Simjat Tora, Santiago de Chile, 5780

Rabino Alejandro Bloch, 22 de octubre de 2019

La primera vez que participe de Simjat Tora tenáa menos de diez años. La Mora Jana del Shule nos llevo al Shil de Libertad.  Ahí había dos tfilot, la tradicional seria y formal y la del local adyacente mas nuevo, que se llamaba Ramah. Bailamos y cantamos por primera vez con la Tora, fue una experiencia, obviamente inolvidable. Desde ese momento, hace mas de cuarenta y cinco años, nunca deje de vivenciar esa misma emoción.

Año tras año en mi comunidad, Or Jadash en BsAs, la SIB de Mendoza, NCI de Montevideo, y en la NBI de Santiago, siempre disfrutamos de este momento con el que concluyen las fiestas de Tishrei. Anoche vivimos un Simjat Tora diferente.

Por tercer día consecutivo se decreto toque de queda en Santiago a las 20hs y por eso decidimos no tener actividades en las vísperas de Simjat Tora. Aun así llegamos a la tefila tres personas que rezamos antes del toque de queda, sacamos los Sfarim y bailamos para decir y decirnos aquí estamos, es Simjat Tora.

Los últimos días en Santiago fueron muy complicados, mucha tensión, en las calles una sensación similar a una catástrofe, al terremoto del 2010, la gente está desorientada, decenas de estaciones del metro, una de los orgullos de la ciudad de Santiago incendiadas, cientos de negocios saqueados, supermercados, estaciones de servicio, y junto a esto manifestaciones pacificas con familias, ancianos, niños etc. y el dolor de lamentar más de 15 muertos.

A la vez también afloró la solidaridad, gente que salió a reparar y limpiar los destrozos, y personas que subían a desconocidos a sus autos para acercarlos a sus trabajos o a la única línea de metro que funciona, cosas impensables días atrás. No hay forma de separar uno de otro ya que muchas veces los violentos se entremezclan con la gente que hace sus reclamos de mayor sensibilidad social para los enfermos los ancianos, los estudiantes, etc. y por otro lado la presencia del ejército en la calle para restaurar el orden ciudadano, que es uno de los deberes principales del Estado, crean un contraste con recuerdos de otras épocas en la región.

Chile se posicionaba como uno de los mejores países de la región hasta la semana pasada, y estoy seguro que si la clase política, como han declarado todos los actores en estos días desde una punta al otro de espectro político e inclusive grandes empresarios , ha escuchado la voz de lo que la gente está pidiendo y todos juntos proponen un nuevo pacto social en donde los social se ponga verdaderamente en el centro, seguirá siéndolo, ahora con mayores niveles de equidad que es el reclamo legítimo de la gente.

¿Cómo podríamos haber pasado un Simjat Tora con Simja, alegría, si estamos viviendo unos días en una sociedad en donde no hay Simja?  El rab Pablo Gabe me hizo notar que la Tora habla de Simja cuando compartimos con el Extranjero, la viuda y el huérfano, que son aquellos que mas necesitan apoyo.

Aun así, hoy a la mañana nos juntamos a rezar con mucha Kavana, sacamos los Sifrei Tora nuevamente, abrazamos los Sfarim, esos que dicen Tzedek Tzedek Tirdof, la justicia perseguirás, esos que dicen Veahavta lereaja kamoja, ama a tu prójimo como a ti mismo, esos que dicen Patoaj Tiftaj, abre tu mano , para compartir con tu hermano, esos que dicen Mipnei Seiva takum, delante de los que tienen canas ponte de pie, y tantas otras enseñanzas que nos orientan sobre como construir una sociedad con equidad.

Bailamos y junto a los niños de nuestra comunidad leímos nuevamente el último párrafo de le Tora, y el primer párrafo de la misma, el Bereshit, el Génesis. Leímos que cada día de la creación fue armónico, y que D’s mismo vio que era bueno, hasta el final que dice que D’s. vio que su creación era muy buena.

Que esta lectura de la Tora que comenzamos nuevamente, nos invite a vivir a cada uno una vida más ligada a nuestra tradición y nos permita a cada uno de nosotros hacer nuestro aporte en la sociedad en la que vivimos para cumplir con nuestro deber como miembros de Am Israel.