Fania Oz-Salzberger en Montevideo

Sobre el fin de semana, víspera de Shabat, comenzó a circular en las redes el “Save the Date” por la visita en noviembre próximo de Fania Oz-Salzberger. Ella ha sido invitada por nosotros, TuMeser, con motivo de nuestro décimo aniversario en línea. Nos enorgullece citar su respuesta cuando la requerimos con este propósito: “vendré a Montevideo porque quiero apoyar el proyecto TuMeser”. No había pasado mucho tiempo desde el fallecimiento de su padre Amos Oz Z’L y uno imaginaba que la agenda de Fania estaría llenándose día a día durante este año; una respuesta tan pragmática (“tengo todavía abierta la agenda en noviembre”) pero sobre todo tan comprometida fue no sólo una grata sorpresa, sino un aliciente. Fania Oz-Sazberger viaja permanentemente a Europa y los EEUU (recientemente a China también) llevando consigo no sólo el legado de su padre, sino su propia obra e ideas. Me consta que su motivación es, sobre todo, la difusión de un discurso profundamente judío a la vez que comprometidamente humano. Ella sabe que todo lo que sucede en Israel permea al mundo judío, aún en comunidades tan autosuficientes como las de los EEUU; por eso suma, a su intensa actividad política e ideológica en Israel, su compromiso con el mundo judío fuera de Israel.

Que Fania privilegie una visita a Montevideo en apoyo de un proyecto editorial en español para comunidades de esta zona del mundo es todo un cumplido. Más allá del detalle, ha captado la esencia del propósito de TuMeser. Pasados diez años de su subida a las redes en noviembre de 2009, TuMeser ha sufrido varios cambios y pasado varias etapas, pero el espíritu que lo motivó se mantiene intacto: introducir una conversación judía diferente y relevante en el mundo judío en el cual vivimos. Basado en una búsqueda personal que ofreciera opciones a las eternas discusiones denominacionales, halájicas, o persecutorias, habernos cruzado con el legado de David Hartman Z’L a través de su instituto Shalom Hartman en Jerusalém fue el espaldarazo que precisábamos para iniciar el proyecto no tanto intuitiva como asertivamente. No en vano ese invierno habíamos estado en Jerusalém y además leído “Historia de Amor y Oscuridad” por primera vez. Hay una conversación judía alternativa posible y relevante. Sobre todo, estimulante y orgullosa de nuestra naturaleza y legado.

La idea de invitar Fania ha sido celebrar diez años por todo lo alto; y cuando digo esto no me refiero a parafernalia o efectos especiales, sino a un aporte de ideas de primerísima línea dentro del mundo judío. Basado no sólo en una historia de vida, la suya y la de su familia, sino en carreras académicas y literarias excepcionales (la suya y la de su padre respectivamente), las credenciales de Fania Oz aseguran una mirada sensible, profunda, compleja, y comprometida con el judaísmo. Su visita no sólo enaltece TuMeser, sino que lo desafía. Por sus características, asegurar diez años más sería una imprudencia; pero sea el tiempo que sea, la vara siempre debe ponerse más alta. Porque el judaísmo no declina o se debilita (solamente) por falta de observancia o adhesión al calendario o casamientos mixtos; el judaísmo corre peligro cuando ser judío carece de sentido, profundidad, y relevancia. Solamente enfrentando los grandes dilemas de nuestro tiempo a la luz de nuestra tradición podemos captar el privilegio de sabernos judíos. Estamos seguros que Fania Oz-Salzberger traerá consigo un bagaje muy particular de una tradición judeo-humanista, bíblica, y sionista que significará un antes y un después en la vida de nuestra comunidad.

Más detalles en los próximos meses. 7 de noviembre en la NCI. 10 años de TuMeser.