica de celebración y autocomplacencia. Por ejemplo, muchas voces israelíes encuentran en la encuesta la prueba que han estado buscando para justificar la afirmación sionista de la inviabilidad y la insostenibilidad de la vida judía en la Diáspora. Dentro de la ortodoxia, algunos encuentran la evidencia de la inviabilidad y la insostenibilidad de un judaísmo liberal. Muchas voces dentro de otras denominaciones encuentran pruebas que demuestran la superioridad de su enfoque. El discurso en torno a la encuesta asume invariablemente un "te lo dije". Sin embargo, cuando uno se libera a sí mismo de las propias lealtades ideológicas e institucionales, la encuesta proporciona información y visiones importantes sobre la naturaleza de nuestro pueblo y caminos futuros que merecen ser considerados.

Un hecho interesante expuesto por la encuesta es la escasez de desplazamiento de menos a más observante. Cada vez con mayor frecuencia, la gente abandona sus denominaciones para pasar a ser judíos sin religión, pero rara vez acrecientan su compromiso con la tradición, con los consiguientes requerimientos de fe y práctica. La lección fundamental que hay para aprender es que todos tenemos que superarnos a nosotros mismos. El hecho de que nuestra denominación o creencia "tenga más éxito" en el compromiso de sus adherentes con el judaísmo, con la crianza de los niños de forma judía y con el Estado de Israel, es simplemente irrelevante. Quienes son más o menos observantes no cambiarán si el cambio implica la aceptación de premisas y categorías religiosas que en el momento actual les son ajenas o están ausentes de sus vidas.

La diversidad no es el producto de fallas en la educación o de la falta de exposición de un grupo a la verdad y a la belleza del otro. Nos diferenciamos judaicamente porque, como personas, tenemos diferentes conceptos acerca de la esencia de nuestra tradición y diferentes enfoques en cuanto a lo que torna una vida en una vida de valor. La pluralidad de judaísmos evidente es el resultado de una brecha ideológica y no de una falta de conocimiento.

El desafío fundamental que enfrentamos con respecto a la futura vitalidad de la identidad judía y el compromiso con el judaísmo de nuestro pueblo, es cómo crear ideas y experiencias internas a cada marco conceptual e ideológico que sean capaces de generar mayor entusiasmo y mayor compromiso. Al final, "la victoria" no se logrará a través de la extinción de aquellos que no están de acuerdo conmigo, ni a través de la sostenibilidad comprobada de mi enfoque. Como he dicho anteriormente, debemos superarnos a nosotros mismos. La victoria se alcanzará cuando un número creciente de judíos, independientemente de su afiliación o la falta de ella, se sienta más profundamente conectado y comprometido con su judaísmo.

En este proceso, la distinción entre lo que es una característica o realidad esencial de una determinada ideología, denominación o clasificación sociológica judía, y lo que es sólo una manifestación y expresión actual, es crítica. Los datos que arrojan luz sobre esto último dan una visión sobre respuestas educativas y nuevas posibilidades programáticas, en tanto que los datos que arrojan luz sobre lo primero nos obligan a reformular nuestras definiciones de nosotros mismos como pueblo.

Así, por ejemplo, el hecho de vivir en Israel, ser ortodoxo o no ser parte de un matrimonio mixto, aumenta las posibilidades de que los hijos sean judíos, esto no es más que un dato estadístico en cuanto a la nueva realidad de la vida judía contemporánea, y no un dato con valor educativo o programático. Los judíos estadounidenses como grupo, no se mudarán a Israel, no abandonarán sus sensibilidades liberales, ni dejarán de casarse con compatriotas estadounidenses que los acepten y quieran casarse con ellos. No se trata de manifestaciones de la vida judía del siglo XXI, sino de características permanentes y fundamentales de esta realidad. La cuestión clave para el futuro de la vida judía no es si se puede cambiar esta realidad, sino qué es lo que se debe hacer para cambiar las consecuencias aparentemente negativas de esta realidad para el futuro de la identidad judía. Aceptar esto es uno de los mayores desafíos de líderes e ideólogos: trabajar dentro de una realidad dada con el fin de mejorarla, en lugar de fantasear sobre cómo modificarla según la imagen que cada uno tiene.

Una cuestión interesante, importante, y aún sin resolver, es si el alejamiento de las instituciones y denominaciones, tal como ha sido identificado en la encuesta, es una nueva realidad o simplemente una manifestación actual. Sospecho que el hecho de que los judíos vean el judaísmo y la identidad judía en términos que son cada vez menos religiosos es una realidad. Y en esto, paradójicamente, los judíos estadounidenses e israelíes se están pareciendo cada vez más. La separación de lo religioso y lo secular en Israel es cada vez más un lente apropiado con el cual observar a los judíos estadounidenses. Pero como hemos estado aprendiendo aquí en Israel durante algo así como la última década, ni la categoría de religioso ni la de secular son monolíticas ni unidimensionales.

Por ejemplo, secular no significa menos judío sino judío diferente. Mientras que la mayoría de los judíos seculares israelíes creen en Dios, la esencia de su secularidad no está determinada por su fe sino por el hecho de que no consideran el rezar a Dios ni la participación en los rituales que ello conlleva como una parte esencial de su judaísmo. Los judíos seculares israelíes pueden llevar una vida judía sólida que implica el compromiso con los valores judíos, la observancia del calendario y de los ciclos de vida judíos, la participación en la cultura y el aprendizaje judíos, y la lealtad al pueblo judío y su bienestar. Muchas de estas características son, o pueden ser, aspectos definitorios de un futuro vibrante, "menos religioso" de los judíos estadounidenses.

La cuestión a definir es si las instituciones y denominaciones judías pueden adaptarse y continuar sirviendo como vehículos importantes para la profundización de la identidad y las conexiones judías. Tengo la esperanza de que lo que estamos viendo no es más que una manifestación contemporánea y no una nueva realidad. Nuestras instituciones requerirán de nuevas formas de pensar a medida que re-imaginan sus roles, pero creo que le haríamos un flaco favor a nuestro futuro si pensamos que estaríamos mejor sin ellas. El ser humano sigue siendo un animal social que necesita de la comunidad, la particularidad y las conexiones individuales. Seguimos necesitando parejas, amigos, servicios, ayuda, orientación y liderazgo en diferentes momentos de nuestras vidas. Seguimos experimentando momentos en que una conexión con nuestro pasado es una fuente de fuerza e inspiración. Un liderazgo educativo, religioso y laico innovador y valiente es capaz de ofrecer todo lo anterior, siempre y cuando estemos abiertos a repensar la forma en que enfocamos nuestras tareas y definimos nuestros objetivos.

Una de las características importantes de la forma en que nuestra tradición entiende la identidad judía es que es una identidad de carácter nacional y no meramente religiosa. Uno se convierte en judío a través del nacimiento, la conversión o el matrimonio y sigue siéndolo independientemente de la fe y la práctica. En consecuencia, los datos sociológicos sobre los judíos no son meramente descriptivos sino que definen lo que somos. La modernidad, y en particular la vida en Israel y los Estados Unidos han cambiado las reglas del juego. La cuestión es cómo vamos a jugarlo.

Traductor: Daniel Rosenthal

· Más leídos ·

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos