Israel: Primera conversión laica al judaísmo

El rabino secular, Dr. Efraim Zadoff, es israelí de origen argentino. Historiador con especialidad en historia judía en el siglo XX, Ph.D. en Historia Judía, Universidad de Tel Aviv; Investigador Asociado del Centro Liwerant de la Universidad Hebrea de Jerusalén; Rabino laico humanista, Instituto Internacional del Judaísmo Laico Humanista «Tmurá» Israel; Miembro del ejecutivo de MERJAV, Consejo de rabinos laicos humanistas de Israel; Redactor y editor de: Enciclopedia de la historia y la cultura del pueblo judío, SHOÁ - Enciclopedia del Holocausto, traductor y editor de diversos libros más.

Nuestro contacto con él, plasmado en diferentes oportunidades ha versado mayormente sobre este singular enfoque del judaísmo secular. Pero esta vez, el tema no tiene precedentes: una conversión laica al judaísmo. El Dr. Zadoff nos explica de qué se trata.

- Efraim; ya hemos estado en contacto en otras ocasiones para publicar en estas páginas testimonios y opiniones tuyas sobre lo que podríamos llamar propuestas alternativas a la vida judía en algunos de sus aspectos más básicos. O sea, ya no solamente alternativas a la corriente ortodoxa que para algunos sigue siendo la única aceptada y aceptable, sino alternativas a la opción religiosa en sí: concretamente, un judaísmo laico. Recuerdo con especial interés la entrevista que realizamos sobre tu condición de rabino secular, un término que para muchos será una contradicción en sí misma, y también lo que hemos hablado sobre casamientos que has oficiado precisamente como tal. Y ahora, una nueva dimensión, que debo confesar, suena muy extraña: conversión secular al judaísmo. ¿De qué se trata?

- Para poder comprender la definición de judaísmo laico o secular quiero utilizar un término más adecuado para determinar a qué nos referimos: judaísmo libre, que es el que se utilizaba ya en el siglo XIX, y se refiere a libre de la interpretación religiosa de la cultura judía.
El tema de conversión al judaísmo o como solemos llamarlo «adopción al pueblo judío» requiere una aclaración: esta es la puerta para un no judío que desea incorporarse al pueblo judío, adopta como suya la cultura judía y se siente parte del pueblo y se comporta como tal. La «conversión» es un proceso educativo y social por el cual se le enseñan los fundamentos relevantes de la cultura judía. Para ello se debe tomar como modelo al tipo de judío que sirve de prototipo. La situación hasta el presente en la cual hay sólo conversiones religiosas implica que un judío no-religioso es un paradigma no legítimo del judaísmo; y si un no judío quiere incorporarse al judaísmo desde una perspectiva, digamos como la mía, hasta ahora no podía.
El Movimiento de Judaísmo Secular Humanista en Estados Unidos se ocupa hace ya unos años de este tipo de conversiones. El Movimiento en Israel comenzó hace cinco años a desarrollar programas educativos y a estudiar los aspectos legales, para poder realizar este tipo de actos de conversión/adopción. Asimismo mantenemos un estrecho contacto con el Centro Reformista de Pluralismo Judío, que dirigió las acciones legales que llevaron al reconocimiento por parte de la Corte Suprema de Justicia de conversiones de conservadores y reformistas.

- Antes de entrar en los detalles de la conversión, o adopción tal cual le has llamado, que tú mismo has guiado o dirigido hace muy poco, una pregunta que surge de algo que recién has comentado. ¿Qué significado tiene el reconocimiento por parte de la Corte Suprema de Israel de las conversiones no ortodoxas? O sea, en la vida práctica, en la vida diaria. Si alguien va al ministerio del Interior en Israel y su documentación de conversión no es la ortodoxa, ¿acaso le anotarán en la cédula que es judío?

- La Corte Suprema de Justicia dictaminó que conversiones aceptadas por una comunidad reconocida deben ser aceptadas por el Estado. Esta decisión se refiere a comunidades de las corrientes conservadora, reformista y reconstruccionista. Estas organizaciones en Israel decidieron limitarse a realizar conversión a personas que tienen residencia en Israel y por lo tanto documento de identidad israelí. El ministerio del Interior debe anotarlos en su documento de identidad como judíos.
Es interesante la reacción del ministerio bajo la administración del partido ultraortodoxo Shas que decidió que se anula en estos documentos el rubro de la filiación nacional.

- Pero además, hay aún diferencias entre las conversiones no ortodoxas y la que tú has hecho, laica. ¿Cómo las ve el Estado?
- Es cierto, hay diferencias desde el momento en que nuestra interpretación del judaísmo es diferente. Su perspectiva es religiosa. La nuestra es cultural. No sabemos cómo se expedirán las instancias estatales, ya sea las administrativas como las jurídicas a nuestra posición, ya que aún no se ha presentado solicitud de reconocimiento.

- Tú ya has dirigido un proceso de este tipo y me has comentado antes de esta entrevista, que la ceremonia resultó sumamente emocionante. ¿Qué detalles me puedes comentar al respecto tanto sobre la ceremonia en sí como sobre la persona convertida aunque entiendo que por ahora no desea que se revele su identidad?
- La organización que se ocupa de este acto de conversión/adopción es MERJAV que son las siglas en hebreo del Consejo de Rabinos Laicos de Israel (ya contamos con 18 rabinos graduados en Jerusalén). Hemos formado un tribunal de tres rabinos.
El caso al que te refieres es el de la primera ceremonia de este tipo que se realiza en Israel. Una pareja de judíos israelíes que adoptó a un niño de dos años y solicitó que realicemos la ceremonia de adopción a la familia y al pueblo judío. El tribunal entrevistó a la familia, se interiorizó de los motivos de esta solicitud, del carácter judío de la familia, y decidió aceptar la petición y declarar la incorporación del niño al seno del pueblo judío. La ceremonia se realizó en el seno de la comunidad de familiares y amigos de esta familia. Además se realizaron como actos simbólicos la «tvilá», es decir la inmersión en un manantial fluyente, y la «hatafat dam», es decir se sacó una gota de sangre del niño como símbolo del pacto con el pueblo judío.

- ¿En qué consistió el proceso de conversión secular? ¿Y cuál es su diferencia principal con la conversión tradicional ortodoxa y con la que realiza por ejemplo el movimiento conservador, masortí?
- La conversión ortodoxa jaredí (son los que dominan en los tribunales rabínicos oficiales) exige que la familia cumpla una forma de vida religiosa ortodoxa y que envíe al niño o niña a una escuela religiosa.
Los conservadores y reformistas enseñan cosas desde una perspectiva religiosa naturalmente liberal, es decir sin inmiscuirse en la vida de la familia. Pero exigen circuncisión (los reformistas en Estados Unidos no la exigen). Nosotros dejamos a decisión de los padres si circuncidar o no al chico. En este caso no quisieron circuncisión pero pidieron un acto simbólico (también la circuncisión lo es) y la gota de sangre fue la respuesta adecuada.

- ¿La religión no tiene presencia alguna en este proceso? ¿O se la interpreta de otra forma?
- Para nosotros el judaísmo es una cultura en la que las expresiones religiosas son sólo una parte. Nuestra interpretación es humanista libre de toda interpretación religiosa es decir que atribuye a sus valores a una fuerza superior que la transmitió a los hombres por medio de sus emisarios. En nuestra interpretación la cultura nacional judía es el resultado de la experiencia de un grupo humano durante unos 3.000 años a lo largo de los cuales pasó muchas modificaciones e interpretaciones y aún lo sigue pasando. Nosotros pertenecemos a este pueblo, grupo humano y cultural, y estamos convencidos que su capacidad de reinterpretar su cultura de acuerdo a la realidad a lo largo de los siglos es lo que lo mantiene vívido y vibrante.

- Creo que aquí es necesario preguntarte en qué medida las tradiciones, las costumbres algunas de las cuales pueden tener sus orígenes en la interpretación de los textos bíblicos, son para tí, para ustedes, una expresión religiosa. Te lo preguntaría con algún ejemplo concreto de las fiestas más recientes. Si en Yom Kipur, el Día del Perdón, un judío desea ayunar porque siente que es una tradición clave en un día muy especial del calendario judío, o inclusive ir a la sinagoga a escuchar Kol Nidrei o Unetané Tokef, pero no es una persona religiosa. ¿En qué marco estaría a tu criterio?
- Está en el marco de su decisión personal y como tal es totalmente legítima. Nuestra posición es absolutamente respetuosa de las decisiones de personas que se identifican con otras interpretaciones del judaísmo y exigimos que también las interpretaciones no religiosas (hay varias) sean respetadas. El intento de imponer una sola interpretación sobre todos es la receta para el anquilosamiento del pueblo judío. En estos momentos se está desarrollando un debate muy duro dentro del campo religioso ortodoxo si es que se debe imponer una sola Halajá, es decir una sola ley rabínica. En realidad hay varias. Sólo como ejemplo mencionaré algunas: la que se basa en el Shulján Aruj de Iosef Caro, la que se basa en el Mishné Torá de Maimónides, las que se basan en tradiciones diferentes de los judíos yemenitas, de los del norte de África, de los oriundos de Etiopía, etc. La diversidad es la característica de nuestra cultura nacional y el respeto es la clave para seguir manteniendo unido al pueblo. El lema es: unidad pero no uniformidad.

- ¿Quién determina los parámetros para una conversión de este tipo, secular?  O sea ¿en qué marco tú actúas con algo así?
- MERJAV que es parte del Movimiento Judío Humanista Israelí que está asociado a la IISHJ, Instituto Internacional del Judaísmo Secular Humanista en Estados Unidos. El programa de conversión que desarrollamos para adultos tiene un año de duración y contiene introducciones a diversos temas que consideramos esenciales para una primera aproximación: literatura clásica y moderna, calendario hebreo, ceremonias de vida, arte judío, hebreo, conocimiento sobre la realidad judía en Israel y en el mundo.

- Me hiciste acordar ahora de una apasionante entrevista que hice hace unos años al ex diputado y ministro de MAPAM Yair Tzabán, que me dijo que para él, su biblioteca de tesoros judíos incluye no sólo el Talmud sino también tesoros de la moral y la cultura occidental. No lo estoy citando palabra por palabra, pero sin duda ese fue el espíritu de sus palabras. Comento esto porque al oir la temática que mencionas, debo admitir que me parece un poco extraño que no haya nada de religión judía, para conocerla, no para imponerla. O sea, la ortodoxia peca si omite dimensiones no religiosas de la vida judía como si no existieran. ¿Pero no te parece que sumarse al pueblo judío sin conocer su historia y preceptos en lo que a religión se refiere, es presentar el cuadro de forma sumamente incompleta?
- El conocimiento es la base de la pertenencia a la cultura judía. Todos los aspectos de lo que denominas «religión judía» están registrados en el concepto de literatura judía clásica (TANAJ, Mishná, Talmud y toda la literatura que se creó en esas épocas y que no ingresaron al canon) y moderna, en el calendario judío, en las ceremonias de vida, en el arte judío y también en la realidad presente en Israel y en la diáspora.
El elemento determinante es qué interpretación vas a adoptar y cuál es la interpretación que más se adecua a nuestra realidad. La Biblia hebrea, el TANAJ, puede ser considerada como una fuente religiosa inapelable o como una creación literaria extraordinaria en la cual se pueden encontrar elementos vigentes aún hoy, como por ejemplo el séptimo día de descanso universal. Es interesante que también los sabios de la Mishná y el Talmud, JAZAL, lo consideraron como fuente en base a la cual se pueden hacer cambios, a veces de 180 grados.
Te daré un ejemplo: la pertenencia al pueblo de Israel y luego al pueblo judío en la época bíblica se determinaba por vía paterna. En la Mishná (aproximadamente siglo II e.c.) se determinó que sería por la vía materna por razones prácticas que los rabinos en aquel momento consideraron cruciales. Al pasar de los siglos comenzaron a agregarse interpretaciones religiosas y místicas que le dan a esta decisión un status de ser al menos «un mandato divino». En una perspectiva histórica podemos ver que los judíos de Etiopía mantienen la tradición de la vía paterna, al igual que los judíos karaítas. En la realidad presente es irreal plantear que un niño nacido de vientre judío es culturalmente diferente de uno nacido de vientre no judío. En realidad la diferencia la hace la educación que recibe en su hogar. Si la interpretación que vas a adoptar es la religiosa y mística corres el riesgo de rechazar a personas que son absolutamente judías y considerar como judíos a quienes no lo son.

- ¡Qué complejo y multifacético este tema, como tantos sobre la vivencia y condición judía! Efraim; ¿qué motiva a una persona que se quiere convertir al judaísmo en conversión secular?
- Querer ser parte del pueblo judío y de su cultura sin hacer concesiones en su idiosincrasia no religiosa y humanista. Ser judío, por ejemplo, como yo.

- ¿Entra en juego la posibilidad de cansancio o desesperación de la conversión ortodoxa?
- Entra en juego el desinterés o desacuerdo en tener que mentir y realizar declaraciones de fe religiosa que todos saben que no son ciertas para poder satisfacer a la entidad que tiene el monopolio y recibir el certificado de conversión.

- Sea como sea, entiendo que vuestra visión es que así como puede haber un judío que  quiere destacar su identidad como tal sin pasar por lo religioso, puede haber un no judío que se sienta atraído por la parte humana y cultural de lo judío pero no por lo religioso y quiera acercarse pues a lo primero.
- Justamente esta es la opción que nosotros ofrecemos. Deseo aclarar que no consideramos que esta es la única vía correcta para incorporarse al pueblo judío. Hay muchos caminos; este es sólo uno y la persona que desea incorporarse a nuestro pueblo puede elegir cuál es más adecuada para él.

- ¿Hay más gente en camino, en proceso, que se interesa por esta opción?
- Hay muchas personas que se interesan. Lamentablemente aún no disponemos de los suficientes recursos como para responder a la demanda, pero confío que llegaremos también a eso.

- ¿También en América Latina?
- También en América Latina hay interés en la conversión de acuerdo a esta perspectiva de la cultura judía. Recordemos que algunas décadas atrás esta visión del judaísmo constituía la columna vertebral de las vida comunitaria judía y de las importantes redes escolares. Actualmente debemos dedicar todas nuestras energías y recursos al proyecto de reestructuración: la organización en las diversas comunidades latinoamericanas de entidades que ofrezcan una opción de vida judía activa desde una perspectiva cultural libre de religión. Ya hay algunos comienzos importantes. El problema es que la dispersión y la falta de coordinación dificultan el desarrollo organizado y sistemático de entidades comunitarias que ofrezcan actividades culturales significativas también en el ámbito del calendario judío, como actividades que se realizaron por ejemplo en Yom Kipur en Montevideo y Buenos Aires, y de las ceremonias de vida como festejo de nacimientos, Bnei Mitzvá, casamientos, etc.
En estas semanas estamos tratando de coordinar un encuentro, probablemente en Montevideo, y con la centralización de organizaciones locales y de Brasil, Argentina y Chile. En definitiva la propuesta dirigida a todas las edades que surja de este encuentro planteará una alternativa para evitar el abandono de los marcos judíos por parte de considerables partes de nuestro pueblo: la asimilación, o mejor dicho desjudaización.

- Será interesante seguir el tema pues. Muchísimas gracias por tu tiempo.
- A tí por esta oportunidad.


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