9Av, AMIA, y Uno.
Si el judaísmo hubiera persistido en ser una religión centrada en su Templo, hubiera dejado de existir hace ya mucho tiempo. Si Tishá BeAv conmemora, además de la destrucción de los Templos de Jerusalém en 586 BC y 70 EC, una secuencia de grandes desgracias a través de los siglos, entonces se torna más relevante.