Gaza oculta tras un velo de hipocresía occidental

Mantuve durante largo tiempo el criterio de no escribir sobre el conflicto palestino-israelí. Luego decidí prestar atención a la construcción mediática del conflicto. Porque aún siendo terrible la pérdida de vidas humanas, se trata de un conflicto donde la realidad parece que dejó de importar hace ya mucho tiempo y la clave es la construcción del relato. Así, por ejemplo, uno encuentra que el libro de un corresponsal español de la agencia EFE sobre Hezbolá no es más que una pieza de propaganda del grupo libanés.

En el caso de la Franja de Gaza hay unas cuantas cosas a recordar.

En 2005 el gobierno del primer ministro Sharon (sí, ese Sharon) ordenó evacuar la población israelí de la Franja de Gaza. Fue una acción que implicó también la evacuación de población en el norte de Cisjordania pero se conoce fundamentalmente como la “Desconexión de Gaza”. Tras 38 años la Franja de Gaza dejó de ser un territorio ocupado por Israel.

En 2005 tuvieron lugar elecciones presidenciales en los territorios palestinos. Las ganó Mahmoud Abbas, el candidato de Fatah (el partido de Arafat) con un 62,52% de los votos. Al siguiente año tuvieron lugar elecciones legislativas en el que se decidieron 132 escaños de forma mixta por un sistema de voto paralelo. El resultado fue bien diferente. El partido ganador fue HAMAS (Movimiento de Resistencia Islámica) con 74 escaños y que se había presentado bajo la marca electoral “Cambio y Reforma”.

La nueva correlación de fuerzas, puesta a la luz por las elecciones legislativas, llevó a un aumento de la tensión entre Fatah y HAMAS que derivó en violencia en las calles. En junio de 2007 HAMAS lanzó una insurrección armada en la Franja de Gaza para tomar el poder en ese territorio. A partir de ese entonces HAMAS ha tratado de “islamizar” la Franja por la fuerza. De ahí que se usara la expresión “Hamastán” para referirse al nuevo territorio autónomo. La negativa de aceptar a HAMAS como un interlocutor válido se debe a que nunca ha cumplicado los tres requisitos del Cuarteto de Oriente Medio.
-Renuncia de la violencia.
-Reconocimiento del Estado de Israel
-Aceptación de los acuerdos previos entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina.

A pesar de la violencia lanzada contra los miembros de Fatah para imponer su poder en Gaza, Hamás nunca ha tenido el control absoluto. Allí proliferan toda clase de grupos islamistas aún más radicales. Así se explica que Vittorio Arrigoni, un activista propalestino italiano, fue secuestrado y asesinado en 2011. Precisamente desde la toma del poder en Gaza por parte de HAMAS en 2007 se multiplicó el lanzamiento de cohetes desde Gaza contra el sur de Israel.

La respuesta israelí a la toma del poder en Gaza por parte de HAMAS fue la imposición de un bloqueo realizado conjuntamente con Egipto. En el caso israelí significa el control de las mercancías que entran por vía terrestre desde Israel y el control de las aguas adyacentes a la Franja de Gaza. Después de la Operación “Plomo Fundido” las autoridades israelíes levantaron las restricciones a la entrada de muchos productos y después de la “Primavera Árabe” las autoridades egipcias fueron reduciendo las restricciones hasta levantar por completo el bloqueo. Así, por ejemplo, se explica que automóviles de lujo con matrículas libias terminaran en Gaza o se promocione el lugar como un destino turístico con hoteles de 5 estrellas en medio de un boom de la construcción y creciente prosperidad económica.

Extrañamente, en este contexto y cuando había indicios de que los líderes de HAMAS iban a tomar una postura pragmática respecto a Israel el lanzamiento de cohetes sobre Israel se intensificó en los últimos meses.

El lanzamiento de cohetes por parte de los grupos palestinos, habría que recordar, tienen por objetivo núcleos de población y por tanto constituye un crimen de guerra. Además, el lanzamiento de cohetes desde Gaza se hace desde núcleos habitados buscando que la reacción israelí (el fuego de contrabatería que se diría en términos militares) provoque víctimas civiles. En cuanto a los cohetes que se están lanzando desde Gaza ya no son los artesanales tipo “Kassam”, sino cohetes de producción iraní como los Fajr-5.

¿Qué explicaría entonces la ofensiva creciente de cohetes sobre Israel que llevó a la actual crisis? Javier Solana apunta en El País a razones de política interna de HAMAS. El liderazgo de la organización tenía su sede en el exilio en Damasco. La guerra civil en Siria ha obligado a plantearse el apoyo a un régimen que podría tener los días contados. La intensificación de los ataques contra Israel sería una acción decidida desde Gaza por una facción dispuesa a tomar el poder. En la extraña lógica palestina cualquier concesión arrancada a Israel para lograr un alto el fuego en medio de escombros humeantes se venderá internamente como una “victoria” y la enésima confirmación de que las negociaciones no son el camino a pesar de que alcanzar la paz será tan sencillo como que los grupos palestinos en Gaza renuncien a atacar Israel.

Pero una vez más, lo interesante es la construcción del relato sobre lo que está pasando y no lo que realmente está pasando. Yo empleo las noticias propuestas a votación en Menéame y los muros de Facebook de mis conocidos como termómetro de la realidad. Y ha sido sorprendente esa catarsis colectiva en forma de “minuto de odio” contra Israel que repasa todos los fantasmas europeos (Holocausto, genocidio, Auschwitz, ghetto de Varsovia…) proyectándolos en los judíos de Israel como si en Tel Aviv o Jerusalén no vivieran cristianos o musulmanes. Y podemos estar seguros que la pretendida solidaridad con el pueblo palestino en nombre de los más altos ideales es pura hipocresía porque tenemos la prueba irrefutable de que a nadie realmente le horroriza la pérdida de vidas humanas, los derechos humanos y la libertad de los pueblos: Siria.

Llevo siguiendo con atención la guerra civil siria casi a diario y he declarado mi simpatía por los rebeldes. Como en el caso de Libia, no sé qué deparará al país tras la caída del régimen. Pero siempre me parecerá preferible un país donde sus ciudadanos tomaron las armas un día para luchar por su destino. Saldrá de todo ello un país mejor o peor, pero será un futuro construido por ellos mismos. La mejor receta contra los delirios de los salafistas yihadistas y su guerra cósmica contra Occidente. No podrán culpar a Occidente de su fracaso colectivo como país.

Siria es como el grupo de control en un experimento científico. Sometemos a la opinión pública occidental a la visión de dos conflictos: La guerra civil siria y el actual conflicto en Gaza. El primero produce indiferencia y sólo es empleado como excusa para atacar a Israel haciendo pasar víctimas civiles sirias por palestinas. El segundo conflicto provoca una reacción intensa. Podemos descartar entonces de que la visceralidad ante los acontecimientos de Gaza se trate de sensibilidad ante las guerras y preocupación por las víctimas civiles. Ya hemos visto que el pueblo sirio no provoca la misma empatía. Pero lo interesante ahora a la luz del conflicto en Gaza son las excusas en nombre de la Realpolitik para apoyar la supervivencia del régimen de Assad: “¡Los islamistas podrían llegar a gobernar el país y convertir a Siria en un estado fallido!”. Oh, claro. Algo muy diferente a lo que es Gaza gobernada por HAMAS. Quod erat demonstrandum. Pura hipocresía.

Fuente: wwww.guerrasposmodernas.com


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