¿Por qué motivo pedimos “perdón”?

Nos encontramos una vez más todos juntos, enfrentándonos a lo que muchos consideran, el día más estremecedor del año. Día de emociones, de recuerdos. Día indicado por nuestra Tradición, como el día específico para pedir perdón. Pero, ¿cuál es la transgresión que da origen a este día temible?
Para entender un poco más sobre este día, recurriremos a la Torá (Biblia) y a Nuestros Sabios para ver que tienen para decirnos al respecto.

Luego de la salida de la esclavitud de Egipto, los hijos de Israel teníamos dos objetivos: recibir la Ley y la Tierra Prometida.

Por ello, una vez liberados maravillosamente de la tierra de Egipto, nos dirigimos al Monte Sinaí, a recibir la Torá, una de las finalidades fundamentales de tan larga espera.

 Una vez llegados al pie del Monte Sinaí, se desarrollaran varios eventos, que pueden ser agrupados en tres períodos de cuarenta días y cuarenta noches cada uno, donde Moshé subirá y bajará del Monte: 1) Luego de la entrega de la Torá al 17 de Tamuz, donde se encontrará con el becerro de oro y quebró las primeras Tablas; 2) Después, pasará cuarenta días implorando y pidiendo la expiación para el Pueblo por tan grave transgresión; 3) En Rosh Jodesh Elul recibirá la Orden Divina de tallar las dos tablas de piedra como las primeras (Shemot – Éxodo 34:1. Ver comentario de Rashi a Shemot 33:11).


Este tercer período de cuarenta días y cuarenta noches, culminará el 10 del mes de Tishrei, conocido como יום הכיפורים Iom HaKipurim "Día de las Expiaciones".
He aquí el origen bíblico de éste día. Es decir, venimos a pedir perdón por adorar un falso ídolo. Claro está que en ocasión del relato bíblico, no fue todo el pueblo detrás de la idolatría, sin embargo, al ser responsables los unos por los otros, todos nos presentamos a obtener el perdón por el error.
Esto resultará en diversas leyes y costumbres para Nuestro Pueblo, por ejemplo, desde el principio del mes de Elul (mes previo a los Iamim Noraim) tocaremos y escucharemos el Shofar cada mañana; se rezaran oraciones y rogativas para obtener absolución (Selijot); y también tendremos la oportunidad de realizar nuestro balance personal del año que dejamos (Jeshvon Nefesh).

Así como Moshé, que no tuvo nada que ver con el becerro, y se cargó al hombro el pedido de absolución ante Dios, así también nosotros debemos cerrar este período de cuarenta días de balance, haciéndonos cargo obviamente de lo personal, pero sin dejar escapar lo colectivo, por lo cual también responderemos en estos Iamim Noraim.

Al respecto, dice el pasaje bíblico de Bemidbar – Números 14:20, que cantaremos en Iom Kipur, "Dijo Adonai: 'He absuelto según tu palabra'" ויאמר ה' סלחתי כדברך (Vaiomer Adonai, salajti kidvareja). Que así como Dios se reconcilió con alegría y de todo corazón con Israel, y le entregó las segundas Tablas de la Alianza, así podamos nosotros reconciliarnos con aquellos que nos encontramos distanciados en lo personal, y con nuestra Tradición milenaria en lo colectivo, recibiéndola con alegría.

¡SHANA TOVA UGMAR JATIMA TOVA!

Fuente: Seminario Rabínico Latinoamericano

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