Desolados el uno del otro: La intolerancia en ambos lados en Tisha B’Av

relinookMientras me subía al avión que se dirigía de nuevo a Nueva York, me preguntaba donde uno puede encontrar alivio, donde en este sofocante país uno puede encontrar un lugar tranquilo para simplemente existir.

 Las lecciones de Shabat suenan en unísono al aproximarnos al noveno de Av: Lamentamos "sinat chinam", el odio sin razón, y deseamos que nuestro pueblo pueda unirse ante el deseo común de paz entre hermanos. Cuantas clases hemos escuchado, cuantas charlas y publicaciones en blogs que dicen lo que nos impulsa como pueblo: "Fue odio lo que destruyó a nuestro Templo, y será el mérito del amor incondicional lo que lo reconstruirá.

Afirmamos que sí, sí, debemos estar más unificados. Momentos después, sin embargo, la persona religiosa va a mirar con desprecio a la mujer en el vestido sin mangas, a aquel que maneja por Jerusalén el sábado a la tarde; la persona laica va a insistir en la plaga que conforma la ortodoxia, como un antiguo barrio ahora está enteramente negro, con un culto de fanáticos corruptos que lentamente están tomando el poder.

Reiteradamente me encuentro, como muchos de mis compañeros, en medio de dos mundos - si perdonan el cliché. En el medio de los escandalosos titulares que se leen en Israel, historias de fanáticos con ojos vidriosos (les llamamos "peasants" en ruso) y las imágenes de posters 'Hardakim', nos da miedo identificarnos con cualquier cosa demasiado ortodoxa. Si esto es el judaísmo de la Tora, si este es el mundo del que vienen nuestros maestros, no queremos nada que ver con él.

En un viaje anterior a Israel, pasé una semana en círculos Haredi en Jerusalén, noches en charlas de mujeres, conversaciones con rabinos y rebbetzins, navegando por citas de shidduch y llamadas de casamenteras – y volví a Nueva York frustrada por su mentalidad cerrada, el miedo a sus vecinos, la demonización de lo laico. Noté que en las cenas de Shabat terminaba sentada en el lado de los hombres de la mesa, escuchando y a veces comentando en los debates de política; las mujeres al otro lado comentaban estilos de peluca, el cuidado de sus hijos y un casamiento próximo.


Luego, cuando voy al mundo exterior, termino igual de frustrada. En otro viaje a Israel, decidí pasar la mayor parte de mi tiempo con personas laicas. Me di cuenta de lo estresante que fue cuando luego, al sentarme en una mesa Haredi en Shabat, puedo respirar libremente y volver a sentirme yo misma. No tengo que actuar como 'representante', no tengo que hacer chistes sobre el largo de mis mangas: "¿Dónde están tus siete hijos? ¿Tu esposo religioso te deja viajar sola así? ¿Vas a cortarte tu hermoso pelo para usar una peluca, rebbetzin?"

Cuantas veces me han dicho mis omniscientes amigos laicos que como una mujer ortodoxa soy un objeto, no un ser racional. "¿No te sentís oprimida?" Me dice un compañero de trabajo una noche en un café. "Mírate, una chica de veintiún años y no tienes idea de lo que te estás perdiendo en la vida – en lugar de eso, fuiste convertida en un objeto por los rabinos. ¡Rabinos ancianos!"

Suspiro, pienso en lo aburrida que es esta conversación, y empiezo a decir que no me siento oprimida, no por la religión por lo menos, que hay razones por las que lo elijo – pero noto que no me está escuchando, sus ojos están siguiendo las piernas de la moza rusa que nos está atendiendo. "Este país tiene mujeres hermosas," murmura.
Entonces, ¿quién está objetificando? ¿El rabino que dice que me cubra de los ojos de los hombres, o el colega laico que insiste en comentar sobre mi apariencia antes que mi carácter? Dime, ¿a dónde debo ir de los dos? ¿Qué pasa con el intelectual, que adora bromear sobre entrar a los barrios árabes y haredi de Jerusalén y encontrarlos "igual de desagradables y aterrorizantes"? ¿Es esta la elite progresiva de Israel?

Chauvinismo en ambos lados, intolerancia en ambos lados – traté de escapar asociaciones con los religiosos, pero la cultura de tolerancia que ingenuamente esperé encontrar en el mundo laico ha sido evasiva al momento que alguien se entera que soy ortodoxa. Es esto lo que atravesaba mi mente al volver a Nueva York: me preguntaba donde uno puede encontrar alivio, donde en este sofocante país uno puede encontrar un lugar tranquilo para simplemente existir.
Tribu contra tribu

Es prácticamente bíblico: la forma en la que nos comportamos dentro de nuestras paredes, como rezamos que nuestros hijos no pasen al otro lado. Es así como la Tora se refiere a los Otros, los egipcios, los canaanitas, y como no debemos "seguir su camino." Nos enseñan que veamos a los Otros para encontrar definir nuestra identidad – y aquí estamos, miles de años después, aplicando el mismo método, pero en contra de nosotros. Tribu contra tribu.

Mientras que dicen que la destrucción del Templo fue un castigo por esta misma intolerancia, dicen que la historia del nueve de Av empezó mucho antes del Templo, y este año es esta la parte de la historia que encuentro interesante.

Empieza en el desierto, los espías volvieron de explorar la tierra de Canaan y le cuentan a los hombres israelitas de la tierra que vieron: los gigantes que viven allí, una tierra hostil que devora a su propia gente. "¡Volvamos a Egipto!" los israelitas imploran.

Según el Talmud, el pecado de los espías ocurrió el nueve de Av. El Libro del Zohar agrega que los espías eran líderes y educadores, hombres respetados de la comunidad, que no querían despreciar nuestra tierra. No odiaban nuestras montañas y primaveras, sino que sabían que si entrabamos en la tierra, perderían el poder que tenían en el desierto: deberían dejar que hombres que conocían el sabor de la tierra tomaran el control, que guerreros y granjeros tuvieran poder en lugar de los líderes que habían encontrado necesarios en Egipto.


La idea de abandonar el poder es demasiado temerosa; los espías por lo tanto, vuelven con historias espantosas sobre Canaan para crear caos. El sueño de la nación de una tierra ideal está ahora destruido, manchado con debilidad y el miedo de lo desconocido.

 Fuente: Haaretz.com

 Traductora: Mariel Benedykt

· Más leídos ·

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos