¿Qué pasa en mi biblioteca?
Rabino Alejandro Bloch,
Quien leyó el libro de Umberto eco, El Nombre de la Rosa, sabe de la importancia de una biblioteca. En el Libro la biblioteca esta sobre el refectorio, el lugar donde los monjes se reunían a comer. No es casual que estaba mas elevada! La cultura, la civilización está, por sobre el plano de la materialidad, insinuá esta imagen.
Hay una corriente de estudio de grandes pensadores que se pregunta cual era la biblioteca de determinado autor, por ejemplo ¿cuál era la biblioteca del Baal shemtov? ¿De Rambam ? ¿Cuál esra el conocimiento que tenían a disposición y que los formó?. Para mi mi biblioteca es muy importante, es mi tesoro mas preciado. Tal vez el único tesoro. La fui construyendo a lo largo de los años y de los viajes. En cada viaje a Israel siempre visito las mismas librerías y encuentro perlas increíble. Hasta en mi luna de miel compre libros, Paideia de Jagger, y algunas conferencias que Sartre dio en Brasil.
Muchos de los que visitan mi biblioteca se ven sorprendido, no solo por la cantidad de libros sino por la variedad de los mismos. Casi no hay novelas, soy pésimo lector de ellas, pocas biografías y algunas compilaciones de cuentos, ya que de joven me fascinaba como se podía llegar a contar una historia en pocas paginas.
También me observan que están desordenados a lo que yo explico que es una decisión. Tengo amigos que ordenaron su biblioteca por temas, por autor, por disciplina, por idioma, otros lo hacen por color o tamaño. Mis libros están desordenados (tal vez también en mi cabeza ) a propósito. Cuando estoy trabajando sobre un tema dedico algunos minutos y a veces esos minutos se transforman en horas, en buscar los libros que quiero usar, y tenerlos desordenados me permite el inmenso placer de reencontrarme con algún libro que no estaba buscando, que no lo recordaba y que al descubrirlo me da esa alegría de niño que llena el alma.
En mi biblioteca puedes encontrar libros muy variados. Fuentes judías, Halaja, Talmud, Mishna, Ensayos filosóficos , diccionarios de latín griego hebrero ingles, alemán, idish, las obras completas de Borges, la mayoría de los libros de Sartre, algunos libros de documentos históricos, algunos manuales y readers, una basta colección de obras de la filosofía universal. Un lugar especial tienen los libros de Maimonides y sobre Maimonides, como así también los de Heschel y Kaplan. Desde fin de los 90 la sección de libros Jasídicos ha aumentado constantemente, mei Hashiloaj, Meor Einaim, Kedushat Levi, Bnei Isajar, Noam Elimelej, Sefat Emet, Sefer Baal Shem tov, Ohev Israel, etc. También las obras de estudios académicos sobre los jasidim.
Sin lugar a duda en ella se podría rastrear mis búsquedas intelectuales y espirituales. La aparición de los libros digitales en muchos sentidos han sido una bendición. Algunas de las obras de los Jasidim , por ejemplo Mei Hashiloaj y Meor Einaim, primero pude conseguirlas en digital gracias a ese increíble proyecto que ya ha digitalizado 52000 libros judíos y que están a disposición en forma gratuita en www.hebrewbooks.org y que luego por motivo de amor a los libros busqué en papel algunos por años hasta conseguirlos.
Para mi nada reemplaza la lectura de los libros en papel, aunque reconozco la importancia de los ebooks en los diferentes formatos.
A veces pienso que pasa entre mis libros cuando apago la luz de mi biblioteca. ¿Discutirá Shimshon Rafael Hirsh1 con Mordejai Kaplan? 2¿Qué le dirá el Netziv de Volozin 3al rebe de Slonim4? ¿Sobre que términos acordará el El Rab Kook5 con Rambam6? ¿le consultará Rashi 7sobre algún versículo a Ellen Frenkel 8? ¿Keati9 revisara lo que escribió Hanoch Albek10? ¿Adin Steinzaltz11 a Ruth calderón?12 ¿Y a Daniel Boyarin13? ¿Podrán dialogar, sera una conversación, una pelea, un intercambio de ideas?
Alguna vez llegué y vi algún libro caído, se me ocurrió de que habían estado peleando y uno venció a otro, después me tranquilice pensando que había habido algún movimiento. Lo bueno es que ninguno puede escaparse de mi biblioteca, y que todos están allí con un propósito, que todos y cada uno de ellos tiene algo que decir y aportar. Algunos me gustan, otros me desafían, ninguno me deja indiferente.Algunos me han acompañado durante largos períodos de mi vida, otros los he dejado atrás, todos han servido para mi dedicación y para compartir con mi comunidad.
Que pena que en nuestro pueblo no podemos convivir como en mi biblioteca, aprendiendo unos de otros, enriquecimientos en la conversación inteligente y profunda, dejando de lados los cliches y las frases y respuestas hechas.
En unos meses mas nos vamos a mudar a nuestro nuevo edificio, mi temor es si entrarán todos los libros en mi nuevo escritorio. De lo que si estoy seguro, que todos tendrán su lugar, los de hoy y los que aún no he tenido la bendición de leerlos y compartir sus enseñanzas.