posteo @pinchegorro Eli Levy @X el 21 de diciembre de 2023

Ayer saliendo de la base levanto a un soldado. Elite. Me dice que lo alcance hasta la intersección más cercana. Le pregunto a donde vas. Jerusalén. Mismo barrio al que voy yo. Dos cuadras de diferencia. Vamos charlando. Se crió como Breslev. Padre gruzini (Georgia, Cáucaso) madre polaca, conversa. Los dos baal teshuva (retornantes). Cuando tenía 4 años los padres se fueron a vivir a Uman, Ucrania. Cerca de la tumba de Rabi Najman. Eran la única familia. El padre se ocupaba del mantenimiento del templo y del hospedaje de los peregrinos. La madre de la comida. Para Rosh Hashana le daban de comer a decenas de miles. Obviamente con ayuda de voluntarios. Se crió con sus hermanos. Con el tiempo vinieron más familias y se armó un jeider (primaria religiosa) que entre los padres enseñaban. Cuando vino la guerra en Ucrania se fueron a vivir a Francia. El se alistó al ejército de Israel. No veía a su mamá desde hace dos años. Yo lo estaba llevando a verla. Había llegado de Francia para el casamiento de una hermana al otro día. Después de dejarlo me entero que mi hermana oficializó su noviazgo. Me sentí muy identificado con este soldado. Él conmigo cuando le conté que venía de Tucumán. Que fuimos los únicos judíos religiosos de la ciudad por mucho tiempo. Que en la primaria me sacaban la kipa y tenía que aprender a defenderme con 7 años. Me pidió sacar una foto, pero yo no saqué. No le le pedí el teléfono. El pibe de Uman y el de Tucumán se despiden. Pero en el fondo somos uno solo.