La cabeza del pescado

rosh-hashanahokUna cabeza de pescado me mira. Más bien el ojo cristalino,casi con cataratas, me mira inerte desde el plato central en la cena de Rosh Hashana. Ese pariente lejano de Nemo me observa y parece querer exclamar a viva voz: "¡Glu, glu, glu!", que en idioma ictícola significa: " Buen año tendrás vos, porque lo que es mi futuro no me parece muy prometedor".

Lo miro,me mira. Esa cabeza en medio de un banquete tiene algo de primitivo. De antediluviano. Me remite a tiempos de Salomón y su antiguo templo colmado de sacrificios rituales.

 (Nota gastronómica: Quien sepa leer entre líneas encontrará que los sumos sacerdotes se empachaban de unos buenos asados entre sacrificio y sacrificio). Somos un pueblo milenario, y eso se nota. Los vestidos de Zara y las fragancias de Carolina Herrera no pueden ocultar nuestras huellas ancestrales. Solamente con escuchar el profundo sonido del shofar ya nos tele-transportamos al Monte Sinaí.

Así que allí está, la cabeza del pescado, porque estamos en la cabeza del año. Los comensales evitan mirarlo demasiado y prefieren enfocar la vista a la brillante miel que aguarda el baño manzanero. Porque para ser sinceros ¿alguien ha enviado alguna vez una postal de Rosh Hashana con el dibujo de la cabeza del pescado en ella? No. Claro que no.

La cena avanza como un tren de largo recorrido, y tras la tercera copa de vino ( nadie me aviso que las cuatro copas de vino eran en Pesaj) comienzo a tener un diálogo telepático con el pescado. O mejor dicho, con su cabeza ( que además tiene acento andaluz).

- Ay mi alma, mi vida. Es que hay que "joerse" chiquilla. Tan tranquilo que andaba con mi cardumen cuando ...¡pum! Me pescan y aquí me tienen, sobre el plato, como un macaco en el museo de cera. Ya dicen que Camarón que se duerme se lo lleva la corriente. ¿Y dónde está el resto de mi cuerpo? ¿Ehhh?
- Acá está – le digo, mientras le muestro las deliciosas bolas de guefilte fish.
-El pescado entrecierra el ojo intentando enfocar su nublada visión.
-¡Pero que me has hecho mujer!¡Me han mezclado con mis primos los Amaya! Con lo mal que nos llevábamos. Ya dicen que nunca digas: "de esta agua no he de beber"...
- Uy, cómo estás con los dichos acuíferos.
- ¿Entonces, qué fiesta es esta?
-  Es año nuevo judío.
- ¿En setiembre? Si el año empieza en enero. Ustedes siempre nadando a contracorriente.
- Y dale con las metáforas de agua.
-Bueno, y en estas fechas se decide quién vive y quién muere.
- Así que es mejor que no se acerquen a cosas peligrosas,¿no? Se ve que mi suerte ya estaba echada... Así que me voy a echar una siesta.

El pescado comenzó a roncar de forma altisonante. Nadie parecía escucharlo en la mesa, pero por las dudas, agarré un rama de perejil y le frote la nariz, o lo que sea que tiene ahí. El pescadito frunció un poco su escamosa cara y comenzó a cantar una copla.
- Verde como el trigo verde... y el verde verde limón.
- Lo mire con cariño. El pobre hasta cantaba. De pronto exclamó:
- Ay , me pica la cola
-  Rasque uno de los pedazos de guefilte fish y se mostró aliviado.
- Bueno – dijo el pescado- y que más me puedes decir del año nuevo judío del cual soy parte, de forma inevitable.
- Bueno, hay dos tipos de comidas tradicionales. La sefardí y la ashkenazy. La diferencia es básicamente que la ashkenazy es pura papa, y harina y te cae al estómago como unos ladrillos, mientras que la nuestra es más verdurita y cosas sanas.
- Mmmm... hasta yo me doy cuenta que eres un poco subjetiva en tu comentario mi niña...
- Como dicen... Agua que no has de beber, déjala correr.
-Ya tus metáforas no tienen sentido.
- En Abril, aguas mil
- Ay madre...
-  A río revuelto ganancia de pescadores.
- Me parece que estás delirando...
-  Tú hablas con la cabeza de un "pescao andalu" y el que delira ¿soy yo?
- Puede que tengas razón. Así que bueno, tú estás ahí con tu cabeza, porque Rosh quiere decir "Cabeza"...
-  Entonces, esta fiesta tiene que estar patrocinada por Aspirina.
-  Lo importante para mí, es que es una oportunidad de un nuevo comienzo.
- ¿Borrón y cuenta nueva?
-Algo así...
En este punto de la cena me percate de que todos me estaban mirando, mientras mi marido apartaba sutilmente la copa de vino de mi lado. Al parecer el diálogo no había sido tan telepático.

Guiñe un ojo al ojo del pescado y exclamé: le shana tova tikatev vetejatem - "Que todos sean inscrito y sellado para un buen año, para una buena vida"

A lo que mi amigo escamoso agregó( para sorpresa de todos) :Sea Tu voluntad, D-os, que seamos como CABEZA y no como cola".

¡Shana Tova para todos!

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